UEFA Youth League: Salzburgo 1-2 Real Madrid

Raúl mete al Real Madrid por primera vez en la final de la Youth League (1-2)

El Real Madrid venció 1-2 al Salzburgo y se clasifica por primera vez en su historia para la final de la UEFA Youth League. Latasa y Miguel Gutiérrez hicieron los goles del equipo dirigido por Raúl. Los blancos se medirán el martes a las 18:00 al Benfica.

A la cuarta fue la vencida. Tras tres semifinales llenas de infortunios, el Real Madrid ha conseguido derribar un muro que se ha resistido como pocos para una de las mejores canteras del planeta fútbol ganando al Salzburgo (1-2) en semifinales y plantándose en la gran final de la UEFA Youth League, donde le espera el Benfica, precisamente el equipo que más malos ratos le ha hecho pasar a los blancos en esta competición. Los chicos de Raúl se apoyaron en el conjunto para vencer a un equipo austriaco que fue inferior en la primera mitad e igualó fuerzas en la segunda. Latasa, que será baja en la final por sanción, y Miguel Gutiérrez hicieron los goles de los blancos.

Ya lo avisó Raúl en el mes de junio cuando aceptó el reto de dirigir la nave del Real Madrid en una edición de la Youth League marcada por el maldito coronavirus, como la vida de todos nosotros desde el pasado mes de marzo. El objetivo no era otro que ganarla y la realidad es que están a 90 minutos de conseguirlo.

La UEFA decidió que su ‘Champions Juvenil’ tenía que terminar, al igual que la de los mayores y la Europa League. Y con el mismo formato para todos los torneos y poniendo su casa, Nyon, como sede, el máximo organismo continental reanudó un torneo lleno de atractivos donde tras mucho pelearlo el filial blanco ha logrado plantarse en la gran final.

Para conseguirlo, el Real Madrid se mostró superior a un Salzburgo que fue de menos a más en el partido. A los tres minutos, un error defensivo era aprovechado por Marvin que, tras deshacerse del portero, cedía a Latasa para que el goleador no fallase e inaugurase el marcador. A los 6’, otra mala acción de los chicos de Red Bull era aprovechada por Arribas, que cuando parecía que iba a hacer el segundo veía como el balón se estrellaba con la madera. Y en la siguiente oportunidad otra vez Marvin encaraba y, como en el gol, cedía a Latasa, que en esta ocasión disparaba alto.

No habíamos llegado al minuto 10 de partido cuando el Real Madrid había hecho un gol y podían haber sido dos más. El Salzburgo veía como los chicos de Raúl no les daban opciones. Toni Fuidias, titular en semifinales en detrimento de Luis López, tuvo poco trabajo gracias a la labor defensiva de un equipo perfectamente equilibrado y comprometido. Los blancos mandaban y su poderío se acrecentó con el segundo gol de Miguel Gutiérrez. Uno de los ojitos derechos de Zidane en La Fábrica se lanzó al ataque, pisó área, disparó y, tras tocar la pelota en un defensa rival, engañó lo suficiente al portero para terminar besando la red. Un tanto que hacía justicia y que daba tranquilidad a un equipo que acariciaba la final, aunque aún le tocaría remar para conseguirlo.

A la final, pero sufriendo 

El segundo acto mantenía la dinámica en su arranque, hasta que Santos tocaba a Adeyemi dentro del área y Sucic engañaba a la perfección a Toni para hacer el 2-1. Justo lo que no quería el Real Madrid, que los austriacos se metiesen en un partido que estaba perfectamente controlado.

Los blancos reaccionaban con un centro de Miguel Gutiérrez que Dotor remataba alto cuando el banquillo madridista ya se preparaba para cantar gol. A continuación, era el Salzburgo el que creaba peligro. El partido había entrado en otra dimensión. El Real Madrid tenía la ventaja y los austriacos había encontrado una confianza perdida desde el primer minuto.

Consiguió el Real Madrid apagar el ímpetu del Salzburgo, que poco a poco fue bajando las revoluciones que obtuvieron tras el gol. No obstante, los de Raúl eran incapaces de generar peligro y no podían apropiarse del balón, lo que más podía preocupar a los madridistas.

En los minutos finales la historia no mejoró. Los austriacos se fueron a por la igualada y a los madridistas les tocó sufrir. Fuidias salvó el empate con una buena intervención y el Salzburgo erró alguna ocasión más que peligrosa. Finalmente se escuchaban los tres pitidos del árbitro que señalaban la conclusión del partido y, lo más importante, certificaban la presencia de los de Raúl en la gran final.

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