El manicomio del estadio Santiago Bernabéu no falló a su cita y llevó a los jugadores del Real Madrid en volandas desde incluso antes de que empezara la batalla contra el Arsenal. La afición arropó a los hombres de Carlo Ancelotti desde el calentamiento. Si los decibelios subieron con la salida a calentar de los porteros, aumentaron notablemente cuando los jugadores de campo pisaron por primera vez el césped. Al grito de «¡cómo no te voy a querer!», los blancos saltaron al terreno de juego. Después, desde el fondo sur se coreó cada uno de los nombres de los jugadores de campo.
Otro momento álgido llegó con las alineaciones. La afición del Real Madrid coreó cada uno de los nombres de los jugadores de Ancelotti. No era para menos: la noche lo merecía. Y, a continuación, el gran momento: el himno del madridismo, el himno de la Décima. El «¡Hala Madrid y nada más!», sonó como pocas veces lo había hecho. Al mismo tiempo, desde el fondo sur se desplegó un gran mosaico en el que se pudo ver a un dios jugando al ajedrez y las últimas víctimas del madridismo. Todo esto acompañado del siguiente mensaje: «La fábrica de los sueños, haz el tuyo real».
En busca de la gesta
Real Madrid y Arsenal se miden en el estadio Bernabéu en la vuelta de los cuartos de la Champions. Los blancos deben buscar la machada. En el partido de ida, disputado en el Emirates el pasado martes, los madridistas perdieron por 3-0 con dos golazos de falta de Declan Rice y otro más del español Mikel Merino.
Por lo tanto, el Real Madrid busca una auténtica gesta. Los blancos tienen que remontar tres goles para seguir vivos en la máxima competición continental. Para ello, necesitan hacer un partido casi perfecto y contar con el apoyo de un estadio Santiago Bernabéu que estará al lado de sus jugadores desde el minuto uno.
El Real Madrid está convencido de que puede lograr la machada. No será sencillo, pero los blancos lo intentarán hasta el final y en la caseta madridista están seguros de que las opciones de lograr la remontada son muchas. «Vamos a ser un equipo totalmente diferente», tienen claro en el vestuario madridista.
En esa caseta del Emirates fueron varios los jugadores que tomaron la palabra, y el mensaje siempre fue el mismo: «Lo vamos a hacer». En la plantilla madridista saben que estuvieron muy lejos de su nivel en el partido de ida, pero también son plenamente conscientes de que, si recibieron tres goles del Arsenal en algo más de media hora, en 90 minutos y con un Bernabéu encendido a su favor, pueden ser capaces de absolutamente todo.
