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Cuidado con estos números de teléfono: son una estafa y te van a dejar sin blanca

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En plena era digital, la tecnología juega un papel clave en nuestra vida diaria, pero también abre puertas para que los ciberdelincuentes aprovechen sus debilidades, razón por la cual es esencial tener cuidado con ciertos números de teléfono para evitar ser víctimas de una estafa. Uno de los métodos más extendidos es la conocida como «estafa del wangiri». Este término, que proviene del japonés y significa literalmente «una llamada y cortar», describe un fraude que está ganando popularidad entre los delincuentes.

El modus operandi es simple pero efectivo: la víctima recibe una llamada perdida desde un número internacional desconocido, y decide devolver la llamada. Esta acción, aparentemente inofensiva, puede derivar en costes inesperados, ya que se trata de un número de tarificación especial, y hasta la contratación de servicios no deseados. Por lo tanto, ante una llamada perdida de un número desconocido, especialmente si es internacional, lo mejor es no devolverla.

Los números de teléfono que son una estafa

La «estafa del wangiri» funciona de manera sencilla pero extremadamente eficiente. Los estafadores utilizan sistemas automáticos para realizar llamadas desde números internacionales. Estas llamadas se suelen cortar antes de que el destinatario pueda responder, dejando así una llamada perdida en su teléfono. El objetivo principal no es que la víctima conteste en el momento, sino que decida devolverla. Es aquí donde entra en juego el verdadero fraude.

Cuando la persona devuelve la llamada,  se le redirige a líneas de tarifa premium. En algunos casos, estas líneas también incluyen mensajes grabados que prolongan la duración de la llamada, de manera que la factura telefónica de la víctima se incrementa considerablemente, mientras los estafadores obtienen una comisión de los ingresos generados por la llamada. Además, en algunos casos, devolver estas llamadas puede conllevar la contratación involuntaria de servicios adicionales.

Aunque el objetivo inicial suele ser cobrar tarifas premium, en algunos casos los delincuentes aprovechan la conversación posterior para conducir a una estafa del «sí». Una vez que la víctima devuelve la llamada, pueden formular preguntas como «¿Me escucha?» para grabar un «sí» y posteriormente editar esa respuesta para simular la aceptación de contratos o servicios no deseados.

Aunque el «wangiri» es una estafa global, existen ciertos países desde los que se origina con mayor frecuencia. Los prefijos telefónicos más asociados con este tipo de fraude incluyen: Moldavia (+373), Francia (+33), Túnez (+216), Gran Bretaña (+44), Kosovo (+383) y Cuba (+53). Estos son los números de teléfono con los que hay que tener especial cuidado, ya que suele tratarse de una estafa.

En particular, los expertos en ciberseguridad advierten de las llamadas provenientes de países africanos (donde los códigos de país suelen comenzar con el número 2) y de naciones centroamericanas (códigos que inician con el 5) suelen generar sospechas.

Por lo general, los estafadores suelen programar las llamadas en horarios estratégicos, como durante la noche o en plena jornada laboral. Esto aumenta las probabilidades de que la víctima no pueda contestar de inmediato y, al ver la llamada perdida, sienta la necesidad de devolverla, pensando que se trata de algo importante.

Claves para identificar el fraude

Reconocer una llamada fraudulenta es fundamental para evitar caer en la trampa. Algunos consejos prácticos para identificar una posible estafa incluyen:

Cómo actuar

Si bien no es posible eliminar completamente el riesgo de recibir llamadas fraudulentas, existen medidas que pueden minimizar las probabilidades de caer en la «estafa del wangiri». Algunas recomendaciones clave incluyen:

En definitiva, la «estafa del wangiri» relacionada con estos números de teléfono es un esquema fraudulento que busca aprovecharse de la curiosidad de las personas para generar cargos indebidos al devolver llamadas internacionales o de números desconocidos. Aunque su principal objetivo suele ser lucrar mediante tarifas premium, en algunos casos puede derivar en fraudes más complejos, como la contratación de servicios no deseados al manipular conversaciones telefónicas.