Cambio climático

Los científicos invitan a los montañistas a medir el espesor de la nieve en cinco parques nacionales

El proyecto "Seguimiento de nieve" estudiará el impacto del cambio climático en la nieve en nuestras cumbres

espesor nieve
Tras una experiencia piloto en Sierra Nevada, la iniciativa se extiende a cuatro Parques Nacionales más: Guadarrama, Picos de Europa, Ordesa y Monte Perdido y el de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici.

La ciencia pide la colaboración de la ciudadanía para medir el espesor de la nieve en distintos picos de las montañas españolas. Necesitan conocer de forma precisa y fiel cómo y a qué velocidad se está reduciendo la nieve de las montañas de nuestro país y saber el impacto del cambio climático en las cumbres.

Que cada vez hay menos nieves es algo que los científicos y los amantes de la montaña comprueban año tras año. «Hay evidencias de que el calentamiento global está reduciendo y reducirá sensiblemente la disponibilidad de nieve en las cordilleras españolas», según David Pulido, investigador del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC) y uno de los creadores y promotores del proyecto de ciencia ciudadana Seguimiento de nieve.

Con esta iniciativa, que durará durante la temporada 2023 – 2024, se propone monitorear el espesor de la nieve en cinco Parques Nacionales con la colaboración de los montañistas aficionados a visitar las cumbres.

El objetivo es conocer de forma precisa de qué forma y a qué ritmo se está reduciendo la nieve de nuestras montañas y reunir datos para poder predecir la evolución de este fenómeno y las consecuencias que tendrá para el ser humano y el medio ambiente.

Indicador del cambio climático

«Las zonas de alta montaña son muy sensibles al aumento de las temperaturas y el descenso de las precipitaciones, por lo que la nieve es un excelente indicador del cambio climático», explica Pulido, quien dirige el Departamento de Aguas y Cambio Global del IGME-CSIC. «Además, la nieve tiene un papel clave en la regulación del caudal hidrológico y, por tanto, en los ecosistemas, la agricultura, la generación de energía hidroeléctrica o el turismo», agrega.

Todos estos factores dan una idea de la importancia de llevar un adecuado seguimiento de la capa de nieve, una actividad que «se ha reducido drásticamente en los últimos años en algunas zonas debido a recortes presupuestarios», apunta el investigador.

Montañeros que sustituyen helicópteros

El programa ERHIN (Evaluación de los Recursos Hídricos procedentes de la Innivación), creado en 1981 para llevar a cabo el seguimiento, inició en los años 90 una serie de registros utilizando pértigas que eran observadas desde un helicóptero. Sin embargo, el alto coste económico de los vuelos hizo que se redujeran a raíz de la crisis de 2008.

«El proyecto Seguimiento de nieve  propone mantener la continuidad de estos registros, de gran valor científico, y seguir aprovechando esta infraestructura subutilizada», señala Pulido, creador de esta iniciativa junto con Antonio Collados y Leticia Baena, del IGME-CSIC, y Pedro Sánchez, del Parque Nacional de Sierra Nevada.

Gracias a esta actividad de colaboración ciudadana las observaciones no las realizarán el personal técnico desde un helicóptero, sino montañeros y montañeras con ganas de implicarse en un reto científico y deportivo y medir qué espesor presenta la nieve en estos puntos.

Cómo participar

Desde la iniciativa proporcionan los datos para participar, de una forma sencilla sin registros ni rellenar formularios. Señalan que es suficiente con consultar la ubicación de las pértigas en Wikiloc, llegar hasta una o varias de ellas, tomar fotografías y enviarlas por WhatsApp al número de teléfono 629 938 144 o al email [email protected].

Tampoco hace falta geolocalizar las imágenes ya que cada pértiga tiene un marcador con un patrón geométrico específico que la hace reconocible por el equipo investigador.

Se encuentran disponibles en Wikiloc los mapas con la situación precisa de las pértigas en Sierra Nevada, Guadarrama, Picos de Europa, Ordesa y Monte Perdido y Aigüestortes y Estany de Sant Maurici.

Quienes más imágenes compartan con el proyecto, podrán optar a premios, como estancias en refugios de montaña o publicaciones editadas por las federaciones de alpinismo.

Responsabilidad en la participación

Durante la temporada 2023-2024, esta iniciativa de ciencia ciudadana para medir el espesor de la nieve se llevará a cabo en cinco Parques Nacionales: Sierra Nevada, donde ya se han desarrollado tres ediciones piloto, Guadarrama, Picos de Europa, Ordesa y Monteperdido y Aigüestortes y Estany de Sant Maurici.

Aunque todavía quedan por definir los premios en los nuevos espacios, la participación está abierta desde la caída de las primeras nevadas.

«Colaborar en el proyecto es una forma de conocer de primera mano las consecuencias del cambio climático y de visitar de forma responsable los Parques Nacionales», asegura Pulido.

Sin embargo, desde el proyecto piden precaución ya  que «la montaña invernal es un medio complejo y hostil, por lo que en todo momento hay que tener precaución, consultar el parte del tiempo meteorológico y de riesgo de avalanchas y llevar una equipación adecuada».

Drones y sensores de medición

El proyecto de ciencia ciudadana se desarrolla dentro el proyecto SER-PM, que combina la colaboración ciudadana con acciones de monitoreo puestas en marcha por personal investigador.

Es el caso de las observaciones con drones, que se llevarán a cabo cuándo y dónde se permitan vuelos con fines científicos, y la recogida de datos con sensores de medición automática, que se instalarán en las pértigas ubicadas en zonas menos frecuentadas.

La iniciativa supone también la extensión y la continuidad del proyecto del Plan Estatal de Investigación SIGLO-AN, que el IGME-CSIC ha desarrollado en años anteriores en colaboración con el Parque Nacional de Sierra Nevada y la Federación Andaluza de Montañismo.

Su extensión ha sido posible gracias al trabajo de personal de Parques Nacionales y del IGME-CSIC, con una destacada labor de científicos montañeros de esta institución, como Luis Carcavilla y Nemesio Heredia. Para las observaciones con drones, el equipo cuenta con el apoyo de Carlos Lorenzo y Juan Carlos López, del Servicio de Trabajos Aéreos del IGME-CSIC.