Gabri Veiga pasa examen en el Bernabéu
Gabri Veiga será mirado con lupa en el partido que el Celta jugará en el estadio Santiago Bernabéu. El gallego llega al coliseo madridista siendo uno de los futbolistas que la entidad blanca tiene en su agenda para el próximo verano. La decisión en el club sobre si ir con todo o no a por su fichaje no está tomada, pero seguro que lo que haga sobre el verde de Chamartín será importante para tomar una decisión. Ancelotti ha asegurado en la rueda de prensa previa al choque que es «un jugador con calidad que lo está haciendo muy bien».
En el Real Madrid creen que el talento gallego tiene nivel para jugar en un equipo de élite y también son conscientes de que tendrán una dura competencia por su fichaje. Por eso ya se han movido, aunque todavía no han ido al cien por cien a por él.
La entidad madridista conoce el precio del jugador, que son 40 millones de euros de cláusula. En el Real Madrid no son partidos de pagar cláusulas, pero saben que negociar con el Celta de Carlos Mouriño será imposible. Por ello, creen que no quedará otra opción, salvo que los gallegos acepten el fichaje y que el jugador se quede un año más cedido en Balaídos. Una opción que ambos clubes no verían mal, pero que el futbolista no tiene tan claro.
En Valdebebas llevan tiempo siguiendo a un futbolista con un enorme talento y los informes que manejan de él son excelentes. En lo deportivo, en el Real Madrid destacan su gran técnica, algo que están convencidos de que mejorará aún más, su potente físico, especialmente su poderoso tren inferior, y su sacrifico dentro del campo. La posición del gallego es la de interior, aunque también puede jugar de pivote o de mediapunta. Además, tiene llegada y un potente disparo. En lo humano, en Valdebebas saben que Gabri es un futbolista joven, pero con la cabeza amueblada, muy educado y con otras ambiciones, además de la pelota. De hecho, estudia periodismo.
El Celta lo da por perdido
«Bajo ningún concepto queremos vender a Veiga, pero también digo que nos lo van a comprar y ahí no podemos hacer absolutamente nada. Conocemos alguna de las ofertas que ha tenido Gabri y por mucho que quisiéramos no tendríamos cabida para pagarle lo que le pagan otros equipos. Ese sentimiento que tiene de celtista, que además lo demuestra, que llegamos a las dos de la mañana de jugar y al día siguiente estaba viendo al Celta B. Si se va, que depende de él, pero entendemos que es irrechazable, tendrá las puertas abiertas para regresar. No lo queremos vender, pero nos lo van a comprar», aseguró hace unas semanas Carlos Mouriño, presidente del Celta.