Cómo mejorar la autoestima de tu hijo

Si eres de los que se preocupan por lo que la gente pueda pensar de ti, tal vez no consigas ver lo genial que eres. Aunque a veces tengas dudas, es importante que aprendas a sentirte a gusto contigo mismo. Quién habla así es Poppy  O`Neill, una escritora de ficción flash especializada en salud mental. Sus libros ayudan a los lectores a entender los sentimientos y adquirir las herramientas necesarias para gestionarlos de una forma saludable. Actualmente, reside en Sussex, escribe su primera novela y estudia en la Universidad de Chichester.

En el nuevo libro que publica, Sé tú mismo, por qué es genial ser como eres, (ed. Esfera de los libros) guía a través de divertidas actividades e historias y enseña a:

• Aceptar tus emociones y mostrarlas, aunque sean diferentes
• Reconocer tus mejores cualidades y brillar con tu personalidad
• Descubrir que tu lugar en el mundo es igual de importante que el de cualquier otro (es hora de creer en ti).

Este libro, explica la autora, “es una guía y cuaderno de trabajo imprescindible que proporciona fórmulas de autoayuda, además de ser un gran recurso para que los niños y niñas desarrollen una relación más sólida y sana consigo mismos”. Las páginas ofrecen informaciones claramente positivas, pensadas de forma que resulten atractivas, con un simpático monstruo llamado Flash, que les acompañará durante todo el trayecto.

Ser uno mismo es un concepto complicado y difícil de definir. “Todos cambiamos, crecemos y evolucionamos a lo largo de nuestras vidas, ¡y los niños lo hacen a una velocidad mucho mayor que la de los adultos! Podemos maravillarnos ante la habilidad de nuestros hijos para adaptarse y construir una fuerte resiliencia, pero en muchas ocasiones ser fiel a uno mismo significa tratar con emociones y pensamientos difíciles, así como atesorar y disfrutar tu singularidad”. «Lo mejor que podéis hacer para ayudar a vuestros hijos a cultivar una sana percepción de su autoestima es modelar la vuestra Hablad con vosotros mismos y con los demás con cariño y compasión.

Aplaudid vuestras diferencias, así como todo lo que tenéis en común con los otros. Sed vosotros mismos y compartid vuestras emociones, opiniones y gustos de una forma abierta, así vuestros hijos también compartirán las suyas. Hablad sobre vuestra vida más allá de la tarea de ser padres ya que al mostrar a vuestros hijos que sois seres humanos completos y complicados, como todo el mundo, les ayudaréis a apreciar su propia complejidad. “Cuando algo vaya mal, se cometa un error o se produzca una discusión o un conflicto, intentad centraros en el problema y no tanto en buscar culpables o en averiguar cómo podría haberse evitado. Analizad la situación cuidadosamente y tratad de encontrar la forma de hacer lo correcto”, sostiene.

Ayudad a vuestro hijo a aceptar las difíciles emociones que forman parte de la vida, reconociéndolas y asumiéndolas, antes que minimizarlas o hablar de ello para quitarle sus miedos o tristezas de la cabeza. Si el niño aprende que puede tener esos sentimientos y no pasa nada, eso le ayudará a convertirse, el día de mañana, en un adulto confiado, intuitivo y de gran integridad. Hablad con vuestro hijo sobre la diversidad y enseñadle cómo mostrar respeto a los demás, así como a ellos mismos. Si el niño es capaz de apreciar las diferencias en las personas, le será más fácil creer en su propia singularidad. Si hay algún aspecto concreto de sí mismos que vuestros hijos encuentren difícil de aceptar, procurad buscarles modelos positivos que compartan esa característica.

Cuanto más se vean reflejados en el mundo, menos solos se sentirán. Saber que no eres el único que tiene esos sentimientos, que piensa o ve las cosas de ese modo, es un gran alivio y derriba muchas barreras de cara a la autoestima. El deseo de encajar y ser como sus compañeros resulta muy fuerte a esa edad, así que trata de comprender a tu hijo y deja que maneje el asunto a su manera. Intenta no burlarte de las modas pasajeras o de los cambiantes gustos en los que caen, y recuerda lo que tú sentías cuando eras más joven. Sé tú mismo y deja que los demás lo sean, incluso si las elecciones de tu hijo te parecen absurdas.

Espero sinceramente que tú y tu hijo hayáis encontrado útil este libro. Siempre es duro ver que un hijo tiene que luchar para abrirse camino, y estás haciendo un muy buen trabajo al reconocer sus sentimientos y ayudarlo a construir su percepción de sí mismo. Como madre que soy, te deseo la mejor de las suertes. ¡Tu hijo es muy afortunado por tenerte en su equipo!, concluye.