Refugios solares: la fotovoltaica regenera la población y el hábitat de las especies
El topillo de Cabrera, un endemismo ibérico, encuentra en una planta de Iberdrola el lugar idóneo para vivir
La Unión Fotovoltaica Española destaca que al menos ocho especies protegidas o definidas como vulnerables habitan dentro de proyectos de energía solar
La instalación de una planta fotovoltaica, además de conseguir energía renovable del sol, también favorece la regeneración de la población y el hábitat de las especies. Ya hay evidencias y estudios que ratifican esta circunstancia reportadas por organizaciones ambientales o por entidades vinculadas al sector de la energía solar.
Es la circunstancia que se ha estudiado en la planta fotovoltaica de Iberdrola de Ceclavín (Extremadura) donde se ha monitorizado la evolución poblacional de la presencia del topillo de Cabrera.
Según el libro rojo de los mamíferos terrestres de España, el topillo de Cabrera (Iberomys cabrerae) es un roedor, una especie endémica de la península Ibérica, que presenta un área de ocupación y presencia escasa.
Resultado muy positivo
Iberdrola inició junto a EMAT (Estudios Medioambientales y Territoriales) en septiembre de 2022 un estudio de campo, con una duración de casi un año, sobre la presencia del topillo de Cabrera en la planta fotovoltaica extremeña.
El objetivo del trabajo de campo consistía estudiar en el emplazamiento de la fotovoltaica, caracterizar la zona de hábitat potencial del topillo, su correcta restauración y la colonización de las poblaciones de esta especie en «estos parches de hábitat».
Según sus impulsores, el trabajo finalizó a finales de junio «con un resultado muy positivo que revela que las zonas con presencia de la especie han aumentado notablemente».
Aumento de la población
Los datos han demostrado que se ha pasado de 4 y 7 zonas localizadas en los estudios previos, a 17 emplazamientos, de un total de 19 zonas que se marcaron como hábitat potencial al encajar con las características exigidas por la especie.
Para Alfredo Ortega, biólogo de EMAT «los resultados obtenidos mediante los trabajos de campo en la planta FV Ceclavín han superado todas las expectativas iniciales y han confirmado, no sólo una expansión y mejora del hábitat utilizado por el topillo de Cabrera, sino también la presencia de la especie en prácticamente todas las manchas de vegetación potencial presentes dentro de la infraestructura energética, con unas densidades realmente importantes».
Para Jorge Romero, del equipo de medioambiente de Iberdrola Renovables la compañía»trabaja desde hace años en multitud de líneas y proyectos para impulsar la convivencia ambiental, social y territorial, todo ello integrado en el Programa Convive».
Hábitat mejorado gracias a la fotovoltaica
Además, el seguimiento de sus poblaciones revela que en la última década se ha reducido, mostrando una tendencia claramente regresiva. La principal conclusión es que «los hábitats potenciales han mejorado su calidad con relación al estado previo a la construcción de la instalación».
Entre los beneficios de instalar la fotovoltaica se describe que «ahora ese terreno se encuentra libre de pesticidas y elementos químicos que pueden afectar a la población de este roedor y encuentra un nicho ecológico cómodo que además atrae a otras especies predadoras como las rapaces».
La detectabilidad, tiempo en encontrar indicios de presencia reciente, se ha categorizado por los estudiosos «como alta o muy alta en todas las zonas de presencia, debido a que las poblaciones son muy abundantes, algo que no suele suceder».
Fototrampeo
Para conseguir pruebas de su presencia, se ha recurrido a la técnica del fototrampeo, método con el que se ha conseguido imágenes de buena calidad del topillo en todas las zonas de presencia.
La captura de estas instantáneas es muy importante, ya que al ser una especie categorizada como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), «la obtención de estas imágenes, así como los resultados de este estudio, tienen un alto valor científico», según avanzan los implicados en la restauración de este hábitat.
Las estimaciones preliminares hacen pensar a los expertos que la regeneración del hábitat y «la población de topillo de Cabrera existente en la planta fotovoltaica de Ceclavín es muy relevante, pudiendo llegar a ser una de las mayores conocidas».
Refugios solares
Y no es la única especie que encuentra cobijo en los paneles solares tal y cómo reportó la Unión Fotovoltaica Española (UNEF), que informó que «al menos ocho especies del Catálogo Español de Especies Amenazadas habitan en plantas de energía solar en suelo».
La sectorial de la energía solar recuerda que «ni los proyectos en suelo de energía solar ni el autoconsumo emiten ningún tipo de contaminación ni radicación, sustituyendo a fuentes de generación energética que sí lo hacen».
Además, significan que en los terrenos donde se sitúan los proyectos en suelo de energía solar no se utilizan pesticidas, herbicidas ni fertilizantes, evitando que se destruya la biodiversidad y se contaminen las aguas cercanas.
Reservas para la biodiversidad
Con las medidas adecuadas, el territorio en el que se sitúan las plantas de energía solar puede convertirse en auténticas reservas para la biodiversidad. «Al limitarse la actividad humana durante unos treinta años, se renaturaliza el entorno, lo que genera una restauración de flora y fauna. El avistamiento de estas especies es una buena prueba de ello», ha afirmado José Donoso, director general de UNEF.
Desde UNEF reportan la presencia especies vulnerables o protegidas como el alcaraván, el sisón común, la cigüeña negra, el aguilucho cenizo, milano real, la ganga ortega, el lince ibérico y, el ya referido, topillo de Cabrera.