Blanqueamiento dental: ¿Se puede hacer en el embarazo?

Las futuras madres siempre están atentas a la salud del bebé que llevan en su vientre y están llenas de dudas sobre los efectos de algunos tratamientos a los que siempre se han sometido. Lucir una sonrisa brillante es el sueño de toda mujer, pero se desaconseja encarecidamente blanquear los dientes durante el embarazo, pero en el caso del blanqueamiento dental que no deja de ser un tratamiento cuyo valor principalmente es estético quizás las dudas sean mucho mayores. Por este motivo os hablamos ahora de ello y de si es posible o no hacerse un blanqueamiento dental durante el embarazo.

Blanqueamiento dental en el embarazo

Como decimos, el  blanqueamiento dental tiene un valor estético y, dado que no existen estudios específicos que informen los resultados de los efectos de los productos químicos utilizados en el feto, es mejor que se evite durante el embarazo como medida de precaución. Además, algunos profesionales recomiendan posponer la sesión hasta el final del período de lactancia.

¿Por qué no se aconseja el blanqueamiento dental en el embarazo?

Hay varias maneras de blanquear los dientes, ya sea que estés embarazada o no. Estas incluyen blanqueamiento en el consultorio, productos blanqueadores provistos por dentistas y aplicaciones de venta libre. El blanqueamiento en consultorio es obviamente más agresivo pero también más efectivo. Los resultados son inmediatos y pueden acelerarse con el uso de una lámpara. Sin embargo, los agentes que se utilizan en el blanqueamiento dental son absolutamente químicos y puede producirse una transmisión de sustancias entre madre e hijo. Es decir, los ácidos utilizados en este proceso podrían pasar al bebé, por lo que tanto especialistas como químicos médicos desaconsejan realizar esta práctica durante la gestación.

El blanqueamiento dental se realiza principalmente de tres formas. Los dos primeros se realizan en centros profesionales y suponen el uso de peróxido de oxígeno o la práctica de la abrasión dental . Ambos protocolos son poco invasivos, pero se basan en el uso de ácidos que no se pueden introducir ni durante el embarazo ni durante la lactancia. La misma regla se aplica a los productos blanqueadores disponibles en el supermercado o en los mostradores de las tiendas especializadas en higiene y belleza. Incluso con un contenido suave, sigue siendo ácido, por lo que es preferible que las futuras madres no las utilicen hasta el final de la lactancia.

Ya hemos dicho que hay poca investigación para proporcionar suficiente información para afirmar fácilmente que el blanqueamiento es seguro durante el embarazo , por lo tanto, se recomienda esperar.

También hay algunos riesgos que debe tener en cuenta que pueden surgir con el blanqueamiento dental, independientemente de si estás embarazada o no, pero que pueden ser más pronunciados si lo estás. Los dos más comunes es que de repente empieces a notar sensibilidad dental y que además, se te irriten las encías.

Cuida de tus dientes en el embarazo

Por otro lado, la práctica del blanqueamiento puede debilitar el esmalte. En el embarazo es fundamental cuidar la salud de los dientes, por lo que evitar el blanqueamiento químico es una elección inteligente encaminada a salvaguardar la salud de la madre y del feto. Es importante que la madre se realice revisiones periódicas y que no utilice productos demasiado agresivos, ya que los dientes están sujetos a un debilitamiento natural, debido a los cambios hormonales que se producen durante la gestación.