Sólo Bélgica quiere que Hazard se opere
Los médicos del Real Madrid, un especialista de Dallas y el doctor James Calder, que le operó en 2017 en Londres, desaconsejan una nueva intervención en el tobillo y apuestan porque Hazard siga un tratamiento consevador.
El estrés lesiona a Hazard
Operarse o no operarse, ésa es la cuestión. Eden Hazard sigue viviendo su particular infierno y no sabe si volver a pasar por el quirófano para terminar con su particular vía crucis de lesiones musculares. Casi todas las opiniones médicas le desaconsejan que belga vuelva a operarse para retirar la placa que le colocaron el año pasado.
Así se lo han comunicado a Hazard primero los médicos del Real Madrid, después un traumatólogo especialista en tobillo de Dallas y, este mismo miércoles, el doctor James Calder, que le operó en 2017 en Londres cuando jugaba en el Chelsea.
Sólo los médicos de la Federación de Fútbol de Bélgica quieren que Hazard se opere para que pueda terminar de una vez con todos los problemas musculares que arrastra por sus malos apoyos y, de paso, para estar en el mejor estado posible para la Eurocopa.
Al final Hazard se encuentra en la tesitura de tomar él la decisión final como paciente. El Real Madrid respetará lo que quiera hacer el jugador aunque considere que el quirófano es la opción menos apropiada. El belga se enfrenta a lo que decía aquel anuncio de chicles Trident en los años 80: «Nueve de cada diez dentistas recomiendan un chicle sin azúcar». Pero el dentista que recomienda el chicle con azúcar es precisamente el belga.
La decisión de Hazard
La decisión es para un Hazard que aprovechó el partido del Real Madrid ante el Atalanta para marcharse a Londres con permiso del club para visitar al doctor James Calder, que le operó el tobillo en 2017. Revisado el estado de la articulación el diagnóstico del traumatólogo inglés fue que no ha lugar a una nueva intervención porque la articulación no está dañada y la placa que le colocaron en 2020 realiza su función.
Los médicos del Real Madrid fueron los primeros en recomendar a Hazard que no se operase. El belga, hundido anímicamente con sus repetidas lesiones musculares, trata de ver problemas donde no existen. Por ello, los doctores del equipo blanco intentaron hacerle ver que la lesión del psoas no era grave y que perfectamente podría estar jugando en cuatro semanas, antes de que concluyera el mes de abril.
En el Real Madrid creen que Hazard podría ser un jugador importante en la recta final tanto de la Liga como de la Champions, siempre que el equipo blanco supere la ronda de los cuartos de final que se sortea este viernes. El club blanco cree que si, terminada la temporada, Hazard sigue con sus molestias, sería entonces el momento de valorar una nueva intervención.
Mientras, Hazard sigue deshojando la margarita. Está en un mar de dudas y no sabe si lo mejor es operarse o seguir en recuperación hasta que sus dolencias musculares desaparezcan. En el Real Madrid sólo tienen claro una cosa: será el jugador quien decida y desde el club se apoyará cualquier decisión que tome Hazard.