OkBaleares
temporal en mallorca

El cauce de agua empieza a descender en el Torrente de Canyamel tras la limpieza de la desembocadura

Bomberos de Mallorca achica agua de casas y un hotel en Cala Bona y retira árboles en la carretera de Llucmajor

El torrente de Cala Millor y el de Canyamel, desbordados por las lluvias en Mallorca

El cauce de agua ha empezado a descender en el Torrente Canyamel después de que se haya retirado la arena y las hojas que taponaban la desembocadura del mismo. Según ha informado la Conselleria de Presidencia y Administraciones Públicas en un mensaje en la red social X (antigua Twitter), «en Canyamel ya se han retirado la arena y las hojas que taponaban la desembocadura del torrente».

De esta manera, ha explicado la Conselleria, «poco a poco, el cauce de agua» del torrente de Canyamel «va descendiendo y todo vuelve a la normalidad».

«Igualmente», ha incidido en su petición a la ciudadanía de «mantenerse siempre alejada de los torrentes en caso», como el de este domingo, «de lluvias y tormentas».

Por otra parte, varias dotaciones de Bomberos de Mallorca trabajan este domingo achicando agua de lluvia de casas y un hotel en Cala Bona y retirando árboles caídos en la carretera de Llucmajor, como consecuencia de las tormentas que este domingo afectan a la isla.

Según ha informado Bomberos de Mallorca, en estos momentos se está trabajando achicando agua en Cala Bona, concretamente en una calle con viviendas y, también en un hotel, cuyos bajos han sufrido inundaciones.

Además, Bomberos de Mallorca se emplea en la retirada de árboles caídos en las afueras de Llucmajor, en el kilómetro 31 de la Ma-19, sobre una casa y varios coches.

Afortunadamente, no hay constancia de que haya habido que lamentar daños personales por las consecuencias que dejan las tormentas que este domingo afectan a Mallorca.

Estaciones del tren

La Asociación de Usuarios del Tren de Mallorca ha censurado la aparición de goteras en las estaciones de Jacint Verdaguer y de Palma cuando llueve.

En nota de prensa, la Asociación ha advertido que las filtraciones de agua «no hacen ningún bien» a las estructuras de hormigón y hierro de las estaciones, apuntando como causa de estas que el soterramiento de la estación de Palma y la construcción de Jacint Verdaguer «se hicieron con un mal planteamiento, con prisas, mal acabadas y con los aislantes del agua de lluvia deficientes».

La Asociación ha criticado que «en el momento de la construcción, al Govern de turno le interesaban más los plazos de la obra, las prisas por la inauguración, la cuestión mediática y la imagen política del momento, que no la utilidad y la durabilidad de la construcción de las nuevas estaciones con el paso del tiempo».

En este sentido, ha reconocido que «no es fácil corregir ahora las deficiencias de una obra de tanta envergadura com las estaciones de Palma y Jacint Verdaguer y todo el corredor ferroviario soterrado de la ciudad». Sin embargo, ha alertado que «no hacerlo, a la larga puede tener consecuencias fatales para la solidez de la estructura de la propia construcción».