Naciones Unidas urge a redoblar esfuerzos contra la desertificación y la degradación de las tierras
Cada año se degrada una superficie de tierras de un tamaño similar a Egipto
Naciones Unidas pide restaurar 1.500 millones de hectáreas degradadas
El 75% de las tierras de España están en riesgo de desertificación

Cada año se degradan un millón de kilómetros cuadrados de tierras fértiles y productivas, una superficie que equivale a la de un país como Egipto. Cuestión en la que las Naciones Unidas quiere poner el acento este 17 de junio, Día de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, que este año se celebra bajo el lema Restaurar la tierra. Generar oportunidades.
La ONU también advierte de que, en caso de mantenerse las tendencias actuales, será necesario restaurar 1.500 millones de hectáreas de aquí a 2030 para revertir el problema. Hasta el momento, la comunidad internacional se ha comprometido con la restauración de 1.000 millones de hectáreas, una cantidad todavía insuficiente.
En palabras de Ibrahim Thiaw, secretario ejecutivo de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD): «La degradación de tierras y la sequía afectan gravemente a nuestra economía, estabilidad, producción de alimentos, acceso al agua y calidad de vida».
Ambos problemas, además, «intensifican el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la pobreza, las migraciones forzadas y los conflictos por el acceso a la tierra fértil y al agua. La restauración de tierras es una oportunidad para revertir estas alarmantes tendencias. Una tierra restaurada es una fuente de infinitas oportunidades. Es hora de aprovecharlas», insiste Thiaw.
Beneficios económicos
Restaurar la tierra genera múltiples beneficios tanto para las personas como para la naturaleza. Según datos de Naciones Unidas: «Cada dólar invertido en la restauración de tierras degradadas tiene un retorno de entre 7 y 30 dólares. Pero a pesar de los argumentos de peso en favor de la restauración, ésta no se está realizando a la escala ni la velocidad necesarias».
El Mecanismo Mundial de la CNULD calcula que harían falta 1.000 millones de dólares diarios entre 2025 y 2030 para combatir la desertificación, la degradación de tierras y la sequía. Actualmente, las inversiones en restauración de tierras y resiliencia a la sequía son de 66.000 millones de dólares anuales, de los cuales sólo el 6 % provienen del sector privado.
«Debemos aumentar la ambición y la inversión tanto por parte de los gobiernos como de las empresas. Aunque los beneficios de la restauración superan con creces los costes, se necesitan inversiones iniciales de miles de millones de dólares. Es fundamental desbloquear nuevas fuentes de financiamiento, generar puestos de trabajo dignos en el sector del uso sostenible de la tierra y promover innovaciones, mientras se saca el máximo partido de los conocimientos tradicionales», insiste el responsable de la CNULD.
17 de junio
Declarado oficialmente por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1994, el Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, que se celebra cada 17 de junio, sirve para poner de relieve soluciones prácticas para combatir la desertificación, la degradación de las tierras y la sequía.
La fecha fue elegida precisamente porque fue ese 17 de junio de 1994 cuando se decidió también poner en marcha la CNULD en una cumbre internacional de la ONU celebrada en París.
Colombia
Cada año, un país anfitrión acoge las celebraciones mundiales. En este 2025, Colombia ha sido elegida como sede. La CNULD ha querido así destacar el objetivo del país latinoamericano de «abordar la degradación de la tierra mediante soluciones basadas en la naturaleza».
La celebración pretende además llamar la atención sobre «la urgente necesidad de ampliar la restauración de tierras como catalizador de la sostenibilidad, la paz y el desarrollo inclusivo» y formará parte del Foro Mundial de la Tierra, organizado por el Gobierno de Colombia. Se trata de un encuentro global independiente de defensores de los derechos humanos sobre la tierra y expertos en el tema.
Martha Viviana Carvajalino, ministra de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia, ha explicado que la acción del ejecutivo colombiano se basa en tres pilares: «La conservación y restauración del suelo, sistemas agroalimentarios sostenibles, justos y resilientes y una mejor calidad de vida en las zonas rurales y urbanas».
España
Nuestro país es el más afectado por la desertificación de toda Europa, con un 75% de su territorio en riesgo, y con un 11% del mismo en riesgo muy alto, situación que sufren en la mayor parte de la costa mediterránea y Canarias.
Así lo afirma Greenpeace, basándose en datos de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA) del CSIC. Según los mismos:
- Mientras que en el decenio 2000-2009 se cifraba en un 1 % el espacio convertido en zona degradada, en la década 2010-2019 el porcentaje se sitúa entre un 3% y un 5 %.
- La categoría árida ha pasado en España de 307 kilómetros cuadrados a 7.100 en una década. El desierto se expande especialmente por Granada, Almería, Murcia y Alicante.
- En toda España, las zonas más húmedas han perdido extensión en favor de las áridas durante el período 2010-2019. Más de 40 mil kilómetros cuadrados han dejado de ser zonas subhúmedas o húmedas para convertirse en semiáridas o áridas.