Remontada de VAR
El Real Madrid sufrió de lo lindo para remontar a un notable Almería que se fue 0-2 al descanso en el Bernabéu
El VAR corrigió tres decisiones de Hernández Maeso, dos de ellas muy claras pero señaló un penalti a favor del Real Madrid precedido por falta en ataque de Rüdiger
Remontada con sufrimiento y VAR. Así ganó el Real Madrid a un notable Almería, que se fue 0-2 al descanso en el Bernabéu. El madridismo la tomó contra su equipo y Ancelotti hizo tres cambios al descanso. Los blancos cambiaron su actitud en la segunda mitad y remontaron con goles de Bellingham, de penalti, Vinicius y Carvajal. El colegiado Hernández Maeso estuvo desastroso y fue corregido por el VAR en tres ocasiones. No duden de que habrá debate arbitral sobre este partido y que durará meses.
Ancelotti tenía resaca. De Copas, dos por una. La de Riad la levantó el Real Madrid tras una semifinal exigente ante el Atlético y una final cómoda frente al Barcelona. La del Metropolitano le sentó al equipo blanco como si fuera de garrafón y se despidió del primer título de la temporada en el mejor de sus tres duelos ante los de Simeone. Mereció pasar el Madrid, pero si en las áreas eres un quesito, blandito y suave, acabas en la calle.
El Real Madrid respira: “A nadie le gusta perder, pero es un alivio”
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— okdiario.com (@okdiario) January 19, 2024
El partido ante el Almería debía ser casi un paseo para el Real Madrid pero Ancelotti no se fiaba, así que puso a su equipo titular. Tchouaméni y Kroos regresaban a un once del que se caían Camavinga y Modric, los dos únicos cambios entre los futbolistas de campo, porque también jugaba Kepa, que tiene pinta que ha vuelto para quedarse con el puesto, salvo que la vuelva a pifiar como en Riad.
El resto eran los mismos que habían jugado en los tres partidos anteriores: Carvajal, Rüdiger, Nacho y Mendy en la defensa; Valverde y Bellingham con Kroos y Tchouaméni, y los dos brasileños, Rodrygo y Vinicius, con la intención de secar la pólvora mojada en el Metropolitano. Parecía rival propicio el Almería, colista que es carne de Segunda, que se presentaba en el Bernabéu sin haber ganado aún un partido en esta Liga.
¿Y saben lo que les digo? Que apenas 39 segundos tardó el Almería en marcar en el Bernabéu. La jugada fue un esperpento defensivo del Real Madrid que podría provocar no ya la destitución sino el infarto en Ancelotti, que calmó su enorme mosqueo echándose al coleto cuarto y mitad de chicles.
El Almería da el primero…
La cosa fue así. Nacho regaló la pelota a un rival en una entrega sencilla y cómoda. Mendy no llegó a por ella y se resbaló, igual que se resbaló Kroos en el repliegue. Nacho y Rüdiger se quedaron enganchados y Tchouaméni regresó caminando. Hasta Carvajal acabó comiéndose el desmarque a su espalda de Ramazani, asistido por Robertone. Para colmo Kepa se venció antes de tiempo y aun así pudo despejar con el pie, pero la pelota acabó dentro.
Flipaba Ancelotti y flipaba el Almería, que no se imaginaba tal escenario de partido en el Bernabéu. El colista se defendía con cinco atrás pero con la línea lejos de su área. El Real Madrid se lamía las heridas del gol y manejaba la pelota sin ton ni son. Apretó y sacó un par de córners el equipo blanco pero sin inquietar demasiado a los visitantes, que han mejorado del equipo desnortado y sin alma que fueron antes de su último relevo en el banquillo.
Al Real Madrid se le consumieron los primeros 20 minutos sin asomarse al área de Maximiano. Respondió el Almería con una contra a la que no llegó Arribas. La jugada colmó la paciencia del Bernabéu, que arreció en unos merecidísimos pitos contra su equipo. No pareció importarles demasiado a los jugadores de Ancelotti, que no subieron ni tres pulsaciones. Y así, con el Madrid espeso y desesperado, llegamos a la media hora.
La viva imagen de la impotencia era Bellingham, que trataba en vano de hacer la guerra por su cuenta como Page en el PSOE. Fue Chumi el que creó en su propia portería la mejor ocasión para el Real Madrid. Su disparo se enveneno y a punto estuvo de batir a Maximiano. También Vinicius empezó a mosquearse con sus compañeros porque nadie atendía a sus centros.
… y el segundo
Y siguieron pasando los minutos sin que el Real Madrid encontrara una mísera ocasión que llevarse a la boca. El Almería, que rascaba cada vez que le tocaba defenderse (faltaría más), estaba a mucho de marcharse al descanso con un resultado que pocos podrían soñar. Los de Ancelotti eran una colección de defectos: nula aportación ofensiva de los laterales, Fede Valverde y Bellingham desaparecidos, Rodrygo invisibles y Vinicius romo.
Y la cosa se puso aún peor para los de Ancelotti en el 42 cuando Edgar se sacó una volea magistral a una asistencia (sin querer) de Nacho en la frontal del área. Esta vez el juicio declaró inocente a Kepa, que se tiró bien pero la pelota era imparable. Pues nada: el Almería se iba 0-2 al descanso con el Bernabéu en estado de shock. Y casi marca el0-3 Ramazani en la última jugada de la primera mitad, pero su disparo tocó en Tchouaméni y se fue a córner.
El mosqueo de Ancelotti fue de época. El técnico del Real Madrid hizo tres cambios al descanso, algo inaudito en la carrera de un entrenador tan conservador como el italiano. Salieron de golpe Brahim, Joselu y Fran García y se quedaron en el vestuario Nacho, Mendy y Rodrygo. Vamos, y quitó a tres porque el Reglamento no le permite cambiar a los once.
Apretó el Real Madrid de salida. A los de Ancelotti les habían entrado las prisas para resolver el entuerto de la primera mitad. Quizá ya era demasiado tarde. Pero al menos había que intentarlo. Una presión de Brahim agitó al Bernabéu y derivó en un centro de Carvajal que no alcanzó por poco Vinicius. Resistía el Almería, consciente de que el segundo tiempo se le acabaría haciendo largo.
VAR, VAR y más VAR
El VAR revisó una mano de Chumi dentro del área tras el remate de Joselu. El colegiado, Hernández Maeso, fue a ver la jugada al monitor advertido por sus compañeros tras el televisor. Pasó por alto un empujón de Rüdiger, que se subió a un rival, y pitó la mano del defensa almeriense, que no admitía dudas como la falta previa del central madridista. La pena máxima la ejecutó Bellingham, que marcó por el centro para poner fin a cinco partidos consecutivos de sequía. Espabilaba el Real Madrid y espabilaba el Bernabéu, que empezó a oler la remontada.
Muy felices se las prometía el Bernabéu, que desconocía que el Almería no había dicho su última palabra. La contra nació de una falta de Dion Lopy a Bellingham, que se comió Hernández Maeso y eso que estaba delante. La contra la selló Arribas, que pidió perdón al marcar el 1-3. Pero menos mal que el VAR advirtió al colegiado de la falta previa del jugador almeriense. Nada, otra vez al monitor y gol anulado al Almería, decisión tan justa como injusto había sido señalar el penalti de Chumi.
El show de Hernández Maeso continuó en el Bernabéu al anular un gol de Vinicius, que remató con el hombro un centro al área. El árbitro lo anuló y otra vez el VAR le advirtió de su error. Otra vez el joven colegiado, que se estrenaba en el partido más asequible que pudieran ponerle, fue al monitor, advirtió su error y dio validez al tanto con el que el Real Madrid igualaba el partido.
El 2-2 desquició a Garitano y a todo el Almería. El Bernabéu era un gran frenopático con un desenlace inesperado. En el 76 el colegiado anuló un gol de Bellingham por fuera de juego previo de Fran García. Aunque fuera por equivocación esta vez sí acertó el desacertado López Maeso. El Real madrid había olido la sangre y apretó de verdad. Maximiano sacó un maravilloso mano a mano ante Vinicius dentro del área pequeña.
Camavinga por Kroos fue el último cambio de Ancelotti, que antes había sacado a Ceballos por Valverde. En el 82 a punto estuvo Bellingham de hacer el tercero en una espectacular chilena que le salió algo desviada. Un minuto después volvió a tenerla el inglés, pero su disparo en la frontal le salió defectuoso y desviado.
El añadido, con los cambios y tres revisiones de VAR, fue de once minutos. Y no era demasiado. El Almería defendía con una línea de siete. Insistió hasta el final el Real Madrid, que encontró el premio (un poco inmerecido) a su tesón en el 98. El tanto lo marcó Carvajal tras un balón al área que puso Brahim al segundo palo y devolvió de cabeza Bellingham.
El Bernabéu estalló de felicidad con el 3-2 y el Real Madrid selló una remontada marcada por el VAR con tres puntos sufridísimos que pueden ser decisivos en la pelea por la Liga. El partido acabó y ahora tendremos una semana de debate. O más.