Scariolo enciende las alarmas

• Guillermo Sáez
• 27/10/2022 22:50

El Real Madrid ha vuelto a tropezar en la quinta jornada de la Euroliga frente al Virtus Bolonia de Sergio Scariolo (92-95). El seleccionador ha encendido las alarmas del equipo blanco, que suma cuatro derrotas en sus seis últimos partidos, tras otro duelo donde el equipo de Chus Mateo tiró más de corazón que de juego. Un enorme Gaby Deck (28 puntos) no bastó en otra noche preocupante en el Palacio de los Deportes.

Scariolo era el indiscutible protagonista del día. Incluso había aprovechado su visita a Madrid para presentar el día anterior su libro Amor por el baloncesto. Y volvía a pisar WiZink Center 38 días de celebrar junto a sus chicos del equipo español el cuarto Eurobasket de su palmarés. ¿Cómo no rendir homenaje a un seleccionador legendario? La tremenda ovación del Palacio sonó justa y necesaria.

Pasados los homenajes, empezó el partido entre dos equipos de inicio irregular en esta Euroliga, los italianos con una sola victoria en cuatro jornadas y además con la importante baja de Tornike Shengelia. Sin el georgiano, sus mejores activos dos conocedores del baloncesto español, Iffe Lundberg por fuera e Ismael Bako, ambos con pasado en Manresa. En cuanto a los blancos, la mejor noticia en el primer cuarto fue la reaparición de Adam Hanga después de un mes lesionado.

El partido empezó adormilado y lo despertaron Cornelie y Hezonja con dos triples seguidos que estiraron al Real Madrid en el marcador (21-14). El croata es un buen termómetro de su equipo, sin enchufa buena señal y si falla, alarma encendida. Lo habitual en jugadores volcánicos, por otra parte. El Chacho se lamentaba por una falta en contra y Scariolo le daba una cariñosa palmadita.

Mucho menos tierno se mostró el hispano-italiano cuando Cornelie embocó un triple quedaba la máxima al Madrid en el arranque del segundo cuarto (30-20). Tiró un papel contra el banquillo, presa del enfado, y sus jugadores entendieron el mensaje. Bako aprovechó el descanso de Tavares para rebañar toda balón suelto cerca del aro y los locales veían el aro más pequeño, todos salvo Hezonja. Al descanso, todo por decidir (45-41).

Apagón y remontada incompleta

Al inicio del segundo tiempo, el Madrid entró en uno de esos episodios de descontrol que empiezan a ser habituales esta temporada y que encontraron perfecta representación en las dos mandarinas que se lanzó un consumado tirador como Musa. A un ataque deslavazado le acompaño una defensa defectuosa y las huestes de Scariolo lo aprovecharon para voltear la tortilla (55-62) con la irrupción de Mam Jaiteh, quien obligó a pedir tiempo muerto al Chus Mateo, antiguo pupilo del seleccionador.

Deck, ese asesino silencioso, sacó a su equipo de la caraja en ataque, pero en defensa el seguía costando frenar al Bolonia. Qué más da si fluye la ofensiva y Cornelie confirma que tiene un idilio con el triple lateral. El francés ha tomado el testigo de Jeff Taylor, que era un consumado especialista en esa posición. La herida sangraba menos al final del tercer parcial (64-68).

Como el viento soplaba en contra, Tavares se llevó un golpe en una rodilla, se tiró al suelo encogiendo la respiración a más de uno y pidió el cambio. Solo un susto, pero en cuanto el africano se fue al banquillo, Bako volvió a hacer de las suyas y estiró a su equipo hasta una renta que empezaba a sonar peligrosa de verdad (67-82, min.34). El Madrid sufría de lo lindo y Scariolo bien pancho en su silla, claro. Sendos triples de Musa y Deck  daban esperanzas en la remontada a falta de cinco minutos para el final (75-84).

El Palacio se agarró a la fe de Deck y lanzó la dentellada final a un rival superado por momentos. Con otro triple de Musa y la garra imperturbable del argentino, el Madrid empezó a creer de verdad en la victoria y su desventaja mermó a cuatro puntos a falta de 2:15 (83-87). Scariolo volvió a llamar al orden a sus pupilos.

Tuvo Llull lanzó un triple completamente solo para poner a su equipo a uno a falta de 1:19, pero la pelota hizo la corbata en el aro y en la siguiente jugada el eterno Milos Teodosic dio la estocada casi definitiva. Deck cometió la quinta falta personal y la enorme ovación del Palacio tras su eliminación fue el único premio a su enorme actuación. Un triple de Hezonja extendió otro hilo de vida a falta de 15 segundos (91-93), pero de nuevo Teodosic lo cercenó desde el tiro libre.