Madrid

Muere una niña de 12 años tras volcar el quad en el que iba con otra menor en Fuentidueña del Tajo (Madrid)

Los sanitarios estuvieron cerca de una hora realizando reanimaciones a la víctima, pero estas no dieron resultado

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Una niña ha muerto este lunes en Fuentidueña del Tajo (Madrid) después de volcar el quad en el que iba montada junto a su amiga. El siniestro, cuyas causas están siendo investigadas por la Guardia Civil, ha ocurrido minutos antes de las 22:00 horas de este lunes en la calle Seis, situada en la urbanización Alarilla. La víctima tenía 12 años y su acompañante 13.

Hasta el lugar ha acudido primeramente una UVI de Taráncon (Toledo), por la proximidad de la urbanización con esta provincia. Junto a los agentes y los sanitarios del SUMMA-112 que también, al llegar al lugar, realizaron a la chica de 12 años maniobras de reanimación cardio pulmonar durante una hora, pero pasado este tiempo sólo pudieron confirmar su fallecimiento.

Asimismo, han atendido a su acompañante, que ha sido trasladada al Hospital Gregorio Marañón potencialmente grave con severas magulladuras y contusiones. Agentes de la Guardia Civil de Madrid investigan el siniestro y las posibles responsabilidades, ya que este vehículo no puede ser conducido por menores.

¿Qué pueden conducir los menores?

Por otro lado, conducir es una actividad que está reservada a partir de los 18 años, pero cuando se cumplen los 15 años, aun no teniendo la mayoría de edad, se pueden pilotar ciclomotores de hasta 49 cc, tanto de dos ruedas, como de tres, así como, cuatriciclos con motores gasolina de la misma cilindrada.

Además, una vez que se cumplen los 16, el rango de ciclomotores en el que pueden circular los menores de edad aumenta, ya que se puede pilotar una motocicleta de hasta 125 cc, que cuente con una potencia máxima de 11 kilovatios o 15 cv de potencia, asimismo, también conducir un vehículo agrícola, como un tractor, eso sí, su velocidad máxima estará limitada a los 45 km/h.

Asimismo, dejar conducir a un menor, ponerlo al volante o cualquier gesto similar mientras el coche está en marcha es un delito contra la seguridad vial, por lo que la pena asociada a este delito es entre uno y dos años de multa (un total de 2.000 euros), o con trabajos para la comunidad a quien conduce sin haber obtenido nunca una licencia.

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