El pederasta más viejo del mundo, 102 años, se libra de la condena de dos años de cárcel por su edad

Un británico de 102 años, Douglas Hammersley, ha sido condenado a dos años de prisión por delitos de abusos sexuales a una niña perpetrados en la década de 1970, aunque no entrará en prisión debido a su avanzada edad, ha informado la Fiscalía.

Los incidentes ocurrieron en la zona de Buckinghamshire, al oeste de Londres y la víctima tenía entre 5 y 8 años. «Hemos podido procesar a Hammersley gracias a que la víctima lo denunció, aunque los delitos fueron cometidos hace más de cuatro décadas», ha relatado una fiscal, Jennie Laskar-Hall.

El pasado mes de diciembre, otro hombre de 101 años fue condenado a 13 años de prisión por agresiones sexuales a dos niñas y un niño, todos ellos hermanos. Entonces la Policía señaló que era la persona más anciana jamás condenada por un delito.

La víctima de los abusos de Hammersley ha pasado ahora los 40 años. Ella ha sido alabada por la Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad contra Niños (NSPCC por sus siglas en inglés) por su «tremendo coraje» al presentar cargos y prestar declaración sobre los ataques.

El juez del caso, Francis Sheridan, ha asegurado que no emitirá la sentencia completa hasta una nueva vista más tarde este mes. Sin embargo, ha admitido que el reo evitará cumplir condena ya que la sentencia de dos años de prisión quedará suspendida por dos años. Así, a menos que cometa otro delito en los próximos dos años no tendrá que ir a prisión.

Hammersley nació en abril de 1916, cuando Reino Unido estaba sumido en la I Guerra Mundial. En la actualidad vive en New Malden, Surrey, al suroeste de Londres.

A pesar de su estado de salud, el acusado tuvo que asistir a numerosas sesiones en el tribunal para debatir si, a su edad, estaba en condiciones de pasar por el proceso legal.

Pasados seis meses de que se formulara la acusación, Hammersley finalmente se declaró culpable de tres cargos de agresión indecente contra una niña menor de 14 años, entre los años 1977 y 1979.

Un portavoz de la NSPCC, citado por el diario Metro, se felicitó del resultado del juicio: «No hay escondite para los perpetradores de abuso infantil. Hammersley se ha enfrentado a la Justicia a pesar de creer probablemente que había logrado evitar responder de sus crímenes depravados contra una niña».