El Unics paga los platos rotos del Clásico
El Real Madrid sacó el rodillo en la Euroliga y se resarció de su derrota en el Clásico, al imponerse con autoridad a Unics Kazan por un 85-68
El Barça vuelve a gobernar el Clásico
El Real Madrid sacó el rodillo en Euroliga y se resarció de la derrota del Clásico del pasado domingo ante el Unics Kazan. El líder de la máxima competición no dio apenas opción a los rusos, imponiéndose con autoridad (85-68) en lo que terminó siendo un paseo en el Wizink Center. Tavares, con un doble-doble (14 puntos y 11 rebotes), fue el mejor de los blancos, aunque sería injusto no destacar la gran actuación coral del equipo dirigido por Pablo Laso, al que le sobró tiempo para dejarse llevar en el último cuarto.
Los madridistas llegaban tocados al encuentro y con necesidad de ganar para no incrementar las dudas. El partido –aplazado de la jornada 19–, no era nada sencillo. La buena racha de los rusos, que ya se impusieron en el encuentro disputado en Kazan, y que venían de ganar también al Barça, amenazaba a un Madrid malherido, después de la derrota en casa ante su máximo rival en Liga.
Desde el primer momento, los blancos quisieron marcharse en el marcador. Hicieron méritos para ello, con gran facilidad para anotar desde el perímetro, pero Lorenzo Brown sujetaba al Unics en el encuentro. No fue hasta los últimos minutos del primer cuarto cuando los madridistas consiguieron irse, gracias a dos errores infantiles que no dudó en aprovechar Llull, quien segundos después ampliaba diferencias con un triple sobre la bocina para cerrar el primer acto con un 21-14.
Siete puntos de ventaja que ya serían insalvables. Lo que no se imaginaban los tártaros la que se les venía encima. El relevo de Llull lo tomaron Rudy Fernández y Tavares. Entre los dos empezaron a someter al Unics, que se veía además frenado en ataque por una gran defensa de los de Laso. El mallorquín metió nueve de los 26 puntos de los blancos en el segundo cuarto, permitiendo que los madridistas se fuesen de 16 puntos al paso por vestuarios.
Con la reanudación, lejos de bajar el pistón, quisieron sentenciar y lo hicieron. Jugadores inéditos hasta el momento, como Heurtel, se sumaron a la fiesta madridista. Ajusticiando al conjunto ruso sin piedad y manteniendo las formas atrás, los blancos estuvieron cerca de doblar la puntuación de su rival. Les entraba todo, desde cualquier zona del parqué, cerrando un parcial incluso superior al del segundo cuarto, con el que irremediablemente cerraron el partido.
Los madridistas iniciaron los últimos 10 minutos con todo resuelto, al imponerse por 74-45, con Tavares ya con dobles dígitos en puntos y en rebotes, siendo el máximo anotador del encuentro. Con un último cuarto plácido por delante, Laso aprovechó para rotar y dar unos descansos más que merecidos, permitiendo que jugadores como Thompkins, Alocén o Taylor sumasen sus primeros puntos del partido. Aprovechó Unics para maquillar el marcador, reduciendo la diferencia en 12 puntos, para cerrarlo en un 85-68.