Subvencionar el transporte público no logra reducir los atascos en Madrid
Conclusión del informe de Esade después de estudiar el tráfico en tiempo real de vehículos en las entradas a a la cap o por la M-30
La subvención al transporte público no ha conseguido evitar los atascos y el uso del coche privado en Madrid. Es la principal conclusión del informe ¿Logró la subvención al transporte público metropolitano sacar coches de las ciudades? Un análisis con datos de tráfico en tiempo real de la ciudad de Madrid realizado por Esade.
El análisis pone en evidencia que las distintas subvenciones públicas en 2022 al transporte colectivo metropolitano de la capital, Red de Cercanías y Metro de Madrid, no han sido efectivas para dejar los coches en casa ni para reducir las emisiones de CO2.
A raíz de la crisis energética propiciada por la guerra en Ucrania, el Gobierno estableció desde septiembre de 2022 la gratuidad prácticamente total de los abonos para trenes de cercanías, además de una subvención adicional que suponen descuentos de hasta el 50-60% en los abonos de metro de las ciudades españolas.
700 millones en subvenciones
Los autores del estudio comentan que el esfuerzo por fomentar el transporte colectivo tenía asignadas casi 700 millones de euros de los Presupuestos Generales de 2023, calificando la medida «como una de las políticas más ambiciosas de las emprendidas en los últimos años para fomentar el transporte».
Para sacar estas conclusiones para «evaluar si la medida ha servido a tal efecto utilizamos datos en tiempo real de tráfico de vehículos privados en Madrid», describen los impulsores del trabajo publicado por Esade.
Con estos datos conformaron una serie de tráfico en la ciudad y observaron si se redujo de manera significativa tras la introducción de la medida. «A tal efecto empleamos un método de estimación causal que compara esta evolución real con un modelo estadístico que dibuja esta misma línea», informan desde el estudio.
No hubo menos coches en Madrid
De este modo se observa que, con los datos disponibles, «no se puede afirmar que las subvenciones hayan reducido los coches en Madrid», y que las medidas no hicieron efecto «ni en términos acumulados desde el 1 de septiembre de 2022 hasta el 30 de junio de 2023, ni medios día a día».
Con este método se comprobó que no hay efecto alguno aislando los medidores de vías rápidas (M-30), de entrada, o salida de la ciudad, en zonas de más o menos tráfico de partida. Tampoco se detecta que haya más uso del transporte público en función de la renta de los usuarios o del acceso cercano o no a paradas de transporte.
Entre las soluciones que se proponen a raíz de los resultados obtenidos, los autores «aconsejan reconsiderar las políticas para el fomento del transporte público», y proponen huir de las subvenciones generalizadas «cuando el objetivo sea el alivio de rentas por impacto de subida de precios, las ayudas deberían diseñarse basadas exclusivamente en ese criterio» con políticas de tarifas progresivas o subsidios para grupos de bajos ingresos que podrían ser más efectivas».
Peajes y mayor frecuencia
Advierten que el estudio sólo se ha circunscrito a la ciudad de Madrid, la ciudad que concentra más tráfico y que también la que dispone de una de las redes más nutridas de transporte público del país, sin «descartar por completo que la subvención aplicada en España haya tenido un efecto de reemplazo del vehículo privado por el público, en la medida en que solo estudiamos una ciudad».
Para facilitar el acceso aconsejan priorizar la inversión en aquellos puntos en los que se logre a un coste asumible «una mejora de frecuencia, velocidad o acceso que baje significativamente el coste de entrada al transporte público en comparación con el vehículo privado».
Desde el informe se considera que el implantar «peajes urbanos, que se han demostrado más efectivos que las (más populares) Zonas de Bajas Emisiones en la reducción de la congestión y las emisiones» y, que estos peajes «deberían diseñarse siguiendo criterios de emisiones y renta, como por ejemplo el peso del vehículo».