¿Una ciudad cero residuos? Te contamos cómo están a punto de conseguirlo en Japón
Esta localidad declaró en 2003 su intención de convertirse en la primera ciudad cero residuos
Cuenta con un sistema de separación doméstica que clasifica los desechos en 45 categorías diferentes
Su hotel es ejemplo de lo que supone un estilo de vida zero waste

Reducir nuestro impacto sobre el planeta es el propósito del movimiento Zero Waste (cero residuos), que trata de minimizar la generación de desechos fomentando el reciclaje, la reducción y la reutilización de recursos, postulados que también comparte la economía circular.
Cuestiones todas ellas en las que son alumnos aventajados los ciudadanos de Kamikatsu, un pequeño municipio de la prefectura de Tokushima, en la isla japonesa de Shikoki, en el que viven, aproximadamente, unas 1.500 personas.
Un lugar modesto y tranquilo que, sin embargo, ha demostrado ser capaz de conseguir grandes logros desde que, en el año 2003, se convirtió en la primera localidad nipona en declarar su objetivo de convertirse en una ciudad cero residuos.
Dos décadas después, la tasa de reciclaje supera el 80% en Kamikatsu, un dato muy superior a la media nacional, que en Japón ronda el 20%. Este increíble éxito ha sido posible gracias a la implicación de los habitantes del pueblo, que realizan la separación de los residuos en sus propias casas.
45 categorías de residuos
Como suelen decir los residentes en Kamikatsu, «si lo separas, es un recurso; si lo mezclas, es basura». Y tanto se aplican el cuento, que han desarrollado un sistema de clasificación de residuos que comprende hasta 45 categorías diferentes.
Tras esta concienzuda labor de separación que se lleva a cabo en los propios hogares, los residuos son depositados posteriormente en la estación de basura para su reciclaje.
En el caso de los restos de alimentos, que presentan un 40% de todos los residuos domésticos, la localidad nipona ha apostado de manera muy contundente por el compostaje.
Para ello, el ayuntamiento subvenciona la instalación de un sistema de compostaje eléctrico que favorece enormemente este proceso, de modo que el sistema ya se utiliza en un 80% de las viviendas.
Hay que tener en cuenta que Kamikatsu es una localidad en la que la agricultora ha tenido, tradicionalmente, una destacada presencia.
Si bien es cierto que la importancia económica de dicha actividad ha disminuido en las últimas décadas, sigue existiendo una comunidad de pequeños agricultores que sacan mucho provecho de este apoyo municipal al compostaje.
Centro de Cero Residuos
Un enclave estratégico para el éxito de esta política es el Centro de Cero Residuos, en el que se reciclan los desechos generados en la zona. El mismo edificio es ejemplo de este compromiso medioambiental, como quedó demostrado desde su construcción, para la que se emplearon materiales reutilizados o que iban camino del vertedero.
El arquitecto encargado fue Hiroshi Nakamura, quien utilizó cerca de 700 ventanas que fueron cedidas por los propios vecinos para hacer realidad este espacio multifuncional. Para el suelo se emplearon trozos de platos rotos. Además, una enorme lampara de araña hecha con botellas de plástico cuelga del techo.
Se trata de una «instalación ecológica compleja donde se unen las funciones de educación, investigación y comunicación a una planta de tratamiento de clasificación de desechos, con el objetivo de recrear la comunidad y desarrollar la región», en palabras del propio Nakamura.
El edificio cuenta con una amplia variedad de zonas comunes donde hay cabida para un salón, una tienda de productos de segunda mano, en la que se pueden donar artículos en buen estado y recoger artículos gratis, un espacio multiusos y un hotel.
Vivir sin residuos
Tanto el hotel como el centro de residuos forman parte de una enorme estructura con forma de interrogación. Con ello se quiere lanzar una evidente pregunta: ¿Por qué generamos tantos residuos? Al mismo tiempo, también se muestran posibles alternativas. De hecho, el alojamiento hotelero trata de mostrarse como modelo y ejemplo de lo que supone un estilo de vida cero residuos.
El hotel ha sido construido y decorado empleando también materiales reciclados y reutilizados, entre los que la madera tiene un especial protagonismo.
Este compromiso se extiende a los propios huéspedes, que reciben seis cubos para clasificar la basura durante su permanencia en el hotel. También tienen que cortar pastillas de jabón individuales, de modo que se lleven sólo la cantidad que van a necesitar. Los granos de café se muelen siguiendo este mismo principio de usar únicamente lo que se va a consumir.
Restaurantes
Los restaurantes de Kamikatsu muestran este mismo empeño por desarrollar prácticas sostenibles que ponen el foco en cuestiones como el uso de ingredientes de producción local y, por supuesto, la reducción de residuos.
Entre dichas prácticas, se pueden citar el aprovechamiento de alimentos con algún defecto que no permita su venta en el supermercado, la eliminación de las toallas de mano desechables o la dispensación de bebidas en recipientes traídos por los clientes.
Sistema de puntos
Otra iniciativa reseñable es la existencia de un sistema de puntos que se obtienen a cambio de residuos reciclables. Dichos puntos pueden acumularse y canjearse por vales de artículos.
Además, los ingresos generados por la venta de los materiales reciclados a las empresas de procesamiento se reinvierten en el sistema, ayudando a financiar los vales o productos ofrecidos a los residentes.