Las cunetas no son un cubo de basura: los peligros de dejar o tirar residuos en las carreteras
Libera alerta de las consecuencias del abandono de basuraleza en las carreteras en plena operación salida


Llega la gran operación salida de verano en agosto, en la que los españoles cogerán sus vehículos para recorrer muchos kilómetros hasta su punto de destino vacacional, unos desplazamientos que conllevan el abandono de residuos en las cunetas.
Sí, la basura también se tira en los arcenes y llega hasta las cunetas. Un gesto con poca conciencia ciudadana y ambiental que provoca desastres como los incendios o peligros para otros usuarios de las vías en las que los más débiles y expuestos son los peatones, ciclistas y motoristas.
Algunos olvidan que dejar residuos en las carreteras es un foco de peligros que no ayudan en nada a la conservación del entorno. En este contexto, con el aumento de desplazamientos en carreteras a partir del 1 de agosto, el Proyecto Libera, de SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, recuerda con su campaña Tirar basuraleza en la carretera nunca lleva a un buen lugar, la importancia de no abandonar basuraleza en las cunetas de las carreteras en verano.
Basura en las cunetas
La denominada Operación Especial 1º de agosto conlleva que millones de ciudadanos se van a desplazar por las carreteras españolas estas semanas. Según la Dirección General de Tráfico(DGT) se prevé que haya durante los meses de julio y agosto 94 millones de desplazamientos de larga distancia en coche por las carreteras españolas.
Ante este problema, el Proyecto Libera, de SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, hace un llamamiento a la ciudadanía para que no abandone basuraleza en las cunetas, ya que esta acción trae graves consecuencias y contamina los espacios naturales con esta campaña desarrollada junto a la Dirección General de Tráfico (DGT).
Los residuos más comunes
Una campaña que va acompañada de un informe que refleja todos los riesgos que conlleva tirar basuraleza en las carreteras.
En el informe se muestran datos, aunque no muy recientes, de un estudio sobre el abandono de residuos en cunetas en Estados Unidos realizado en 2009 (con una muestra de casi 10.000 personas). La conclusión que arroja el documento es que del 90% de la basura recogida correspondía a restos de pequeño tamaño de 10 centímetros o menos.
Y aquí el tamaño y el tipo de residuos sí importan, ya que la mayor parte eran colillas de cigarro (38%), papel (22%) y plástico (19%). Este estudio identifica como fuente principal de estos residuos a los propios usuarios de las vías de transporte.
Los responsables de la contaminación
Y señala a los conductores (en un 53%) y peatones (23%) como la principal fuente de abandono de residuos. Sin embargo, se apuntaba a otros factores como la pérdida de cargas en camiones, coches y camionetas, así como elementos desprendidos de los propios vehículos y pérdidas de aceite de motor.
El proyecto Libera recuerda que existe «escasa información sobre la cantidad y tipología de residuos abandonados en las cunetas». Añaden que, a nivel nacional, según datos aportados por una conocida empresa del sector de mantenimiento y conservación de carreteras se obtiene que «desde el año 2017 hasta la actualidad, a lo largo de 179 kilómetros de carretera correspondientes a una autovía y una carretera convencional, se han retirado 20 toneladas de neumáticos, 23 toneladas de residuos mezclados y casi 26 toneladas de residuos plásticos. Estos residuos son recogidos y llevados al gestor correspondiente».
Diferencia de zonas
Destacan que «no todas las vías son iguales, ni son percibidas del mismo modo por la persona que ensucia. La localización es un factor importante: aquellas carreteras que se encuentran cerca de establecimientos comerciales y áreas industriales tienen un 11% más de desperdicios que la media».
En cuanto a la tipología de basuraleza, el informe de Libera señala que el abandono de basura en las cunetas es un foco de problemas mucho más grandes que el trastorno visual en el paisaje o en la naturaleza.
Aseguran que «los desechos en las cunetas como las colillas, restos de cristales o comida pueden provocar incendios, incrementar el riesgo de inundaciones debido al atasco de las vías de encauzamiento de aguas y representar un peligro para los usuarios de la carretera, especialmente para los más vulnerables, como motociclistas y ciclistas, cuando los residuos se quedan en la calzada».
Sustancias tóxicas
No obstante, su impacto más grave es la contaminación causada por el vertido de sustancias tóxicas. Señalan que «restos como frigoríficos, termómetros, latas de pintura, baterías de coche, aceites o combustibles son abandonados en arcenes, los cuales provocan contaminación química».
Los refrigerantes como el freón y metales tóxicos como el plomo o el cadmio son elementos que pasan de los residuos al entorno a través de la lluvia, en un proceso conocido como percolación, llegando a afectar a reservas de aguas.
La basuraleza en las cunetas es un problema que afecta a todos en múltiples aspectos: contamina el medioambiente, hace peligrar a la biodiversidad del entorno y pone en peligro directo la vida de los conductores.
Identificar los puntos negros de basuraleza
Destacan que es fundamental contar con la colaboración de toda la población. Por eso, desde Libera, se ha puesto a disposición de la ciudadanía un formulario en el que cualquier persona puede señalar la existencia de un punto negro de basuraleza, una acumulación de residuos abandonados en la naturaleza de gran peso o volumen. Ante esto, se informa a las autoridades o administración pública para que se encarguen de su correspondiente eliminación.
«Las cunetas se han convertido en vertederos invisibles. A menudo se ven como espacios marginales, pero en realidad son corredores ecológicos que conectan hábitats y permiten el movimiento de muchas especies. Cuando se llenan de residuos, no solo alteramos el paisaje: ponemos en riesgo a la fauna, contaminamos el suelo y favorecemos la propagación de especies invasoras» afirma Miguel Muñoz, coordinador del Proyecto Libera en SEO/BirdLife.
Latas, plásticos y hasta electrodomésticos
Desde el Proyecto Libera llevan años alertando de este problema. «Hemos encontrado desde latas y plásticos, hasta electrodomésticos abandonados en estas zonas. Es un reflejo de la necesidad urgente de mejorar la educación ambiental, pero también de reforzar la vigilancia y las sanciones», afirma Muñoz.
«Sabemos que el verano es una época en la que hay una gran cantidad de desplazamientos por carretera. Por eso, desde Libera hacemos un llamamiento a los ciudadanos para que cuiden los entornos naturales y no tiren basuraleza desde sus vehículos», destaca Sara Güemes, coordinadora del Proyecto Libera en Ecoembes.
Concluye que «es esencial que la ciudadanía reflexione su forma de relacionarse con el medioambiente y comprenda las consecuencias que tiene el tirar basuraleza. El respeto, los buenos hábitos y la responsabilidad son aspectos fundamentales para preservar nuestros entornos».