Una planta robótica con inteligencia artificial clasifica todo tipo de residuos en cualquier lugar
Diseñada para áreas remotas, esta solución innovadora establece un nuevo estándar en la recuperación descentralizada de residuos para una amplia gama de nuevas aplicaciones
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Unos brazos robóticos seleccionan de forma mecánica y sin pausa todo tipo de envases como botellas de plástico, bricks o latas que pasan por una cinta transportadora para su separación dentro de una planta de recuperación de materiales.
Estos gestos de los robots ya de por sí llaman la atención por su incansable y preciso movimiento, pero su trabajo es más asombroso aún al encontrarse dentro de una planta portátil, una pequeña infraestructura móvil que puede ser traslada y colocada en cualquier lugar, en sitios remotos o en puntos donde aumenten de forma puntual los residuos.
El reto de llevar la gestión de residuos a cualquier punto supone un reto de economía circular, un problema que ya tiene esta solución gracias a un proyecto europeo que, además, utiliza inteligencia artificial.
Proyecto Reclaim
Sus impulsores anuncian que esta innovación pronto se pondrá a prueba bajo el nombre del proyecto Reclaim una «planta de recuperación de materiales robótica, portátil y de bajo coste, impulsada por inteligencia artificial», según explican.
La planta robótica, que se desplegará próximamente en las Islas Griegas, empezará a solventar in situ el problema de la separación de residuos, solucionando y evitando la implantación de una infraestructura a gran escala.
La solución Reclaim utiliza múltiples robots con diferentes tipos de pikers (recicladores) para recoger y manejar eficientemente distintos residuos, según su composición. Incluso se puede ver cómo los envases metálicos se despegan de la cinta transportadora, flotando en el aire gracias a
Participación de Aimplas
La planta, en la que ha participado Aimplas -Instituto Tecnológico del Plástico, ha implementado una visión por computadora impulsada por IA que puede escanear e identificar previamente y sin error los residuos, permitiendo a los robots maximizar la efectividad en la clasificación.
Toda la tecnología está integrada dentro de un contenedor portátil, unas innovaciones que «mejorarán significativamente las actividades de recuperación de materiales a escala local», según aclaran sus impulsores.
Explican que «este equipo portátil se puede desplegar en cualquier ubicación, facilitando la recuperación de materiales cerca del origen y aumentando las oportunidades de reciclaje para promover una economía circular para los plásticos».
Selección de componentes
Aimplas ha participado en la puesta en marcha de la planta robótica portátil para asegurar «que los requisitos operativos del equipo estuvieran claramente definidos, evaluando las opciones tecnológicas disponibles en el mercado para seleccionar los componentes más adecuados».
La entidad ha liderado también «la monitorización de los indicadores clave de rendimiento (KPI), proponiendo soluciones y ajustes para asegurar que se cumplen los objetivos establecidos».
Áreas remotas
El investigador en Reciclado mecánico en Aimplas, Javier Grau, que está participando en el proyecto ha explicado su utilidad y ventajas, ya que la planta robótica puede ubicarse en «islas remotas, áreas rurales de difícil acceso o regiones con infraestructura limitada son sólo algunos escenarios donde este equipo puede marcar una diferencia significativa».
Además, añade que «el equipo también sirve como una solución ideal para eventos a gran escala como festivales, conciertos o competiciones deportivas, donde la generación masiva de residuos en un solo lugar requiere un tratamiento inmediato. También puede complementar las plantas de reciclaje existentes en áreas turísticas que enfrentan fluctuaciones significativas de población durante las temporadas altas».
Amplia gama de aplicaciones
El equipo destaca por su diseño compacto, integrado en un contenedor fácilmente transportable, lo que permite un despliegue rápido en casi cualquier lugar.
«A medida que evolucionan las necesidades de reciclaje, este equipo portátil promete desbloquear nuevas posibilidades. Por ejemplo, podría facilitar la gestión de residuos marinos en áreas portuarias, mejorando la clasificación y separación de materiales mientras se reduce el impacto ambiental», apunta Grau.
Procesamiento de bioplásticos
Otra de las aplicaciones relevantes consiste en su potencial para ayudar a las plantas de clasificación existentes en el procesamiento de bioplásticos, cuya presencia está en aumento.
«Estos materiales representan un desafío para las corrientes de reciclaje actuales, pero su recuperación podría tener un impacto significativo en el futuro», añade Javier Grau.
Financiación europea
El consorcio del proyecto, financiado por el programa Horizonte 2020 de la Unión Europea, «consta de tres organizaciones de investigación y tecnología, dos universidades, una autoridad regional, una organización de responsabilidad del productor, una compañía de robótica, una empresa de gestión de la innovación y una asociación internacional», según indica Aimplas.
Los miembros del consorcio, liderados por FORTH – Fundación para la Investigación y la Tecnología – Hellas (Grecia), incluyen: AIMPLAS, Axia Innovation (Alemania), ION (Grecia), IRIS (España), HRRC – Corporación Helénica de Recuperación y Reciclaje (Grecia), KU Leuven (Bélgica), Robenso – Soluciones Robóticas Ambientales (Grecia), ISWA – Asociación Internacional de Residuos Sólidos (Países Bajos) y UoM – L-Universita ta’ Malta (Malta).