Los dilemas de Xabi Alonso
Resistir o construir, sobrevivir o crecer. Ante estos dilemas se encuentra un Xabi Alonso que vive un examen diario que se filtra desde el Real Madrid a la prensa. No es lo mismo ganar tiempo para construir un equipo con posibilidades de salir campeón, que simplemente estar en un ejercicio de supervivencia sin mirar más allá. La decisión de darle todo el partido de Copa a Mbappé invita a pensar que ahora mismo Xabi Alonso no mira más allá que al siguiente partido.
Lo paradójico en el Madrid de Alonso es que parecía haber más señas de identidad propias en agosto que en diciembre. Al margen de que el entrenador del Real Madrid hoy tenga más información sobre su plantilla que en verano, resulta difícil negar que se haya sentido obligado a hacer varias renuncias para ganarse al vestuario.
Ganar al Sevilla le debería garantizar el 2026 como entrenador del Madrid y tener unos cuantos días de trabajo con la plantilla debido al calendario que presenta el mes de enero y la concentración en Arabia motivada por la disputa de la Supercopa. De llegar allí, Xabi Alonso tendrá la oportunidad de recuperar una serie de fundamentos de su libreto que no debería reñirse con una gestión realista de la plantilla y sus particularidades.
Creo que Xabi Alonso merece ese tiempo. De hecho, yo le daría la temporada entera siempre y cuando tuviese claro que impondrá los mismos criterios que le han llevado a ser uno de los entrenadores más codiciados de mercado. La experiencia y el aprendizaje adquirido estos meses deben estar al servicio de los principios más elementales de su idea futbolística.
Algo parece claro: el madridismo no está pidiendo en su mayoría un cambio en el banquillo. Si se apunta a algo, es a una plantilla que ya falló el año pasado con otro técnico. Xabi debería sentir que eso le otorga libertad de decisión y que en caso de conflicto, el público no apuntará hacia él. Ojalá el tiempo lo demuestre.
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