Luis Miguel Sánchez: «La Vespa siempre se mantendrá estoica, sea con motor de gasolina o eléctrico»
La scale up sevillana Estoica ya tiene cientos de interesados en el lanzamiento de los kits para transformar las míticas Vespas en eléctricas
Desarrollan en Sevilla un kit para transformar la clásica Vespa en una moto eléctrica
Hace cinco años se gestó la idea de transformar la mítica moto Vespa de combustión a eléctrica, una idea que le rondaba en la cabeza a Luis Miguel Sánchez, que entonces trabajaba en una subcontrata para Airbus.
La fórmula de convertir motores de combustión en eléctricos no es nueva en el mundo de los coches, tal y cómo hace Renault con la iniciativa Retrofit con los 4L o los R5.
Pero la novedad de Estoica, scale up radicada en Sevilla, es que se ha fijado en unos modelos concretos de Vespa, una moto icónica que, tras la transformación, podrá rodar sin soltar CO2, tranquilamente de forma eléctrica, por las Zonas de Bajas Emisiones, restricciones que pronto llegarán a las dos ruedas.
Pasión por las Vespas
Y así, la pasión por conducir la creación de Piaggio parida hace 140 años, y la necesidad de emprender para saciar un espíritu inquieto, hicieron que surgiera la idea de inventar, desarrollar, fabricar y montar kits eléctricos en la Vespa.
De momento los kits de Estoica serán válidos para Vespa de chasis grande tipo PX, TX, T5, 160GS, Sprint, LML start 2T de chasis grande etc. Para LML 4T y Automática de chasis grande, tal y como aclaran en la web.
Hablamos con Luis Miguel, CTO de Estoica Engineering, sobre el proceso, cómo surgió la idea y cómo se ha hecho realidad la pasión de un ingeniero industrial, que fundó una empresa de ingeniería volcada en el sector aeronáutico, y creó la división Estoica Motor para desarrollar la idea sin tocar la inconfundible estética de la Vespa, pero añadiendo un kit de potencia eléctrica.
Kits y Vespas ya transformadas
Con una empresa radicada en Carmona en la que ahora son seis personas, tres socios y tres trabajadores, pretenden enamorar a los fans de la Vespa no sólo en España, también en el resto del mundo.
En la conversación, Luis Miguel nos adelanta que el lanzamiento de los kits y de las 14 Vespa ya electrificadas será para abril de 2025, que tiene más de 300 correos de personas ya interesadas por esta idea, sin ni siquiera haber empezado las acciones de marketing.
OKGREEN: ¿Sois unos enamorados de la Vespa o habéis visto en este modelo una oportunidad?
Luis Miguel Sánchez: Bueno, el enamoramiento está implícito, porque si no, no se le podría poner tanta pasión y desarrollar un proyecto como este. Entonces sí, somos unos enamorados de la Vespa.
Había una necesidad que cumplir y, como empresa de ingeniería, lo hemos intentado hacer lo mejor posible. Este proyecto nació como un proyecto fin de máster y, bueno, y yo no quería que se quedase en ese punto, quería materializarlo en un producto. También antes del máster en la Escuela Politécnica Superior de Sevilla, ya llevaba tres o cuatro años montando en Vespa.
Fue mi primer scooter de cilindrada mayor a 49 centímetros cúbicos y pronto le cogí cariño a su estética y a su mecánica y a todo lo que conlleva este mundillo.
P.: ¿Cómo se te ocurrió el nombre de la empresa?
R.: Básicamente, en aquella época yo trabajaba para Airbus en una subcontrata. Necesitaba llegar un poco más allá de donde me dejaban mis superiores. Pensé que ante la adversidad y lo complicado que es emprender tenía que ser estoico o para iniciar esta andadura a la hora de afrontar los retos, que nunca son fáciles y siempre hay dificultades.
Había que mantenerse firmes y con un poco de filosofía de los griegos, los estoicos hablaban de eso, de utilizar la razón por encima de todo. Si las cosas que venían eran negativas, verlas como positivas siempre tienen una doble lectura y ayuda a mantenerse impasibles ante la adversidad. El nombre va con la empresa que nos dedicamos a la ingeniería, fundamentalmente a la industria aeronáutica.
P.: ¿Y el nombre también va con la Vespa?
R.: Sí, porque la Vespa también se va a mantener estoica. Vengan los cambios que tengan que venir, los normativos y medioambientales, siempre va a estar ahí, la Vespa con su motor de gasolina, o eléctrica, o con lo que venga próximamente.
Se va a mantener férrea, ¿no?, férrea al paso del tiempo, siempre va a ir de padres a hijos, de abuelos a nietos y bueno, esa es un poco la idea que tiene esa imagen, esa palabra que a mí me gusta mucho Es una palabra que es muy bonita, a mí me lo parece en español, y no estaba registrada.
Entonces, bueno, pues de cabeza, lo registré en patentes y marcas y creo que es pegadizo. Y tiene también, un doble sentido y unas bromas que me suelen hacer algunos clientes y proveedores. Y bueno, tiene su gracia.
P.: ¿Cuánto tiempo lleváis con este proyecto?
R.: Pues este proyecto empezó hace cinco años con el máster que os he comentado en el que tuvimos la oportunidad de realizar un escaneo 3D de la moto.
Ya desde un principio sabía que nada más entrar a las clases, el máster era de diseño de productos, yo tenía claro que iba a sacar un producto que se iba a materializar.
Si había que hacer un trabajo grupal intentaba que mi equipo hiciera parte de este proyecto. En esos comienzos, escaneamos la moto completamente que nos lo hizo una empresa, una empresa de la industria aeronáutica que se llama Trigo, que se lo agradeceré siempre, porque fue el comienzo de algo grande…
Y a través de este escaneo de la moto y con asignaturas de sostenibilidad, plan de negocio, marketing, otra de diseño de productos, con la que hicimos lo que es el diseño estético de las llantas que tenemos actualmente….
Y cuando se terminó el proyecto fue el comienzo de mucho trabajo que venía por detrás, empecé a desarrollar componentes, a fabricar, a tener contactos internacionales con fabricantes, patentes, mil cosas, procesos de aceleración como start up, mil aventuras…
P.: ¿Cuándo salió el primer prototipo de la Vespa eléctrica y cómo ha sido el proceso?
R.: Pues rodando, creo que un año después de terminar el primer año del máster en 2021. Creo que fue al segundo año de comenzar el máster, el primer prototipo. Lo que pasa es que claro, tú tienes un prototipo, pero ahora tienes que industrializar. Y el concepto original, pues tienes que cambiarlo.
Y tienes que realizar un producto, porque de tener un prototipo a tener un producto, hay un gran trecho. Hay muchos aspectos que tienes que tener en cuenta. Como la cadena de suministros, la patente para darle carga, inventiva para que nadie pueda plagiar. Mil cosas.
Luego hemos estado trabajando en la sombra y hemos tenido el proyecto guardado mucho tiempo hasta que hemos tenido una madurez de producto y como empresa como para poder ejecutarlo.
Las subvenciones también han servido un poco para ayudar a llevarlo a cabo que, evidentemente, todavía no se han cobrado. Hay que ejecutar el proyecto y es un gran riesgo.
Que nadie se piense que una subvención es algo que te viene del cielo y que es la varita mágica para cualquier proyecto. Una subvención es un problema grande que puede salirte bien o puede salirte mal porque no tenemos un equipo de abogados en una pequeña empresa como para salvar todos los problemas y las letras pequeñas que tienen las subvenciones.
P.: ¿Sabéis la inversión que ha supuesto todo este desarrollo?
R.: ¿El dinero que se ha gastado? Pues si te digo la verdad no lo llevo contabilizado, pero sobre todo más que dinero, si tuviera que valorar algo es el esfuerzo y el tiempo, tiempo dedicado al principio del proyecto. Siempre estuve empujando. Si ese tiempo en horas hubiera sido pagado sería una cifra bastante alta.
Para montar una empresa en sí, pues tienes que tener un buen colchón, no te das cuenta del dinero que vas gastando porque va entrando en la caja con otros proyectos y lo vas reinvirtiendo.
Pero para empezar un proyecto en sí o tener que montar una sociedad para desarrollar un producto te hace falta tener medio millón de euros en la caja, en el banco.
Bueno, pides algunos favores, cosas que te ayudan a los comienzos. Luego, pues vas intentando utilizar los medios que hay en España y en Andalucía, los centros de fomento del emprendimiento que te prestan algo que no tienes que alquilar desde un principio, te prestan una instalación…
Y sí que recuerdo que la primera inversión fue un programa de diseño 3D que costaba como comprar un SUV, unos 35.000 euros. Yo nunca he estrenado coche y compré una licencia. Cinco gigas de memoria que ocupan en un ordenador. Esa fue mi primera inversión para pillar todos los ahorros y meterlos ahí porque era mi herramienta de trabajo.
P.: ¿Habéis contactado con Piaggio para mostrar vuestra idea?
R.: Sí, cuando tuvimos el prototipo en 2021 o 2022 contacté con ellos para ver si estaban interesados. En un primer momento, me dijeron que podían estar interesados y luego nunca más supe de ellos. Después, me dijeron que la compañía no estaba interesada en revivir la Vespa clásica, que realmente no les gusta la estética clásica o el producto antiguo… No les interesa porque ellos quieren vender productos nuevos.
P.: ¿Sabéis cuánto costará cada tipo de modelo?
R.: Una moto electrificada, que equivale a una 125 CC, pero que tiene más velocidad y más aceleración, con una autonomía de 100 kilómetros será superior al ser un precio por encima de la compra de una motocicleta eléctrica de las mismas características, porque evidentemente nosotros no fabricamos 50.000 unidades y no podemos conseguir unos ahorros de costes…
P.: ¿Quién decide pasar a eléctrico una Vespa?, lo hace por un motivo concreto, porque no va a poder circular por las zonas de bajas emisiones en un futuro o porque quiere darle una nueva vida a la moto.
R.: Hoy he recibido, por ejemplo, una llamada telefónica aquí en la oficinas y y casualmente me ha hablado un señor que quería convertir su Vespa en eléctrica, que quería información y que estaba muy entusiasmado.
Le pregunté que cuál era el motivo, si vivía en una gran ciudad… y me dijo que no, que vivía en un pueblecito pero que le encantaba la idea y le encantaba el producto y que él quería tener un motor como esa.
Hay mucha variabilidad de potenciales clientes para una Vespa eléctrica. Ahí está el que le gusta potencia en la moto y que quiere algo para que corra más rápido. Hay alguien que simplemente le gusta lo eléctrico y la estética clásica. Y luego está el que está en una ciudad de bajas emisiones.
Están esos dos clientes que he definido antes, pero que además está obligado a transformar la Vespa en eléctrica porque la normativa de esa ciudad ha dicho que no se puede entrar en el centro con su motocicleta… Y este es el caso de las motocicletas que tienen menos de 30 años.
Porque hay gente en las redes sociales que siempre está diciendo si las haces históricas puedes circular en el centro. Sí, pero sólo si tiene más de treinta años.
Hay muchas de estas Vespas que no tienen treinta años todavía. Es un producto más que va a haber en el mercado, que si conoces un poco el mundillo de las clásicas y de los scooters, hay mucha gente que gasta dinero en renovar sus motos clásicas. De este modo, éste va a ser otro producto más.