Cambio climático

Biden copia a Europa al sancionar las emisiones de metano del sector del petróleo y del gas

Estados Unidos emite una norma para reducir las emisiones de este potente gas de efecto invernadero que es responsable de aproximadamente un tercio del calentamiento global

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Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, en inglés) ha anunciado una norma encaminada a reducir las emisiones de metano que emanan del sector del petróleo y el gas.

Con esta nueva normativa se sancionará a los grandes emisores, si se superan ciertos niveles, una directiva muy parecida a la que tiene en cartera la Unión Europea para decidir de qué países se importará petróleo si cumplen los parámetros dispuestos.

A través de un comunicado, la EPA ha informado de que la nueva directiva pretende incentivar a las empresas a tomar medidas a corto plazo para reducir las emisiones de metano, un potente gas de efecto invernadero que es responsable de aproximadamente un tercio del calentamiento global.

Cobro de emisiones

La norma facilita la implementación de la directiva del Congreso en la Ley de Reducción de la Inflación y para ello cobrará un cargo por emisiones de residuos para garantizar que este gas natural llegue al mercado en lugar de contaminar el aire.

El Congreso establece el cargo para los grandes emisores de metano si sus emisiones exceden niveles específicos de rendimiento y ordena a la EPA cobrar el cargo e implementar otras características del programa, entre ellas proporcionar exenciones apropiadas para acciones que reduzcan las emisiones de este gas.

«El cargo final por emisiones de residuos es la última de una serie de acciones en el marco de la estrategia del presidente (Joe) Biden para el metano, con el fin de mejorar la eficiencia en el sector del petróleo y el gas, apoyar los empleos estadounidenses, proteger el aire limpio y reforzar el liderazgo de Estados Unidos en el escenario mundial», ha apuntado el administrador de la EPA, Michael S. Regan.

Petróleo gas metano

Sólo para gas y petróleo

La EPA estima que esta norma por sí sola dará como resultado reducciones acumuladas de emisiones de 1,2 millones de toneladas métricas de metano (34 millones de toneladas métricas de CO₂) hasta 2035, el equivalente a retirar de la circulación casi 8 millones de automóviles de combustión durante un año, y tendrá beneficios climáticos acumulativos de hasta 2.000 millones de dólares.

Según lo dispuesto por el Congreso, el cargo por emisiones de residuos se aplica únicamente a las emisiones de residuos de las instalaciones de petróleo y gas de alta emisión.

La Ley de Reducción de la Inflación establece que el cargo por emisiones de residuos se aplica al metano de ciertas instalaciones de petróleo y gas que tengan en 2024 emisiones de más de 25.000 toneladas métricas de dióxido de carbono por año.

1.500 dólares por tonelada métrica

Además, según lo dispuesto por el Congreso, el cargo por emisiones de residuos comienza en 900 dólares por tonelada métrica de emisiones derrochadoras en 2024 y, hasta 1.200 dólares por año, en 2025 y 1.500 dólares en 2026 y en adelante.

La norma final de la EPA detalla cómo se implementará el cargo, el cálculo del cargo y cómo se aplicarán las exenciones. Las instalaciones que cumplan con las normas de la Ley de Aire Limpio para las operaciones de petróleo y gas estarían exentas del cargo una vez que se cumplan ciertos criterios establecidos por el Congreso.

Igual que en Europa

El Parlamento aprobó en marzo de 2024 un acuerdo político provisional con los países de la UE sobre una nueva ley para reducir las emisiones de metano del sector energético, con 530 votos a favor, 63 en contra y 28 abstenciones.

Este nuevo Reglamento es la primera legislación de la UE destinada a reducir las emisiones de metano y cubre las emisiones directas de los sectores del petróleo, los gases fósiles y el carbón, y del biometano una vez que se inyecta en la red de gas.

Metano, un gas peligroso

El metano (CH4) es uno de los principales y más potentes Gases de Efecto Invernadero (GEI) que aceleran el cambio climático. Se calcula que es responsable del 30% del incremento de la temperatura media global desde el inicio de la revolución industrial, siendo el segundo gas que más ha contribuido al cambio climático tras el CO₂.

El acuerdo europeo obligará a la industria del gas fósil, del petróleo y del carbón, a medir, controlar, notificar y verificar adecuadamente sus emisiones de metano, de acuerdo con las normas de control más estrictas, y a tomar medidas para reducirlas.

Según el artículo 1, la regulación aplica a compañías de gas y petróleo en toda la cadena de valor (exploración, producción, procesado, transporte y distribución), a los operadores de las minas de carbón activas y abandonadas.

satélite NASA

Satélite espía

Hace unas semanas se anunció que ya es posible medir las emisiones de metano a través del satélite Tanager-1 con un instrumento de la NASA. El artefacto ya ha detectado grandes columnas de metano y de dióxido de carbono en países y zonas del planeta, una monitorización que espía quién contamina, cuánto y dónde con una precisión muy fiable.

Y, lo que es más interesante, los datos estarán abiertos al público, una manera transparente de saber quién contamina y de perseguir la reducción de emisiones que provocan el cambio climático.

Espectrómetro de imágenes

Se trata de un trabajo impulsado por la ONG Carbon Mapper que ha publicado las primeras detecciones de metano y dióxido de carbono proporcionadas a través satélite Tanager-1 utilizando datos de un espectrómetro de imágenes diseñado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro (LPC) de la NASA, según ha informado la agencia espacial a través de un comunicado.

Y es que, lo importante de este trabajo del satélite y de sus datos abiertos es que se abre la puerta a saber qué países y qué explotaciones petrolíferas, gasísticas o de otro tipo emiten estos gases, algo que la Unión Europea va a empezar a monitorizar para importar combustibles fósiles.