Parte del futuro de Kylian Mbappé empieza a decidirse este martes. El jugador del París Saint-Germain afrontaba su segundo día de pretemporada y estaba previsto que se reuniera con Nasser Al Khelaifi para ver cómo solucionan el culebrón del verano. Su reencuentro se ha producido en el nuevo cuartel general del club, en Poissy. Allí apareció el presidente para fotografiarse junto al resto de la plantilla, en un emotivo homenaje a Sergio Rico, y destacó la distancia entre el directivo y la estrella.
La tensión es máxima. Después de un verano con constantes cruces de declaraciones, el futbolista se incorporó el lunes al trabajo en medio de una gran expectación. Y este martes se ha producido el reencuentro entre Al Khelaifi y Mbappé que, por lo que parece, ha sido bastante frío. A la hora de posar, entre uno y otro hay un grupo formado por hasta 15 personas que les separan. Un distanciamiento acorde a las posturas de ambas partes.
Desde el PSG han deslizado en las últimas semanas que no hay vuelta a atrás con Mbappé. Una vez que ya saben que no ejecutará la cláusula de ampliación automática de su contrato que le permite seguir hasta 2025, la única opción que le dan es la de firmar una nueva renovación. De lo contrario, el club sólo se plantea venderle.
Por contra, el jugador no está dispuesto a renunciar a las primas. El 31 de julio debería cobrar una suculenta suma de 40 millones por fidelidad, por lo que no quiere marcharse. De hecho, ha asegurado que su intención pasa por quedarse en el club hasta junio de 2024, que es cuando finaliza su contrato. Sería entonces cuando podría llegar al Real Madrid, con la carta de libertad.
Sin embargo, el club tiene claro que esa posibilidad no está sobre la mesa. Después de la fuerte inversión que hicieron en la primavera de 2022 por renovar su contrato, con centenares de millones en extras por renovación y fidelidad, así como convertirse en el mejor pagado del fútbol europeo, con un salario de 72 millones de euros, no sopesan el hecho de que pueda marcharse libre en 2024. Por ello, quieren venderle y no parecen dispuestos a bajarse de los 200 millones por sus servicios.
Antes de sentarse frente a frente, han escenificado claramente su distanciamiento. Al Khelaifi y Mbappé han aparecido juntos por primera vez desde que explotase la nueva temporada del culebrón de cada verano y lo han hecho con varios metros de distancia entre ambos. Una escena que pone de manifiesto que, hoy por hoy, será muy complicado que lleguen a un entendimiento.