Poner rumbo al sur es lo que más nos gusta cuando llega el frío a la capital. Los 50 kilómetros de costa de Cabo de Gata son un auténtico paraíso para los amantes del mar. Pasear por sus playas, disfrutar de sus paisajes, saborear su gastronomía y dormir en sus coquetos hoteles. Cabo de Gata es el lugar perfecto para refugiarse y desde COOL te mostramos los mejores hoteles de lujo para un descanso de alto nivel.
Cabogata Beach Hotel
El diseño del hotel se basa en una arquitectura moderna y elegante. Sus habitaciones se plantean como un auténtico hogar y son tan amplias y acogedoras que te harán sentir como si estuvieras en casa. ¿La mejor parte? Los jardines con sus piscinas se convierten en el enclave perfecto para disfrutar de la puesta de sol.
Hotel Don Ignacio
Este hotel se encuentra cerca de Cabo de Gata y tiene la gran ventaja de que está a escasos metros del mar. El hotel conserva la estética del siglo XIX y está construido en una mansión que data de 1850. Sus paredes respiran historia y los espacios experimentan una mezcla entre el lujo clásico y la modernidad que ha aportado su reforma. Sus jardines nos trasladan al corazón de París y las piscinas de la azotea nos regalan unas increíbles vistas urbanas a la ciudad. Uno de los hoteles de lujo con más encanto cerca de Cabo de Gata.
Aire Hotel
Este hotel lo podemos describir como intimista, relajante y con un toque exclusivo. Su arquitectura data del siglo XIX y la reforma fue hecha por el reconocido estudio de Alfonso Balaguer. Las habitaciones están basadas en una decoración de madera y, como curiosidad, cuando Juego de Tronos se grabó en Almería, los actores de la serie se alojaron en este hotel. Los desayunos desde sus terrazas no tienen precio, por las vistas que ofrecen y la piscina de la azotea es perfecta para terminar el día.
Rodalquilar & Spa
El espacio está construido de tal forma que el epicentro del lugar es un patio el cual se corona por unas palmeras. La estética es marroquí y los colores vivos como el azul eléctrico se fusionan con un marrón que evoca una sensación de estar en el Sáhara. Sus atardeceres son únicos y lo puedes ver desde la terraza, disfrutando de una copa de vino o desde la piscina, sobre la cual se observa un horizonte extenso de naturaleza. La zona del spa es uno de sus puntos fuertes y es de imprescindible visita.
