Liga F: Real Madrid-Barcelona

El Barcelona no da opción al Real Madrid en el Clásico

Aitana Bonmatí y Graham Hansen resuelven un nuevo Clásico femenino a favor del Barça (0-3)

El Real Madrid dio la cara durante la primera parte, pero terminó sucumbiendo ante dos de las mejores jugadoras del mundo

Aitana y Hansen no dieron opción al Real Madrid en un nuevo Clásico en el que el Barcelona se llevó los tres puntos. Las dos fueron las principales protagonistas de un encuentro en el que –esta vez sí– hubo igualdad y en el que las blancas dieron la cara. Pero cuando se juntaron las dos estrellas del Barça, pusieron fin a las esperanzas de las madridistas por rascar por fin algo positivo. Antes, Rolfo había adelantado a las culés y, ya en la segunda parte, la noruega lideró a las de Giraldez para sentenciar el choque, con una asistencia mágica a la Balón de Oro y firmando el tercero con otra obra de arte.

El duelo amenazaba a una nueva tormenta sobre el Di Stéfano, en forma de goleada para las culés, que este curso se habían impuesto por autoridad, por 5-0 y 4-0, a las madridistas en sus tanto en sus cruces en Liga como en Supercopa. Con nueve puntos de ventaja entre ambos equipos, nada hacía presagiar que el conjunto blanco pudiera meterse en la lucha por el título de cara a las últimas jornadas. Todo, a pesar de que encadenaban ocho victorias y un empate seguidos en la competición y que las culés llegaban tras sufrir en Noruega para ganar al Brann en Champions.

Para el duelo, Toril puso el mejor equipo posible. Sin Oihane, única baja significativa de las madridistas, junto a las de larga duración de Weir y Camacho, el técnico optaba por dejar en el banquillo a Kathellen o Moller y optar por Rocío, Zornoza y por Kenti Robles en el lateral diestro. Salían las blancas con: Misa; Kenti, Ivana, Rocío, Olga; Toletti, Teresa, Zornoza; Athenea, Linda y Bruun.

También salía con un equipo más que reconocible Jonathan Giraldez. El técnico formaba, en el que era su último Clásico, sin Alexia Putellas y sin Mariona, pero con un equipo de plenas garantías: Cata Coll; Batlle, Paredes, Engen, Rolfo; Walsh, Aitana, Gijarro; Graham Hansen, Pina y Salma. Pese a que jugarán Champions el próximo jueves, no hubo rotaciones en el once de las culés de cara al duelo en Valdebebas.

El Barça trató de resolver el partido por la vía rápida y parecía que lo haría cuando, en el minuto 10, Fridolina Rolfo adelantaba a las culés rematando al segundo palo un centro de Batlle. Habían salido las blancas de la cueva y, tras acercarse a los dominios de Cata, pero se encontraron con una respuesta contundente por parte de las de Giraldez, que no perdonaron en la primera que tuvieron.

El Madrid dio la cara ante el Barcelona

Sí que lo hicieron minutos después cuando Pina no acertó a mandar a portería un centro desde la derecha, al que llegó muy forzada y ante el que Misa no tenía nada que hacer. Pero reaccionaron las madridistas, que llegaron a dominar durante la primera mitad y a buscar un empate que se resistió. Estuvieron a punto de encontrarse con él cuando Paredes desvió un centro y la pelota impactó en el palo.

Antes, había llegado la primera polémica del encuentro. Athenea vio la amarilla por protestar una falta muy clara. Se marchaba en velocidad y sin oposición, saliendo desde su campo ante un balón en largo de Misa, hacia el área rival, pero Engen la derribó por detrás. Aquella acción hizo explotar al Di Stéfano, entre gritos de «¡corrupción en la Federación!» y enchufó a las blancas, que comenzaron a dominar con claridad y a meter al Barça atrás, aunque sin tener muchas opciones reales.

Ante el dominio del Real Madrid, le costó retomar el control al Barcelona, que cuando lo hizo, pudo sentenciar. Apretaron el acelerador en el tramo final de la primera mitad y Hansen mandó un disparo muy cerca del palo. Quien sí perdonó fue Aitana en dos ocasiones, donde obligó a Misa a lucirse. Primero, con un disparo desde fuera del área y, después, tras un error de la propia portera, que tratando de sacar el balón jugado se lo dio a la catalana. Pero se repuso bien del fallo, la encimó y evitó el segundo con un pie salvador.

Salma se sacaba un zapatazo al travesaño con el que, prácticamente, se cerraba una primera parte más igualada de lo esperado. A pesar de que las oportunidades habían sido claramente para el Barcelona, el Real Madrid resistía a base de un dominio de balón que le había permitido llegar a encerrar durante buena parte del primer acto a las azulgranas en su campo y que les había enseñado el camino hacia el empate.

Y eso buscaron nada más comenzar la segunda, con una buena internada de Athenea por su costado que terminó en un pase atrás al que no esperaba nadie. La explosividad de la cántabra parecía una de las claves a las que debían aferrarse las madridistas para tratar de rascar algo positivo, algo que había quedado patente en la primera mitad y en lo que trataron de incidir en la segunda.

Hansen y Aitana deciden el Clásico

Aunque lo que llegó fue el segundo del Barça, obra de Aitana Bonmatí. La Balón de Oro, que lo había buscado con insistencia en la primera, aprovechó en el 55′ una genialidad de Hansen para poner el 0-2 y dejar visto para sentencia un nuevo Clásico. La noruega bailó sobre la línea de fondo para marcharse y poner un pase atrás que encontró a la catalana. Apenas dos minutos después, pudo Hansen poner su firma con un gol, pero mando su remate a bocajarro fuera.

Mientras que la nórdica está brillando con luz propia este año, la catalana ha logrado todos los reconocimientos habidos y por haber y, en este Clásico, fueron las encargadas de certificar el triunfo de las culés. Buscaron hacerlo de forma individual durante la primera parte, pero no fue hasta que conectaron cuando consiguieron doblegar a la férrea defensa de las madridistas, que fueron incapaces de resistir.

La exhibición de Hansen, que ya había sido la principal protagonista de la goleada en Montjuic en diciembre, se cerró con un golazo. Con las madridistas bastante tocadas en el apartado anímico tras el segundo gol, la noruega apareció en el área, se zafó de la defensa y batió sin oposición a Misa para certificar una nueva victoria de las azulgranas en el Clásico, la decimoquinta consecutiva.

No hubo más historia. El Real Madrid volvió a verse superado con claridad por un Barcelona que sigue a años luz de las de Valdebebas. Sin embargo, la parte positiva para las de Toril es que, en esta ocasión, sí que consiguieron plantar cara durante buena parte del partido. Se quedan las blancas en la segunda posición, con seis de ventaja respecto al tercero, el Levante; mientras que el Barça encarga un nuevo título de Liga, aventajando a las madridistas en 12 puntos.

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