La Policía vigila Barajas y las estaciones ante la llegada de ultras para reventar Madrid el sábado

• Pelayo Barro @pelayobarro
• Periodista de la sección Nacional. Especializado en información de Interior y Defensa.
• • 19/03/2021 06:48
  • Actualizado: 19/03/2021 14:41

La Brigada de Información de la Policía Nacional vigila muy de cerca las convocatorias lanzadas desde grupos de ultraizquierda para salir a la calle este sábado en Madrid. Se ha detectado la llegada de anarquista procedentes de otras ciudades españolas e incluso de otros países europeos. Las manifestaciones, bajo la excusa de exigir la liberación de Pablo Hásel, el rapero condenado por enaltecer a ETA, buscan devolver las imágenes de caos y violencia al centro de la capital. Y lo hacen justo a las puertas de la campaña electoral y en medio de la ‘alerta antifascista’ activada en Madrid por el vicepresidente y candidato Pablo Iglesias.

El centro de Madrid se convertirá este sábado en campo de batalla. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado conocen al detalle los planes de los organizadores. Y en base a ello, esperan una jornada especialmente caliente, superando el nivel de violencia que se vivió hace unas semanas cuando comenzaron las revueltas callejeras pro-Hasél.

Uno de los detalles que más preocupa a las fuerzas del orden, explican fuentes policiales que están involucradas en el seguimiento de esta convocatoria, es la llegada a Madrid de anarquistas y antisistemas ‘fichados’ que se han animado a acercarse a la capital atraídos por la previsión de disturbios. Acuden, dicen, a la invitación que se les ha cursado en las últimas semanas desde grupos y chats de Telegram de estos movimientos ultras. El mejor ‘gancho’ para ello han sido las imágenes de disturbios que se han visto en Madrid, y especialmente en Barcelona, en las últimas semanas, donde se asaltaron comisarías e incluso se intentó prender fuego a una furgoneta con agentes dentro.

La Policía ya les esperaba en base a lo descubierto en estas conversaciones interceptadas. Por ello, desde hace días la Brigada de Información ha puesto sus ojos sobre las principales vías de entrada a Madrid, tanto nacionales como internacionales. Y ya han cantado bingo: se ha detectado, explican estas fuentes, la llegada de un integrante anarquista ‘fichado ‘procedente de un país europeo, un rostro conocido en ambientes okupas que estuvo involucrado en los violentos disturbios que rodearon a la COP25, la cumbre internacional del clima que se celebró en Madrid en octubre de 2019. Aquella cita, en la que participaron buena parte de los mismos grupos que han convocado las algaradas callejeras para este sábado 20 de marzo, atrajo a muchos integrantes del movimiento okupa, antiglobalista y antisistema.

A este antisistema fichado le ‘cazaron’ esta misma semana entrando por el aeropuerto de Barajas como «un turista más». Pero en la Policía se descarta que haya venido para conocer los museos o disfrutar de las terrazas, ni siquiera para una de esas fiestas en pisos que atraen a jóvenes extranjeros -especialmente franceses- desde hace algunas semanas.

Además de Barajas, la Policía también ha puesto atención a las estaciones de tren de Chamartín y Atocha, ante la previsible llegada de ultras de otras ciudades españolas. Pese a que hay convocadas oficialmente citas similares a la de Madrid, y a la misma hora incluso -las 19:00-, los agentes consultados por OKDIARIO admiten que la cita de Madrid es la ‘cabeza de cartel’.

Sin permiso

Otro de los detalles que ha alertado a las fuerzas de seguridad de cara a lo que les espera este sábado es el hecho de que los colectivos organizadores ni siquiera hayan tratado de tramitar la autorización para la manifestación. Un signo, dicen, de que se espera que lo que en los primeros momentos sea una protesta ‘pacífica’ acabe derivando en episodios de violencia descontrolada.

La manifestación no tiene autorización de la Delegación del Gobierno de Madrid, que no ha recibido ningún tipo de petición por parte de las organizaciones convocantes. Con la excusa de las cancelaciones del 8M, estas plataformas alegan que van a ejercer su «derecho a manifestación y autodefensa» sin el beneplácito del Estado.

«En el caso de haber sido denegada, la movilización tendría que haber sido cancelada, ya que la diferencia entre manifestación ilegal y no convocada es importante a nivel represivo. En una movilización no convocada los únicos responsables legales, a los únicos que se les puede sancionar por el hecho de estar ahí, es a los organizadores, con multas de 100 a 600 euros. Por otro lado, todos los asistentes a una movilización denegada por la Delegación del Gobierno se enfrentarán a de 6 meses a 1 año de cárcel. Es por ello por lo que decidimos anticiparnos y no convocar», explican en un mensaje a sus seguidores desde el Movimiento Antirrepresivo de Madrid, el principal convocante de la marcha de este 20-M.

‘Alerta antifascista’ de Iglesias

La convocatoria de la ultraizquierda coincide con el inicio de la precampaña  de las elecciones en la Comunidad de Madrid, previstas para el próximo 4 de mayo. La del sábado será la primera demostración de fuerza de la izquierda radical de cara a esa cita con las urnas.

Coincide, además, con la ‘alerta antifascista’ que lanzó Pablo Iglesias el pasado lunes, cuando anunció su candidatura a las elecciones autonómicas de Madrid. Según el todavía vicepresidente segundo del Gobierno, su aterrizaje en la política regional se produce para «frenar a la ultraderecha», a la que llamó «delincuentes y criminales». Poco después difundió a través de sus redes sociales una canción italiana de 1908 que llama a los «comunistas a la revuelta».

La propia Díaz Ayuso, objetivo prioritario de esta ‘alerta antifascista’ de Iglesias, respondió en su entrevista a OKDIARIO a estos movimientos callejeros de forma contundente: «Él (Iglesias) no tenía gran vocación de gestión y lo único que le gusta es el ruido de algarada y está deseando ir a la campaña, que es como mejor se le dan las cosas: manipulando, haciendo activismo a través de según qué amigos en algunos entornos mediáticos y a través de redes, etcétera. A él lo que le gusta es la revolución».