Horror. Terror. Miedo. Naufragio. Muchos pueden ser los calificativos que se le puede poner al Real Madrid tras el partido de ida de los octavos de final de la Champions que los blancos firmaron ante el PSG. Los parisinos dispararon 14 veces fuera y ocho a puerta. Los madridistas no probaron al meta rival y lo intentaron en tres ocasiones con disparos que no encontraron portería. Los galos sacaron siete córners, los madrileños sólo uno. Mbappé, que todavía es rival, confirmó que es el mejor jugador del mundo. Y encima, Casemiro y Mendy no podrán ser de la partida por sanción. La realidad es que sin reposar hay pocos motivos para creer que el equipo de Carlo Ancelotti pueda dar la vuelta a la eliminatoria, pero si un madridista se para a pensar en ese 9 de marzo encontrará brotes verdes para creer en la machada.
El Real Madrid está vivo
Sin duda, esta es una de las mejores razones para creer. El Real Madrid sigue vivo en la eliminatoria y visto lo visto en los 90 minutos jugados en el Parque de los Príncipes es una gran noticia. Los blancos pudieron salir goleados, Mbappé les hizo vivir una pesadilla y Courtois paró un penalti a Messi. Pero a los madridistas con ganar en el Bernabéu les vale y esto, dicho así, no parece una machada.
Ya han tocado fondo
Peor no se puede jugar. O, en principio, no se debería. El planteamiento del Real Madrid en París fue de equipo pequeño. Los blancos se mostraron rácanos e impotentes y lo terminaron pagando. Eso sí, el resultado es la mejor noticia y en el Bernabéu ni unos pueden jugar tan bien ni los otros tan sumamente mal.
La mística del Bernabéu
Las grandes noches europeas en el Santiago Bernabéu se viven especialmente. Horas después de ver como el PSG les pasó por encima el madridismo está herido, pero a medida que se acerque la vuelta la moral de la afición empezará a aumentar con el objetivo de crear una mística única en Chamartín que lleve en volandas a sus jugadores.
Obligado a cambiar el planteamiento
Las amarillas de Casemiro y Mendy son una mala noticia para el Real Madrid, ya que no podrán estar en la vuelta por sanción. Pero buscando el lado positivo, Ancelotti se verá obligado a dar entrada a jugadores que, posiblemente, merecieron más minutos en el Parque de los Príncipes. La energía de Fede Valverde faltó en París y debería estar en el Bernabéu.