Kylian Mbappé está dispuesto a hablar incluso en su momento más duro a nivel de rendimiento con el Real Madrid. Lo hará en una entrevista que se retransmitirá en Francia este domingo y de la cual ya se ha filtrado un pequeño avance en el que el francés confiesa lo más duro de ser una estrella, como él mismo y todo el mundo del fútbol le define.
Mbappé llegó este verano al Real Madrid procedente del Paris Saint-Germain después de siete años de intentos por parte del club blanco por hacerse con su fichaje, pero por el momento, a pesar de sus diez goles marcados, no está cumpliendo con las expectativas. Ahora, cuando el calendario se aprieta, tiene una oportunidad de oro para resarcirse y volver a ser el goleador que enamora a Europa.
Sus malas actuaciones ante Liverpool y Athletic Club, fallando un penalti en cada una, han opacado otras que sí han sido buenas, pero eso es lo que conlleva ser una estrella. Mbappé tiene una ocasión este sábado a las 21:00 horas en Montilivi de tomar la mejor medicina, que es la de los goles y el buen juego en el partido de la jornada 16 de Liga contra el Girona.
«El problema es que cuando eres una estrella, si no hablas, ¡la gente habla por ti porque tienen que hablar de ti! Todos los días se dice algo mientras que yo no hablé con nadie. Por eso he decidido hablar contigo, porque en algún momento tienes que hablar. La gente tiene que escucharte», clamó Mbappé en Canal +, en un fragmento de la entrevista completa que se emitirá el domingo en la cadena francesa y que sin duda tendrá la atención de todo el fútbol español.
Anelka pide paciencia al madridismo con Mbappé
Ante este escenario, Nicolas Anelka, ex jugador del Real Madrid y compatriota de Mbappé, ha salido en su defensa, pidiendo a todos paciencia y comprensión para permitir que el joven crack explote todo su potencial, paciencia y comprensión que quizá no se tuvo con él en el conjunto blanco hace ahora 25 años.
Una de las claves de este proceso de adaptación es el cambio de posición que se le exige a Mbappé. Anelka explicó que el principal desafío radica en que «ser extremo y ser 9 son roles completamente diferentes». El galo ha construido su carrera destacando por su velocidad y habilidad para explotar los espacios, pero ahora enfrenta una dinámica distinta, jugando de espaldas a la portería y enfrentándose constantemente a defensas cerradas. «Lleva solo un año probándose como 9. Le pedimos que cambie de país, de equipo, de estilo de juego y que domine una nueva posición en cuestión de meses. Eso es imposible», sentenció el ex madridista.