Jude Bellingham ha aprendido la lección de que cualquier protesta arbitral en el fútbol español puede salirle muy cara. Escarmentado por la sanción de dos partidos que le cayó tras el polémico partido frente a Valencia en Mestalla, este domingo no dijo nada cuando pudo sufrir un penalti durante la victoria de su equipo frente al Athletic.
De hecho, las cámaras televisivas captaron un gesto muy gráfico de Bellingham tras una de las acciones polémicas de la noche en el Santiago Bernabéu. En vez de protestar a Alberola Rojas, se llevó una mano a la boca e hizo ese gesto tan gráfico de cerrar la boca como si fuera una cremallera. Sabe que le irá mejor si se mantiene en silencio y se dedica solo a jugar apoyado en su inmenso talento. «No sé lo que piensa Bellingham de los árbitros, pero ha aprendido muy bien lo que tiene que hacer: callarse», celebró Carlo Ancelotti después del partido.
Hace un mes, el Comité de Competición castigó al expulsado Bellingham con dos encuentros por dirigirse al colegiado del Valencia-Real Madrid con «actitud agresiva y gritando» en aplicación del artículo 144 del Código Disciplinario de la RFEF. En la sanción, además de los dos partidos, se añadió también una económica al futbolista, que tendrá que pagar 600 euros.
El británico en ningún momento insultó a Gil Manzano, tal y como recogió el propio colegiado extremeño en el acta del encuentro. «En el 99′, el jugador Bellingham, Jude Victor William fue expulsado por el siguiente motivo: Tras la finalización del partido y aun en el terreno de juego, se dirigió a mí corriendo y en actitud agresiva y a gritos, repitiendo en varias ocasiones: ‘it’s a fucking goal’», se podía leer en el acta que escribió Jesús Gil Manzano de aquel encuentro en Valencia.
Por ello, el Real Madrid recurrió la sanción de dos partidos impuesta por el Comité de Competición ante el Comité de Apelación y el organismo de la Real Federación Española de Fútbol finalmente decidió mantener la sanción de dos partidos. De esa manera, Bellingham se perdió por sanción los partidos ante el Celta y Osasuna en la Liga EA Sports. De hecho, no había vuelto a jugar en Liga hasta este domingo contra el Athletic.
«No dije nada ofensivo, no dije nada diferente a lo que dijeron mis compañeros y creo que a veces porque soy nuevo quieren dar ejemplo conmigo. Al final tengo que ser responsable de mis actos y no estoy orgulloso, pero creo que dos partidos por ello es un poco ridículo, pero si son dos partidos he de asumir mi responsabilidad y animaré desde la grada», afirmó Bellingham en zona mixta tras el partido de Champions ante el Leipzig.
Bellingham también fue investigado esta temporada por un posible insulto a Mason Greenwood durante el encuentro que disputaron Getafe y Real Madrid en el Coliseum. Después de varias semanas intentando esclarecer si hubo insulto del jugador madridista, finalmente se confirmó que el caso quedaba archivado.