Un Real Madrid tocado y preocupado
El vestuario del Real Madrid sigue muy tocado tras la derrota en el derbi del Metropolitano
Los blancos hacen autocrítica, pero el dolor continúa
Valverde: «Nunca me he negado a jugar de lateral»
El Real Madrid trata de pasar página tras lo sucedido el pasado sábado en el Metropolitano contra el Atlético de Madrid. Después de los cinco goles que recibieron los de Xabi Alonso ante los de Simeone, los blancos intentan olvidar, aunque no es sencillo. Más bien, imposible. Los jugadores saben que lo que sucedió en el derbi es complicado de digerir, porque no estuvieron a la altura en ningún momento de lo que exige un equipo con la historia del 15 veces campeón de Europa.
Las horas posteriores al derbi han sido duras, a pesar de que Xabi Alonso ha tratado de hacer todo lo posible por levantar la moral de una tropa tocada en lo anímico y, también hay que decirlo, en el orgullo. El donostiarra ha hablado con sus jugadores, han analizado lo sucedido en el Metropolitano, ha reconocido errores propios y ha señalado los ajenos, pero hasta el momento no ha sido suficiente, puesto que el luto continúa.
Tras perder el derbi, muchos jugadores del Real Madrid mostraron su preocupación y enfado llamando a pesos pesados de la entidad madridista. La cúpula blanca también estuvo en contacto. Los teléfonos ardieron en las horas posteriores al batacazo y, horas después, el dolor se mantiene. Si en la zona mixta del Metropolitano fue Carvajal, capitán madridista, quien aseguró que había que «tragar bilis», en Almaty ha sido Valverde el que ha tomado la palabra para reconocer que al equipo le faltó actitud y que es algo que no se puede volver a repetir.
La autocrítica de Valverde
«Son partidos en los que no hace falta gritar en alto para motivarse. Son cosas que no deben ocurrir aquí. Podemos fallar en muchas cosas, pero la actitud no se negocia y es lo primero para mostrar que queremos ganar el partido. Mostramos que el empate nos servía y no es así, debemos cambiarlo, empezando por mañana. Intentar agruparnos lo antes posible», aseguraba Valverde en rueda de prensa.
La herida en el vestuario madridista sigue abierta y sangrando horas después del derbi. La derrota ha hecho mucho daño y los jugadores han decidido mirarse a la cara para decirse lo que piensan y, sobre todo, tratar de unirse como equipo. Saben perfectamente que tienen todo por hacer y que todo es reconducible todavía, pero también son plenamente conscientes de que en los últimos partidos contra los grandes no han estado a la altura, mostrando una fragilidad insostenible e incompatible con la historia del Real Madrid.