Calabacín a la parmesana

Esta receta de calabacín a la parmesana tiene como ventaja principal que sana y muy fácil de preparar. Sin ingredientes complicados, es posible presentar un plato delicioso. Además, esta elaboración es una manera diferente de cocinar verdura e integrar verduras a la dieta diaria. Por ejemplo, para algunos niños que se resisten a tomar estos productos naturales.

Muchas veces se hace difícil que los pequeños de la casa quieran probar este tipo de alimentos. Pero no hay quien resista frente a un plato de calabacín a la parmesana. Es una receta que tiene su origen en Italia: la parmigiana di zucchine. Puede elaborarse con otras verduras, especialmente con berenjenas.

Ingredientes:

• 4 calabacines con piel
• 800 gr. de tomate fresco en rodajas finas (puede ser en lata)
• 400 gr. de queso parmesano rallado
• Albahaca fresca
• 300 gr. de mozzarella
• Orégano
• Aceite de oliva virgen
• Sal y pimienta al gusto
• 1 cucharadita de azúcar

Cómo preparar calabacín a la parmesana:

1. Lavar y cortar el calabacín en rodajas medianas. Salarlo ligeramente y reservar.
2. A continuación, lavar los tomates y cortarlos en trozos pequeños para hacer la salsa.
3. En una sartén, echar un chorrito de aceite de oliva y añadir el tomate previamente cortado, una pizca de sal, pimienta y un puñadito de orégano. Remover y dejar a fuego lento durante 8 minutos. Añadir una pizca de azúcar para quitar la acidez del tomate y reservar.
4. Precalentar el horno a 180º.
5. En una plancha, dorar vuelta y vuelta los calabacines sin importar que no estén hechos, ya que se terminarán de cocinar en el horno.
6. A continuación, en una bandeja para hornear, echar un poco de aceite de oliva y colocar abajo una capa de calabacines, encima una capa de salsa de tomate, queso parmesano y mozzarella.
7. Repetir el procedimiento una o dos veces más y terminar con las hojas de albahaca fresca y un poco de parmesano encima.
8. Meter en el horno precalentado durante 15 minutos, hasta que el queso se derrita y gratine ligeramente.
9. Servir caliente y acompañar, si el plato lo permite, con unas rodajas de pan para degustar la salsa.

¿No es un plato sumamente tentador? No puedes quedarte sin probarlo en casa. Resulta una opción muy sana y nutritiva. Pero sobre todo, es muy sabrosa y apta para quienes prefieren no comer carne. Anímate a preparar estos calabacines a la parmesana que siempre gustan y no defraudan ¡Lo mejor es que te pedirán que los realices una y otra vez!