Alimentación

Los retos que ha propuesto la COP28 para reducir las emisiones del sistema alimentario

ProVeg resume los progresos realizados en la COP28 para reducir las emisiones del sistema alimentario

COP28 sistema alimentario
La Declaración señala que “cualquier camino” para alcanzar el objetivo climático clave de 1,5 °C debe involucrar la alimentación y la agricultura

La Declaración sobre Agricultura Sostenible, Sistemas Alimentarios Resilientes y Acción por el Clima fue firmada en la COP28 por 134 países en la última cumbre de la ONU sobre el clima que comenzó la semana pasada en Dubai (Emiratos Árabes Unidos).

Pasada la COP28 con la promesa de abandono de los combustibles fósiles como gran titular del resultado de las negociaciones entre los estados, también se ha firmado un compromiso para reducir las emisiones de carbono a través del sistema alimentario.

Más de 120 países firmaron la Declaración sobre clima y salud que reconoce que una alimentación sana y sostenible desempeña un papel clave para la salud del ser humano y avanzó la urgente necesidad de transformar nuestro sistema alimentario, responsable de un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

En la Declaración se reconoce la urgencia de tomar medidas sobre el cambio climático y propone tomar nota de los beneficios para la salud con la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la menor contaminación del aire, la movilidad activa y el cambio hacia dietas saludables y sostenibles.

Salud y clima

La Presidencia de la COP28 afirmó que su Declaración sobre Clima y Salud está diseñada para situar la salud en el centro de la acción climática y acelerar el desarrollo de sistemas sanitarios resistentes al clima, sostenibles y equitativos.

La Declaración es significativa porque incluye la necesidad de que se incluyan los sistemas agrícolas en los planes de los países para hacer frente al cambio climático, conocidos como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), para 2025. Las NDC son la principal forma que tienen los países de fijar objetivos climáticos en la COP.

La Declaración, firmada también por países como los Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos y China, principales contaminantes, señala que “cualquier camino” para alcanzar el objetivo climático clave de 1,5 °C debe involucrar la alimentación y la agricultura.

Es de resaltar que muchos ministros de Sanidad asistieron por primera vez a la conferencia anual de la ONU sobre el clima, junto a sus homólogos de los ministerios de medioambiente, lo que supone un cambio en la forma de considerar las políticas climáticas, con un mayor énfasis en las implicaciones sociales de las decisiones gubernamentales.

Avances alimentarios de la COP28

La organización ProVeg International realizó un repaso y resume los avances y las acciones para que el sistema alimentario mundial fuera protagonista en la cumbre climática de Dubái en comparación con otras Conferencias de las Partes.

En la cita, que concitó a más de 70.000 asistentes, con el objetivo se de ser coherentes con la sostenibilidad, se sirvieron comidas en su mayoría respetuosas con el clima con dos tercios de los alimentos a base de plantas como elemento diferenciador y de expresión de los objetivos a conseguir.

En esta COP28, dentro del ámbito de los sistemas alimentarios, se hizo hincapié que los alimentos vegetales emiten la mitad de gases de efecto invernadero que los de origen animal.

Esta circunstancia da una idea de la importancia de que son una forma eficaz de combatir el cambio climático y esta decisión se produjo después de que ProVeg apoyara a otras dos organizaciones (YOUNGO y Food@COP) para comprometer a la organización a garantizar que la mayoría de los alimentos de la cumbre fueran de origen vegetal.

Dietas saludables y sostenibles

Los países firmaron una Declaración sobre agricultura sostenible y se comprometieron a reducir las emisiones de carbono del sistema alimentario incluyéndolas en sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) y otros planes nacionales de acción climática.

Además, se presentó oficialmente otra Declaración en la que se destacaban los beneficios para la salud que se derivan de que los países adopten «dietas saludables y sostenibles».

Una decisión positivamente acogida por ProVeg ya que supone un avance de la Declaración porque reconoce que «la salud humana se está viendo afectada por el cambio climático a medida que las temperaturas mundiales siguen subiendo y señala que las formas de alimentación sanas y sostenibles desempeñan un papel clave para mantener la buena salud de las personas».

Alternativas proteicas

Además, en la COP28, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) celebró una rueda de prensa en Dubái para presentar un informe que reconoce la importancia de transformar el sistema alimentario con nuevas alternativas proteicas.

La directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, se refirió a los beneficios de las alternativas a los productos animales, reconociendo que «lo que comemos y cómo lo comemos repercute en la salud humana, animal y planetaria».

También mencionó los daños que causan a la naturaleza la carne y los productos lácteos convencionales, como la deforestación provocada por la ganadería y la producción de piensos.

Otro de los avances se produjo con la declaración de la industria láctea mundial que aprovechó la COP28 para comprometerse a controlar sus emisiones de metano, algo que ProVeg acogió con cautela.

Transición alimentaria

La muy esperada publicación de la Hoja de Ruta de la FAO hacia 1,5C reconoció abiertamente la necesidad de una transición alimentaria. En este punto la entidad expresó su preocupación por las limitaciones de la Hoja de Ruta, pero reconoce que también representa un paso hacia la transformación del sistema alimentario.

El inventario mundial final mencionó en la COP28 los sistemas alimentarios en la sección de adaptación, pero ProVeg hace hincapié en la importancia de que los sistemas alimentarios estén también en la sección de mitigación, de acuerdo con el informe del IPCC que destaca el papel de los alimentos vegetales y cultivados para hacer frente a la crisis climática.