Iceta chantajea a Ayuso: esta carta prueba la presión para que pacte con Sánchez a cambio de fondos

• Carlos Cuesta @carloscuestaem
• Director adjunto en OKDIARIO.
• • 30/07/2021 08:40
  • Actualizado: 30/07/2021 08:55

Moncloa ha pasado del ataque al chantaje a Isabel Díaz Ayuso. La Comunidad de Madrid ha votado en contra del criterio de Pedro Sánchez en innumerables ocasiones en los consejos interterritoriales. El presidente no ha dejado de criticar a Ayuso, decretar cierres perimetrales en Madrid o incluso discriminar a la comunidad gobernada por la líder popular en el reparto de vacunas. Ayuso ha aguantado y su población la ha reforzado en las urnas. Y ahora, Sánchez ha decidido pasar a una nueva estrategia: condicionar el pago de los fondos debidos a Madrid para que la presidenta regional altere su voto negativo en los consejos. OKDIARIO muestra hoy la carta firmada por el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, que revela el chantaje de Sánchez a Isabel Díaz Ayuso.

La presidenta madrileña sabía que Sánchez era mal enemigo. Pero la opción era rendirse y plegarse a unas decisiones que, como ha demostrado el avance del coronavirus, eran nefastas. Díaz Ayuso ha decidido mantener un criterio independiente y hacer uso de la libertad de voto -teórica- en los consejos interterritoriales con el fin de exigir más medidas de control en determinadas áreas como los aeropuertos y más comprensión, sin relajar las medidas de seguridad, con sectores como la hostelería o el turismo.

Pero esa negativa a seguir el dictado presidencial ha terminado por cansar a Pedro Sánchez. Y la respuesta de Moncloa a la resistencia numantina de Madrid ha quedado plasmada en la carta que este pasado jueves ha remitido el ministro de Cultura, Miquel Iceta, a la consejera regional Marta Rivera de la Cruz.

OKDIARIO reproduce la misiva que le ha llegado a la Comunidad de Madrid. Y en ella, Iceta deja claro los dos puntos de la negociación: aceptación de los pactos propuestos y fondos. O, dicho de otra manera, fondos y sumisión a las exigencias presidenciales. El asunto de la carta hace alusión a los pactos en materia de cultura y al consiguiente reparto de los fondos correspondientes a las comunidades autónomas en esta materia.

El texto de la misiva señala lo siguiente: “Como bien sabes, el orden del día de dicha reunión incluía en su punto 2 la aprobación, en su caso, del acuerdo por el que se realiza la distribución territorial de los créditos gestionados por las comunidades autónomas y las ciudades de Ceuta y Melilla con cargo al presupuesto del Ministerio de Cultura y Deporte en el marco de los componentes 24 “revalorización de la industria cultural” y 25 “España Hub Audiovisual de Europa” del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia”, para aquellos proyectos destinados por las comunidades autónomas”.

Tras admitir el fondo de la cuestión -el pago de los fondos de Cultura por proyectos gestionados por los Gobiernos regionales-, Iceta señala con claridad que “alcanzado tal acuerdo en el pleno de la Conferencia Sectorial de Cultura, corresponde ahora este Ministerio poner en marcha las transferencias de los fondos a las comunidades autónomas y ciudades de Ceuta y Melilla en función de los criterios de reparto aprobados. Nos encontramos en estos momentos ultimando los trámites administrativos necesarios para ello, con la finalidad de que dichas transferencias se produzca la mayor brevedad […]”.

Y concluye con una amenaza velada: «En este sentido, y de conformidad con lo establecido en el artículo 151 de la Ley 40/2015 de Régimen Jurídico del Sector Público, te agradecería que me indicases si la comunidad autónoma que representas suscribirá con posterioridad a la celebración de la Conferencia Sectorial el acuerdo alcanzado”.

Traducido: que en aplicación de ese artículo, según la muy particular interpretación del Gobierno, en caso de que el voto se mantenga en un ‘no’, el Gobierno central se considera habilitado para gestionar los pagos conforme al rechazo al pacto. O, dicho de otro modo, que la negativa a aceptar los pactos de Sánchez puede tener consecuencias económicas para Díaz Ayuso: la pérdida de fondos.