Liga: Alavés-Real Madrid

El Alavés-Real Madrid se paró por gritos de «¡Asencio muérete!» en Mendizorroza

El encuentro entre Alavés y Real Madrid se tuvo que detener después de que desde la grada se desease la muerte de Asencio

Soto Grado fue el encargado de detener el encuentro

El encuentro que enfrentó a Deportivo Alavés y Real Madrid en Mendizorroza se tuvo que detener a los 74 minutos de partido después de que desde el fondo del estadio vitoriano, donde se sitúan los radicales del conjunto vasco, se desease la muerte al jugador madridista Raúl Asencio. «¡Asencio, muérete!» y «¡Asencio, escoria, fuera de Vitoria!», fue lo que se pudo escuchar en el estadio y lo que provocó que Soto Grado, árbitro del partido, lo detuviese hasta que tanto por la megafonía como por los videomarcadores se informase que se condenaban estos actos.

Este clima de hostilidad contra Asencio tiene precedentes. En San Mamés, parte del público del Athletic, también le brindó una sonora pitada cada vez que el balón pasaba por sus botas. También el central sufrió algo semejante el estadio de Montilivi, en la visita del conjunto blanco a Girona. Y se repitieron en el Reale Arena, durante la ida de las semifinales de la Copa del Rey que enfrentaron a Real Sociedad y Real Madrid. Aquella noche, también se tuvo que parar el partido.

Ancelotti defendió a Asencio de estos ataques

Aquella noche, Carlo Ancelotti reconoció tras el encuentro que a Asencio le afectaron estos cánticos: «Se ha actuado bien. Vinicius avisó al árbitro y él hizo lo que se debía hacer. Se ha actuado bien. Estaba afectado. Lo cambié por eso y por la amarilla. A nadie le gusta que le canten muérete en un estadio».

En el minuto 19, Soto Grado, árbitro de campo, y Gil Manzano desde el VAR anularon el gol del propio Asencio en un córner. El central del equipo blanco forcejeó con Joan Jordan para conseguir rematar de cabeza a la red, pero una supuesta falta previa de Antonio Rüdiger al portero Jesús Owono invalidó la jugada.

El alemán simplemente metió la cadera para facilitar que la pelota llegase a su compañero en situación clara de marcar y el guardameta de 1,81 metros se venció al césped para fingir esa falta que posteriormente a ojos de Soto Grado y Gil Manzano fue meritoria de anular un gol. Tal fue levedad de la misma que hasta daba lugar a pensar que la entrada era del propio Asencio sobre Jordan.

Rüdiger rebañó el toque de Asencio, pero el balón ya había superado la línea de gol. El tanto no subió al marcador porque Gil Manzano avisó de esa polémica falta a Soto Grado y este no se lo pensó ni un segundo a la hora de acudir a la pantalla del VAR para revisar la acción. El colegiado volvió a arbitrar la jugada y el Real Madrid no pudo adelantarse contra el Alavés en el estadio Mendizorroza de Vitoria.

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