Liga Santander: Getafe - Real Madrid

Militao anima la Liga

Un error infantil, imperdonable y obsceno de Militao provocó la derrota del Real Madrid en Getafe y, de paso, le pone algo de emoción a la Liga en el primer partido del año. Los blancos fueron incapaces de sobreponerse al grosero error del brasileño y al planteamiento de emboscadas trazado por Quique Sánchez-Flores. Ancelotti se quejó con razón de la dureza del Getafe e intentó utilizar a Hazard y Marcelo como revulsivos. Nada le funcionó.

Año nuevo, Ancelotti viejo. Con la Liga encargada antes de Navidad, Carletto no pensaba tirar a las primeras de cambio la distancia de seguridad conseguida por méritos propios y deméritos de los demás, justo es decirlo. Así que el entrenador del Real Madrid dispuso un once muy positivo, casi de gala, que hubiera sido tal de haber podido contar con los ausentes Carvajal y Vinicius.

Sin Hazard, eso sí. El belga, que había sido titular en los dos últimos partidos antes de Navidad, arrancaba el año en el banquillo, quien sabe sí víctima de los turrones que tanto le gustan. Sí estaba Courtois, con su falso positivo a cuestas, flanqueado por una línea de cuatro integrada por Lucas, Militao, Alaba y Mendy. Delante, los inseparables Casemiro, Kroos y Modric precedían a un tridente en el que de nuevo se hacía sitio Asensio, al lado de Benzema y de un Rodrygo que recuperaba el puesto perdido. Y con estos once se medía el Real Madrid a un Getafe necesitadísimo en el duelo que alzaba en telón a la Liga en 2022.

Por eso los de Quique Sánchez-Flores no hicieron prisioneros desde el principio. Un par de cornadas a Modric y a Asensio fueron los avisos de lo que se iba a encontrar el Real Madrid en el Coliseum. El duelo había nacido premeditadamente trabado por el Getafe, que incomodó a los de Ancelotti como un traje estrecho.

No habíamos llegado ni a los diez minutos de partido cuando Militao se vistió de Papá Noel y perdió una pelota fácil en la frontal. Fue una pérdida estúpida, obscena, que dejó a Enes Ünal solo ante Courtois. Fue una Militada, de esas que nos tenía acostumbrados en cada partido… hasta esta temporada. El delantero turco del Getafe no perdonó y adelantó a los de Quique.

Santa Claus Militao

Ancelotti alucinaba con la cantada de su central, gravísima e impropia de un futbolista profesional. La pifia de Militao despistó a todo el Real Madrid, que no le cogió el aire al partido. Incluso pudo encajar el segundo minutos después de que entre el ínclito Militao y Alaba estuvieran a punto de liarla muy parda. No lo aprovechó Maksimovic, que la echó fuera.

Poco a poco el Modric se echó a la espalda al Real Madrid esquivando emboscadas y tarascadas. El croata tuvo un par de disparos, el segundo de ellos repelido por el larguero de David Soria. También la tuvo Kroos en el 19 tras una jugada coral del equipo de Ancelotti. El disparo del alemán dentro del área se marchó arriba. Definitivamente, el equipo madridista se había enganchado al partido.

El duelo se inclinó hacia el área del Getafe, que se pertrechó atrás para cuidar el tesoro del 1-0. Parecía cuestión de tiempo que el Real Madrid lograra el empate. Y de puntería. Ancelotti le daba al chicle como si no hubiera un mañana y le daba también vueltas a la cabeza para ver cómo le podía meter mano al entramado defensivo dispuesto por Quique.

Sin noticias de Asensio, intimidado en la primera entrada de Olivera, Modric trataba de asociarse con Benzema, siempre rodeado de defensores azulones. Rodrygo trataba de mostrarse sin éxito. Sin noticias de los laterales, Lucas y Mendy, inéditos en ataque. Mientras el Getafe seguía a lo suyo: defenderse y pegar tarascadas cuando hacía falta.

El plan Hazard-Marcelo

Y así se fueron consumiendo los minutos, con el vértigo de los que preceden a las campanadas, hasta llegar al descanso con la sorprendente victoria del Getafe, un milagro navideño provocado por un regalo de Militao. Ancelotti, que había sido amonestado, esperó al trío arbitral para expresar sus quejas por las reiteradas faltas del Geta.

El técnico del Real Madrid se lio la manta a a cabeza en el descanso y metió de golpe a Marcelo y Hazard. Sacó del campo a Mendy y Asensio, invisible en la primera parte. La idea de Ancelotti era buena: abrir mucho el campo con Marcelo por la izquierda y permitir cierta libertad a Hazard, ubicado también en esa banda, para que el belga pudiera asociarse con Benzema y Rodrygo.

El Getafe no alteró un centímetro su plan de defender con todo. Con uñas, dientes y lo que hiciera falta. El Real Madrid trataba de manejar la pelota, pero no era capaz de dar tres pases seguidos, sobre todo porque al segundo se encontraban con un jugador azulón que les daba el alto como si fuera un guardia civil.

Ancelotti seguía sin verlo claro, igual que sus jugadores. Quitó a Rodrygo por Mariano y pasó a jugar con dos nueves. Justo en ese minuto Marcelo, jugando casi de chupagoles, se asoció con Benzema en el área, pero el disparo del francés de marchó fuera.

En el 71 Marcelo reclamó un penalti por agarrón de un jugador del Getafe, pero no tuvo fuerzas ni  para tirarse. Había tocado a rebato el Real Madrid para poner cerco al área de David Soria. Se sucedieron llegadas, córners y ocasiones. Casemiro desde la frontal en el 76 hizo lucirse a David Soria con una palomita espectacular. Luego Mariano cabeceó arriba un buen centro de Militao en el 79.

Ancelotti quemó las naves con sus dos últimos cambios: Isco por Kroos y el canterano Peter Federico por Lucas. Era el 84 y el Real Madrid se fue a morir en el área del Getafe. Lo intentó por tierra, mar y aire, pero nada bastó. Los blancos estrenaron el 2022 con el pie izquierdo y una inesperada derrota en Getafe que anima la Liga… gracias al error garrafal de Militao.

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