Piden prohibir el `toca-toca´ en los zoos españoles tras el mortal ataque del elefante en Tailandia
La Fundación Franz Weber envía sendas cartas a los ministerios de Industria y Turismo y de Agricultura para pedir el fin de estas actividades en los zoológicos
La muerte de una turista española a causa del ataque de un elefante ha propiciado que la Fundación Franz Weber se haya dirigido a los ministerios de Industria y Turismo y al de Agricultura españoles para pedir el fin de actividades en los zoológicos que fomentan la interacción con los animales como el toca-toca.
La turista española murió Tailandia tras ser atacada por un elefante mientras le bañaba en un centro de paquidermos en la isla de Yao Yai, en el suroeste del país, a principios de 2025.
La organización animalista ha advertido que existen riesgos incontrolables en los parques españoles y ha recordado que algunos de ellos han llegado a ser judicializados, como la mordedura de un simio a la visitante de una instalación ubicada en Galicia, o los sucesos relacionados con «cuidadores» en el Zoo de Madrid y en un conocido centro de Tenerife.
Peligro innecesario y estresante
La entidad ha explicado que para los animales, el contacto físico con humanos «no sólo resulta innecesario, sino profundamente estresante». «Cada especie tiene su propio lenguaje corporal y formas de comunicación que los humanos no comparten ni entienden», sostiene la fundación.
Defienden que «cuando un visitante los toca o invade su espacio, los animales no pueden interpretar las intenciones humanas y, en muchos casos, perciben estas interacciones como una amenaza», añaden desde la organización animalista.
Además, ha argumentado que la domesticación o el entrenamiento forzado para soportar estas actividades no eliminan el estrés inherente, sino que «los somete a un proceso de condicionamiento que ignora completamente sus necesidades biológicas y psicológicas».
A su juicio, «la verdadera conservación debe centrarse en el respeto y la comprensión de cada especie, no en su explotación como herramientas de entretenimiento».
Imposibilitar el contacto físico
En la Guía de Aplicación de la Ley sobre parques zoológicos y acuarios de 2003 se mencionan, según la entidad, aspectos como que los espacios que alojen animales deberían contar con vallados que imposibiliten el contacto físico. Y, según ha advertido, en parques como Cabárceno, los visitantes pueden tocar a diferentes especies sin problema alguno.
Los animalistas han denunciado que existen zoos que incentivan las actividades de toca-toca aplicando un sobre coste en la entrada o cobrando por la toma de imágenes bajo la excusa de que se trata de animales adiestrados, tranquilos o incluso rescatados».
Sin embargo, ha indicado, estas «experiencias violan los principios de conservación promocionados por las propias empresas con programas específicos y exponen a cualquier persona visitante, incluidos menores de edad, a reacciones adversas provocadas por el miedo, estrés o cualquier contexto de difícil control durante la propia actividad».
Riesgo de zoonosis
Desde la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA) también apuntan que «no se puede olvidar el riesgo que supone la zoonosis, cualquier enfermedad infecciosa que se transmite de animales, salvajes y domésticos, a los seres humanos o de los seres humanos a los animales».
Desde FAADA se considera que «hay que prestar especial atención a las actividades para niños y niñas que incluyen contacto con animales como el toca-toca con reptiles o aves.
Esta organización recuerda que este tipo de actividades, principalmente dirigidas a los niños, incluyen sesiones fotográficas en las que los animales salvajes van pasando de mano en mano.
Además, recuerdan que «en ocasiones se saca a los animales salvajes de sus instalaciones para trasladarlos a las zonas comunes y en otras es el público el que se introduce en el recinto de los animales para interactuar con ellos».