España gana de paseo

Paseo militar de España en Chipre. La selección española no encontró rival en la débil selección chipriota y pasaportó el partido antes del descanso. Lamine Yamal abrió la lata y Oyarzabal y Joselu ampliaron ventaja en la primera mitad. Precisamente la lesión del realista fue la peor noticia para la selección de Luis de la Fuente, ya clasificada para la Eurocopa y encima como primera de grupo. Chipre hizo el gol del honor en la segunda mitad en la que España se dedicó a dosificar.

Rotó De la Fuente. A lo bestia. No era para menos porque con el pase para la Eurocopa en el bolsillo y ante una selección débil como Chipre la ocasión se prestaba. Descanso para todos los pesos pesados de España, que abrocharán el pase en el partido del domingo ante Georgia, y ocasión para probar hasta dónde llega el nivel del plan B. De los habituales sólo Gavi aparecía en un once plagado de suplentes.

España cambiaba hasta de portero. Oportunidad para ver a un David Raya cuestionado en el Arsenal y que se ponía bajo los palos por la rotación de Unai Simón y la ausencia del lesionado Kepa. En defensa Jesús Navas y el debutante Grimaldo escoltaban a la pareja de centrales formada por Le Normand y Pau Torres. Por delante Zubimendi ocupaba el eje con Mikel Merino y Gavi a su lado. Arriba Oyarzabal y Lamine Yamal actuaban por fuera y Joselu era el delantero centro.

Yamal abre la lata

Conseguido el primero España no levantó el pie ante la mirada de unos chipriotas cuyo nivel futbolístico es sencillamente sonrojante y deja en muy mal lugar estas infumables fases de clasificación para Mundiales y Eurocopas cada vez con más participantes. El partido se jugaba en la mitad de campo de Chipre.

La selección se gustaba demasiado con la pelota y se veía tan superior que a veces no terminaba las jugadas. Sí lo hizo Oyarzabal en el 21 al aprovechar con sutileza un pase interior de Grimaldo. Marcó entre las piernas del portero de Chipre, pero el árbitro lo anuló a instancias de su asistente. Revisó el VAR, tiró las líneas, se tomó su tiempo, tic, tac, tic, tac, y al final el 0-2 subió al marcador. Con suspense y en diferido pero España ponía tierra de por medio casi sin proponérselo.

En el 25 el palo izquierdo de Mall evitó el 0-3 en un disparo de Zubimendi desde fuera del área. España volvía a soltarse y la goleada sólo era cuestión de puntería y tiempo. Sí lo marcaría Joselu en el 28 a la salida de un córner. El delantero del Real Madrid marcó a placer después de que su marcador, el tal Karo, se hubiera ido a por tabaco y le hubiera dejado más sólo que a García-Page en el PSOE.

En pleno vendaval español lucía Grimaldo, un puñal por la izquierda que se hartó de asomarse al área. También Zubimendi, amo y señor del centro del campo. Y Joselu, un gigante rodeado de los pigmeos chipriotas. Todo eran buenas noticias hasta que en un intento de remate a bocajarro en el minuto 39 se rompió Oyarzabal. Entró en su lugar Riquelme, otro de los que debutaba con España.

Lesión de Oyarzabal

Con la mala noticia de la lesión de Oyarzabal y la buena del 0-3 y los deberes hechos nos fuimos al descanso. Del que regresamos con un par de cambios en España: Aleix García, tercer debutante del día, por Mikel Merino y David García por LeNormand. El partido carecía de historia más allá de saber si nuestra selección lograría una manita, un set o un siete.

Chipre maquilla el resultado

En el 65 entró Carvajal por Jesús Navas para seguir repartiendo minutos y descansos. El partido en el segundo tiempo era un tostón insoportable porque ni España quería ni Chipre podía. Si me hubieran dado un euro por cada vez que miré el reloj en la segunda parte podría pagar la cláusula de Morata.

El último cambio de Luis de la Fuente llegó en el 72: Ferran Torres por Lamine Yamal. Un minuto después Riquelme se asomó al área de Chipre con un disparo que cogió el efecto al revés y se marchó desviado. Y cuando parecía imposible los chipriotas nos metieron un gol. Fue una empanada, una torrija monumental de los dos centrales, Pau Torres y David García, e incluso de Carvajal, que llegó tarde al cruce ante el remate de Pileas. El gol subió al marcador pero el VAR advirtió al árbitro para que lo anulara. El colegiado, erre que erre, se mantuvo en sus trece y dio validez al gol cuando había falta clamorosa sobre Gavi.

El tanto no puso ni un pelín de incertidumbre a un partido sin historia ninguna. No pasaban los minutos o lo hacían con la lentitud que imprime el tedio. Poco a poco y despacito, que cantaba Luis Fonsi, nos acercamos al 90, que se cumplió igual que la prolongación y selló el pase de España como primera de grupo a la Eurocopa que se jugará en junio en Alemania.