Cumbre del clima

La ONU reclama 1.000 millones de dólares diarios para luchar contra la sequía y la desertificación

Un documento de Naciones Unidas alerta de que el 40% de las tierras del mundo están degradadas, lo que afecta a más de 3.200 millones de personas

Según el documento, por cada dólar invertido se genera un retorno de hasta 8 dólares en beneficios sociales, medioambientales y económicos

España es el país de Europa con más riesgo de sufrir desertificación, con prácticamente el 75 % del territorio en grave peligro

Sequía desertificación
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Tres de cada cuatro personas se verán afectadas por sequías en el año 2050 y sus efectos en cascada agravarán las desigualdades y conflictos, lo que requiere la activación de planes nacionales y la cooperación internacional para mitigar los riesgos asociados como la desertificación.

Así lo advierte el Atlas Mundial de Sequías publicado este martes por la Convención de las Naciones Unidas para Combatir la Desertificación (UNCCD, en inglés) y el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea (JRC, en inglés), un documento que pretende ser «la publicación global más integral sobre los riesgos de la sequía y sus soluciones», diseñado para ser «una llamada de atención urgente para los líderes globales y los ciudadanos».

El atlas se presentó en el contexto de la apertura de la decimosexta sesión de la Conferencia de las Partes (COP16) de la UNCCD que se celebrará en Arabia Saudita desde este lunes hasta el próximo 13 de diciembre, en donde los 197 miembros debatirán y analizarán la lucha global contra la desertificación.

Necesidad de inversiones

Tras esta advertencia, el último informe de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), publicado en el marco de la COP16, que se celebra estos días en Riad (Arabia Saudí) cuantifica la necesidad de inversiones y apoyo a las regiones afectadas por la sequía y la desertificación.

Según el trabajo publicado, la ONU advierte que el mundo necesita 1.000 millones de dólares diarios para combatir la desertificación, la degradación de tierras y la sequía entre 2025 y 2030.

En concreto, se describe que hace falta invertir 2,6 billones de dólares de aquí a 2030 para restaurar más de 1.000 millones de hectáreas de tierras degradadas y aumentar la resiliencia a la sequía, de acuerdo al documento Invertir en el futuro de la tierra: Evaluación de las necesidades financieras para la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación CNULD.

Degradación de tierras

Hasta el 40% de las tierras del mundo están degradadas, lo que afecta a más de 3.200 millones de personas, y los costes más elevados recaen sobre quienes menos pueden permitírselo: las comunidades indígenas, los hogares rurales, los pequeños agricultores y, especialmente, los jóvenes y las mujeres, según el informe.

La situación se ve agravada por el fuerte aumento de las sequías (un 29 % desde 2000) y las previsiones indican que en 2050 tres de cada cuatro personas en todo el mundo podrían verse afectadas.

Situación de España

España es el país de Europa con más riesgo de sufrir desertificación, con prácticamente el 75 % del territorio en grave peligro y un 6 % ya degradado de forma irreversible, particularmente en la vertiente mediterránea, la andaluza y las Islas Canarias.

Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en los últimos 40 años, España ha experimentado tres episodios significativos de sequía prolongada e intensa: de 1982 a 1984, de 1991 a 1996 y de 2005 a 2009. Sin embargo, el episodio más grave es el que se ha desarrollado desde 2021 hasta la actualidad. Como resultado, ese 74 % del territorio español está en riesgo de desertificación.

España se encuentra, además, entre los países industrializados con mayor estrés hídrico del mundo. De acuerdo con el Banco Mundial, en 2020, la ratio de estrés hídrico en España se situaba en el 43,25 %. Este porcentaje refleja la relación entre el total de agua dulce extraída y el total de agua renovable disponible de forma natural en el país.

Inversiones mil millonarias

Sin embargo, a pesar de esta crisis creciente, según el documento de Naciones Unidas, las inversiones necesarias para alcanzar los objetivos mundiales de recuperación de tierras y resiliencia ante la sequía se quedan cortas con unos 278.000 millones de dólares al año.

Según el secretario ejecutivo de la CNULD, Ibrahim Thiaw, «para proteger vidas y medios de subsistencia, debemos aumentar significativamente las inversiones en restauración de tierras».

«Los beneficios, tanto económicos como sociales, son innegables. Cada dólar invertido en tierras sanas es un dólar invertido en biodiversidad, clima y seguridad alimentaria», ha añadido.

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Cartel que prohíbe el baño en el pantano seco de Santa Fe, en el parque natural del Montseny, en septiembre del año pasado (Foto: Europa Press)

Aumento de inversiones

Según las conclusiones del informe, la financiación para mejorar las tierras está aumentando, pero «sigue habiendo grandes lagunas» y las inversiones mundiales para combatir la desertificación y la degradación de la tierra aumentaron de 37.000 millones de dólares en 2016 a 66.000 millones en 2022.

Sin embargo, se necesitan 355.000 millones de dólares anuales entre 2025 y 2030 para colmar el déficit de financiación, lo que se traduce en un déficit de 278.000 millones de dólares.

De acuerdo al documento, las pérdidas superan las inversiones necesarias con la desertificación, la degradación del suelo y la sequía, que ya cuestan a la economía mundial 878.000 millones de dólares al año, mucho más que las inversiones necesarias para hacer frente a estos problemas.

Retorno y beneficios de inversiones

Estos costes incluyen la reducción de la productividad agrícola y de los servicios ecosistémicos, los costes sociales de las pérdidas de carbono y los daños causados por la sequía.

Según el documento, invertir en la restauración genera unos beneficios anuales estimados en 1,8 billones de dólares. Por cada dólar invertido, hay un retorno de hasta 8 dólares en beneficios sociales, medioambientales y económicos.

Ello incluye la mejora de la productividad agrícola, el aumento de la resiliencia a la sequía y al clima, y la mejora de los servicios ecosistémicos.
Sin una ayuda financiera urgente, las repercusiones socioeconómicas de la degradación de tierras se agravarán, generando inestabilidad y migraciones forzosas, de acuerdo al informe.

Rendimiento de cultivos

El rendimiento de los cultivos podría disminuir hasta un 50% en algunas regiones de aquí a 2050, lo que puede disparar los precios de los alimentos un 30% y agravar la inseguridad alimentaria, especialmente en zonas vulnerables.

En este contexto, África se enfrenta al mayor déficit de financiación, ya que necesita 191.000 millones de dólares anuales para restaurar 600 millones de hectáreas de tierras degradadas.

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Vista general del pantano de Mediano en el Pirineo de Huesca, donde las huellas de la sequía son evidentes. (Foto: EFE/Javier Blasco)

COP16

La Conferencia de las Partes (COP) fue establecida por la Convención como su principal órgano decisorio. Está formada por las 197 Partes de la CNULD (196 países y la Unión Europea) y es responsable de orientar la Convención para que pueda responder a los retos mundiales y a las necesidades de los países.

La COP16 de la CNULD es una cumbre clave para aumentar la ambición global sobre tierras y sequía, poniendo a las personas en el centro de la acción. Coincidirá con el 30 aniversario de la Convención.

Esta cumbre es la primera gran conferencia de la ONU que acoge el Reino de Arabia Saudí y, además, será la primera vez que una COP de la CNULD se celebra en la región de Oriente Medio y Norte de África (MENA), que conoce de primera mano los impactos de la desertificación, la degradación de la tierra y la sequía.