Éstos son los motivos por los que ya no se podrá sobrevolar de noche Lisboa
Tras las protestas de ciudadanos y autoridades municipales el principal aeropuerto de Portugal se ve afectado
Lisboa es una de las últimas ciudades en plantear soluciones a los problemas de otras urbes y países europeos que ocasionan el sector del transporte aéreo y de los aeropuertos de todo el mundo, con una medida nunca vista ni imaginada al prohibir los vuelos de noche.
Unas infraestructuras y una actividad comercial que últimamente se están enfrentando constantemente a nuevos desafíos ambientales, a modificaciones en las regulaciones en materia de medioambiente y a las presiones de las organizaciones ecologistas y de los ciudadanos.
Emisiones y ruidos
Las emisiones del tráfico aéreo son el gran quebradero de cabeza de estados y ciudades que, además, se ven agravadas por el impacto del ruido de los aviones que aterrizan y despegan de aeropuertos que están pegados a las ciudades.
A estos inconvenientes, se suman la tendencia de eliminar los vuelos de corto alcance, tal y como ha ocurrido en Francia, que lleva un año sin vuelos de conexión local de menos de 2,5 horas de duración para, aunque todavía no hay informes definitivos de reducción de emisiones de CO₂.
Vuelos de menos de cuatro horas
En España, el pacto de Gobierno entre PSOE y Sumar, concretaba la eliminación de los vuelos de menos de cuatro horas, una medida que no se ha activado y que, recientemente, organizaciones ecologistas han reclamado. Una restricción que se ha visto de nuevo reflejada con motivo del 50 aniversario del Puente Aéreo entre las ciudades de Madrid y Barcelona.
Entre los argumentos para su eliminación están también razones de salud de los habitantes cercanos a las ciudades, ya que, según los informes y las reclamaciones de distintas entidades como Ecologistas en Acción o Transport & Environment (T&E), la proximidad de grandes aeropuertos cerca de las poblaciones, como Madrid o Barcelona, afectan a millones de personas.
Combustible sostenible
Entre 2013 y 2019, las operaciones aéreas domésticas en España crecieron un 27 % en España —y sus emisiones de CO₂ asociadas, un 30 %— muy por encima de países como Alemania, que mantuvo prácticamente invariable su número de operaciones internas; Francia, que las redujo un 5 %, o el Reino Unido, que consiguió disminuirlas un 8 %.
Un difícil equilibrio en el que confluyen el aumento de los vuelos turísticos y de negocios en España y ampliaciones de los grandes aeropuertos de Madrid y Barcelona.
En estos momentos en los que las compañías aéreas y los fabricantes aeronáuticos aceleran soluciones más sostenibles con combustibles como el SAF, un menor consumo y ruido de las aeronaves, se plantean soluciones drásticas como la que ha tomado en la ciudad de Lisboa de noche.
Sin vuelos de noche en Lisboa
El Gobierno de Portugal ha anunciado este jueves que los vuelos de noche en el Aeropuerto Humberto Delgado, en la capital lusa, Lisboa, estarán prohibidos tras las conclusiones de un grupo de trabajo sobre el ruido y la contaminación de las aeronaves.
El ministro de Infraestructura y Vivienda portugués, Miguel Pinto Luz, ha explicado que el grupo de trabajo sobre vuelos nocturnos en Lisboa «ha concluido» y ha confirmado restricciones entre las 1.00 y las 5.00 horas (hora local), según declaraciones recogidas por la agencia de noticias Lusa.
Derecho al descanso
Pinto, que ha considerado que se trata de un «paso gigantesco», ha recordado las críticas de Ayuntamientos y ciudadanos respecto del ruido provocado y la contaminación.
Esta semana, decenas de vecinos de los barrios afectados por el aeropuerto se manifestaron cerca del aeropuerto para exigir, entre otras cosas, derecho al descanso.
Los manifestantes exigieron el fin de los vuelos nocturnos, la no ampliación y cierre del aeropuerto, y la urgente construcción del nuevo aeropuerto a las afueras de la ciudad, así como un nuevo pulmón verde.
En septiembre, el Ayuntamiento de Lisboa aprobó por unanimidad una moción para reducir el número de movimientos por hora en Humberto Delgado y rechazar cualquier aumento de la capacidad aeroportuaria.