Dos años de ‘FeliZidane’: ocho títulos con el Real Madrid

Zinedine Zidane se ha convertido en uno de los mejores entrenadores del mundo. Los números le avalan y los títulos aún más. Parece que lleve una eternidad dirigiendo al Real Madrid, pero solo son dos años. El 4 de enero de 2016 recibía la llamada de Florentino Pérez para tomar las riendas de un proyecto que se hundía. Un equipo que no venía de un año en blanco y que con Benítez había perdido la poca fe que quedaba.

Pero entonces apareció él, aquel mago que enamoró al Bernabéu a principios de siglo. Querido e idolatrado por todo el madridismo, que se aferró a uno de sus ídolos recientes como última esperanza para salvar el año, Zidane emprendía el viaje que le convertiría en una leyenda de los banquillos. Dejó el Castilla para emprender su camino a la gloria en el equipo en el que vivió sus mejores días como futbolista. Y, aunque no fue capaz de ganar a La Roda (como dijeron algunos), ni tampoco de meter al filial madridista en puestos de play-off, al encargarse del primer equipo todo cambió.

Zidane, discreto como siempre acostumbró, comenzó a ganar sin hacer ruido. En el ambiente se vislumbraba algo distinto tras su primer partido, en un 5-0 al Deportivo, con un Bernabéu volcado e ilusionado. Las sensaciones eran distintas a las vividas en los últimos partidos de su antecesor en el cargo.

El coleccionista de títulos

Cierto es que todo se pudo ir al traste a las primeras de cambio. Un 2-0 en Alemania, ante el Wolfsburgo, dejaba al conjunto madridista casi apeado de Europa. Sin embargo, el feudo madridista recuperaría el verdadero espíritu de las grandes remontadas. Aquellas grandes noches de Champions que, de la mano de Zidane y sus chicos volvieron a ilusionar a toda una afición. Y se logró.

Vivos aún en Liga y en semifinales de Champions, quién lo hubiera dicho meses atrás. La competición doméstica se resistió, pero el conjunto blanco se impuso en Milán al Atlético, levantando la Undécima. Sería el primer gran triunfo de Zizou al frente de su Madrid.

Todo parecía perdido, el Madrid estaba desahuciado en diciembre y llegó el francés de la sonrisa infinita para llevar otra orejona a las vitrinas del club.  Lo que vino después es de sobra conocido. Entonces se llegó a la conclusión de que el único mérito de Zidane había sido el de saber gestionar a la perfección una plantilla plagada de egos y estrellas. Un descrédito absoluto al que se convertiría en el mejor entrenador del mundo. Nadie se esperaba lo que se avecinaba.

El inventor del método Zizou

El verano terminaba con el conjunto blanco imponiéndose en la Supercopa de Europa al Sevilla. Un gol de Carvajal en la prórroga daba el segundo título de la era Zidane. Los blancos reafirmaban su dominio en el continente, demostrado tres meses antes, con otro título más.

Con la victoria en el Mundialito en diciembre, los blancos seguían imparables, imbatidos desde la derrota en el primer derbi del francés, en el Bernabéu. Sólo el Sevilla lograba frenarles, en el arranque de 2017. Un año que se iniciaba con el Madrid con pie firme en todas las competiciones y con opciones reales de triplete. Algo que el Celta borraría rápidamente de las ilusiones blancas. Apeados de la Copa, el objetivo era claro: Liga y Champions.

Para ello, Zizou sacó su lado más revolucionario. La acumulación de partidos ponía contra las cuerdas a la plantilla. Fue entonces cuando el entrenador se sacó de la manga su ‘Plan B’, coincidiendo con su primer aniversario en el banquillo. Ya no se hablaba de rotaciones, sino de un cambio radical y masivo de 11 hombres. Y funcionó.

El Madrid llegó a mayo con ventaja en Liga y clasificado para la final de la Champions, dónde buscaría revalidar el título, tras deshacerse en semis del vigente subcampeón. Después de cinco años sin levantar el título liguero, el Madrid de Zidane volvería a festejar uno en Cibeles. La Diosa esperaba radiante y plagada de aficionados días más tarde, para celebrar la Duodécima.

Después de maravillar al mundo en Cardiff, ante la Juventus, el equipo no parecía tener techo. Para cerrar el año, los blancos aún tenían en mente tres títulos más. United y Barcelona fueron las víctimas de los de Chamartín en sendas Supercopas, la europea y la española. Ya en diciembre, el segundo Mundial de Zidane. El único pero que se le puede poner a su trayectoria es el mal arranque en esta Liga y los 14 puntos de desventaja.

En solo dos años ha logrado ganar casi más que ningún otro entrenador madridista. Sólo Miguel Muñoz le supera. Ante el Numancia comienza su tercer año al frente de la mejor plantilla del mundo. La misma que tuvo que esperar a su llegada, para cargar de títulos de nuevo las vitrinas del Museo.