Busquets se apunta a la jornada reducida

Sergio Busquets sigue siendo incombustible. El de Badía, a sus 32 años, sigue siendo indiscutible en el centro del campo culé. Esté quien esté, entrene quien entrene. Busi es un fijo en el pivote blaugrana. Incluso en esta temporada de tantos cambios en el Barça, donde el runrún institucional ha reinado durante el inicio de la temporada y las cosas no funcionaron en términos deportivos como se esperaba. Tampoco ha sido temporada de un un sistema, a Ronald Koeman le ha costado horrores dar con la tecla con el esquema hasta que el equipo se ha ensamblado y ha comenzado a funcionar, gustarse y dar resultados.

En todos esos vaivenes, Busquets siempre ha estado liderado desde el pivote o haciendo pareja en el doble con De Jong. Al centrocampista ya se le empieza a notar la edad, que el físico merma mucho más rápido que años atrás. Lleva literalmente desde 2008, cuando Pep Guardiola le alzó hasta el primer equipo, siendo indiscutible en el eje de la medular y esos son muchos, muchos minutos a su espalda campaña a campaña en un equipo que ronda temporada sí y temporada también disputando unos 50 partidos.

Fue la pasada campaña, la de Ernesto Valverde y Quique Setién, cuando realmente se le notó un bajón a Busquets. Alguna lesión le impidió estar pero su participación bajó sensiblemente con respecto a temporadas anteriores en las que siempre rozó o superó los 50 partidos por curso entre Liga, Champions League y competiciones coperas.

Esta temporada, ante la falta de fichajes y la llegada de un Miralem Pjanic que no ha cuajado en el estilo, ritmo ni sintonía que se le presupone a la elástica culé, Busi ha estado muy solo en la medular en un puesto en el que él prácticamente el único que cumplía con las necesidades de una posiciones tan característica en el club desde siempre, con el 4-3-3, y que se mantiene este curso pese al cambio de sistema y la incorporación de tres centrales.

Ronald Koeman parecía saber esto. Seguro que no contaba con el desencanto que ha supuesto Pjanic, que comenzó apareciendo en varios partidos intrascendentes, pasó al ostracismo en este tramo final por su falta de entendimiento con compañeros y estilo. Eso deja como único referente para esa posición a Busquets. El técnico holandés era consciente del desgaste que podía suponer para el catalán jugar todos y cada uno de los partidos de esta temporada, algo que en cierta medida ha cumplido pero en los que le ha librado en la medida de lo posible de jugar la totalidad de los choques.

El año que más veces fue sustituido

Busquets ha sobrepasado este curso su récord de sustituciones en una temporada. La pasada campaña, donde ya se comenzó a notar su bajón físico, alcanzó su tope con 19 sustituciones en los 43 partidos que disputó de inicio. Este curso, al que aún le restan algunas jornadas de Liga, el de Badía ya ha sido sustituido en 27 ocasiones en los 46 partidos que ha disputado en lo que va de curso, siendo solamente en 39 de ellos titular. Solo jugó 12 partidos completos esta temporada.

Koeman no le ha sacado de la rueda de la titularidad, no le ha quitado peso en el once de gala del Barça, pero sí le ha ido restado minutos en cada uno de los partidos siempre que ha podido. 46 partidos esta temporada son números habituales para el centrocampista, que años atrás ha disputado partidos en términos similares, pero la gran novedad esta temporada son las veces que no ha acabado el partido, casi un 60% de los encuentros que inició.

Busquets ha disputado esta temporada un total de 3.216 minutos repartidos entre todas las competiciones en esos 46 encuentros. Es el octavo jugador más empleado este curso por Koeman, superado por Pedri, Lenglet, Griezmann, Ter Stegen, Jordi Alba, Leo Messi y Frenkie de Jong. Sin embargo, es el cuarto jugador que ha participado en más partidos esta campaña (46), solo detrás de Pedri (49), De Jong (48) y Griezmann (47).