La Dea, el equipo de Lombardía que vive acostumbrado a estar bajo la sombra de Inter y Milan, mantiene el pulso en una Serie A que lidera tras imponerse a sus vecinos rossoneri. De Ketelaere, ex milanista para más inri, en el inicio del partido y Lookman en el tramo final sellaron el noveno triunfo consecutivo de una Atalanta que reproduce su gran compostura antes de recibir el Real Madrid en Champions.
Poco o nada tiene que ver el actual equipo de Gasperini con el que claudicó en la Supercopa de Europa en Varsovia allá por el mes de agosto. Ni por los nombres ni por la forma. En Polonia arribó la Atalanta plagada de ausencias capitales. Koopmeiners, Scalvini, Scamacca, Toloi, El Bilal Touré y Zaniolo fueron baja por lesión.
Han pasado cuatro meses de recuperaciones y rodaje italiano para un equipo peligroso arriba y al alza atrás. Ya no es aquella Atalanta que aceptaba el tiroteo azaroso en cada partido. Mantiene una sobresaliente producción ofensiva, son los máximos goleadores del campeonato, y este curso han elevado sus prestaciones defensivas.
No es el muro más resistente, pero sí existe y se sostiene en pie, que ya es más que otras temporadas. Mantiene Gasperini su clásica formación de tres centrales y dos carrileros con Ruggeri y Bellanova actuando por los costados de manera eficiente. Generan solidez atrás y superioridad cuando se prolongan arriba.
El mejor Atalanta espera a un dubitativo Real Madrid
Un ataque, el de la Atalanta, con tres nombres propios. De Ketelaere, Lookman y Retegui. El primero, comprado de manera definitiva al Milan tras una exitosa cesión, tiene mucha movilidad y se encarga de dar el último pase que materializan los otros dos. Ambos integrados en los primeros cuatro puestos de goleadores.
Especialmente Retegui, capocannoniere cuando el Real Madrid arribe en Bérgamo. El italiano no entra demasiado en el entramado juego de la Atalanta, pero es dañino dentro del área. Se siente cómodo el cuadro lombardo jugando en campo rival, no tanto en el propio. No es una defensa rápida, aunque sí más compacta.
Cualquier parecido entre el encuentro del próximo martes y el disputado en agosto es pura coincidencia. Ni un equipo ni otro llegan de la misma forma. La Atalanta lo hace subido en un tren de alta velocidad, mientras que el Real Madrid en uno que intenta no descarrilar. Tampoco lo afrontan del mismo modos los protagonistas.
Lookman se ha reencontrado con el gol y estará más acompañado en ataque, nada tendrá que ver con su pelea individual en Varsovia. Mientras que Mbappé, que aquel día, su primero vestido de blanco, debutó celebrando gol y título, ahora anda peleado consigo mismo y sumergido en una espiral de angustia y ansia.