La conjura en el vestuario del Real Madrid progresa adecuadamente. Como era de esperar, a medida que se acerca la hora del encuentro, el cosquilleo aumenta considerablemente. Dentro y fuera de Valdebebas. «¿Remontamos?», es la pregunta que más se repite entre la afición madridista. ¿La respuesta? Habitualmente se buscan argumentos irracionales para confirmar que puede pasar. «¿Y si sí?», es otra pregunta que se suele hacer el madridismo medio. Mientras, en la caseta empiezan a creer en lo imposible. Como dice uno de los múltiples vídeos que ha mostrado Real Madrid TV en las últimas horas: «No sé por qué creemos si es imposible… o no».
«Vamos a ser un equipo totalmente diferente», tienen claro en el vestuario del Real Madrid. Los jugadores blancos siempre han creído. Desde el momento en el que llegaron al vestuario tras ver cómo el Arsenal les endosaba un 3-0 tremendamente doloroso, del que no tardaron en levantarse.
En ese vestuario del Emirates fueron varios los jugadores que tomaron la palabra y el mensaje siempre fue el mismo: «Lo vamos a hacer». En la plantilla madridista saben que estuvieron muy lejos de su nivel en el partido de ida, pero también son plenamente conscientes de que, si recibieron tres goles del Arsenal en algo más de media hora, en 90 minutos y con un Bernabéu encendido a su favor, pueden ser capaces de absolutamente todo.
El Real Madrid comenzó abiertamente la ‘operación remontada’ este lunes, después de cerrar la victoria contra el Alavés. Tres puntos que permiten a los madridistas seguir en la pelea por la Liga y, ahora sí, centrarse en una gesta en la que saben que deben estar a la altura, ya que la afición no fallará.
Una cuestión de «vergüenza»
La plantilla del Real Madrid lo va a intentar por «vergüenza». Sí, saben que no estuvieron a la altura. Que no supieron competir en media hora en la que todo salió mal y en la que no tuvieron ningún tipo de reacción. Otra vez, como ya pasó esta temporada, en dos ocasiones contra el Barcelona, frente al Milan o ante el Liverpool.
La plantilla de Ancelotti sabe que no está bien. Nadie les tiene que contar el momento futbolístico que viven. Saben que, si hay que pensar con la cabeza, si hay que agarrarse a lo racional, lo tienen muy complicado. En estos momentos, el Arsenal les supera en muchas cosas. Por ello, prefieren agarrarse a lo irracional, a ese momento en el que el Bernabéu entra en éxtasis y lo imposible se convierte en cotidiano. Los jugadores saben que le deben una al madridismo y, por delante, tienen tres días para generar una comunión junto a su gente que les permita lograr la gesta.