El 74% de los españoles apoya una fiscalidad verde para las empresas
El apoyo a la fiscalidad verde es ideológicamente transversal
La preocupación ciudadana por el cambio climático ha bajado del 67% al 49%
La confianza en los sellos de sostenibilidad ha caído ocho puntos desde 2019

Premiar con rebajas impositivas a las compañías más respetuosas con el medioambiente, al mismo tiempo que se penaliza fiscalmente a las más contaminantes. Esa es la esencia de la llamada fiscalidad verde, que cuenta con un amplio apoyo entre la población española, a juzgar por los resultados de la sexta ola del Estudio sobre Consumo Sostenible en España.
El propósito de este informe es el de «facilitar un consumo más consciente y promover un estilo de vida más sostenible», describe Xavier Moraño, socio de Clickoala y autor del trabajo realizado conjuntamente con el Grupo de Investigación en Psicología Ambiental de la Universidad de Castilla-La Mancha.
14.000 encuestas
Tras seis años de trabajo, ya han sido encuestadas más de 14.000 personas para este Estudio sobre Consumo Sostenible en España, 2.000 de ellas para su sexta ola, el estudio deja interesantes conclusiones. La más destacada es que el 74% de los españoles están a favor de la implementación de una fiscalidad verde para las empresas.
Se trata, además, de un apoyo que es ideológicamente transversal, en el sentido de que la mayoría de los votantes de cada uno de los cuatro partidos con más representación parlamentaria la respalda. El 64% de los votantes potenciales del PP, el 88% de los del PSOE, el 53% de los de Vox y el 90% de los de Sumar estarían a favor de una fiscalidad verde.
El clima preocupa, pero menos
A las personas participantes en el estudio también se les ha preguntado acerca de su percepción sobre diferentes problemáticas ambientales. Respecto a anteriores oleadas, se detecta una menor preocupación por el cambio climático.
Según se detalla en el propio informe, la preocupación ciudadana ha bajado del 67% (año 2019) al 49% (2024). La percepción de la responsabilidad individual frente al cambio climático también ha descendido.
«En sólo dos años, hemos pasado de que uno de cada cuatro españoles se sintiera claramente implicado en la solución al problema, a sólo un 18%», apunta el informe.
Ansiedad climática
«Esta caída de la percepción de nuestra responsabilidad como individuos tal vez no tenga tanto que ver con la falta de interés, como con el exceso de señales: mensajes cambiantes, datos inabarcables, un contexto informativo cada vez más confuso y agobiante… todo esto no ayuda», sostiene Moraño.
Otro problema derivado de este panorama confuso es la llamada ansiedad climática. De hecho, esta sexta ola del estudio indica que un 32% de la población suele sentir ansiedad ante las noticias y pensamientos sobre el cambio climático. Ansiedad ante la que se reacciona de diferentes maneras.
«Por un lado, están quienes sienten esta ansiedad climática con intensidad y se ven desbordados, sin capacidad de actuar», explica el socio de Clickoala.
«Por otro lado, están los que no sienten ansiedad, pero confían en sus acciones y en su capacidad para hacer frente al cambio climático, aunque no lo perciben como un problema urgente», añade Moraño.
La importancia de la comunicación
Lo que nos está diciendo el informe es que el exceso de mensajes alarmistas bloquea a los primeros, mientras que un optimismo excesivo tiende a desmovilizar a los segundos.
«Comunicar la importancia del problema sin caer en el catastrofismo, y mostrar soluciones reales, cercanas y alcanzables, puede contribuir a movilizar a ambos grupos», asegura, por parte, el autor del estudio.
Sellos sostenibles
En esta sexta ola también se analiza la evolución de la confianza de los ciudadanos en los sellos que certifican la sostenibilidad de los productos. Los datos muestran una caída de dicha confianza de hasta ocho puntos con respecto a 2019 (del 55,5% al 47,1%).
«Una erosión significativa que nos lanza una señal clara: la expansión de los certificados sostenibles en los lineales no ha ido acompañada de una mayor utilidad real. Es necesario preguntarnos por qué esto ocurre y cómo lograr que los sellos sean realmente útiles para ayudar a consumir de forma más consciente», insiste el documento.
El peso del precio
Pocos certificados logran un reconocimiento generalizado y sólo una minoría sabe interpretarlos correctamente. «A la falta de comprensión se suma el peso del precio, que influye más que los sellos o la información ambiental y social en la decisión de compra, especialmente en los hogares con menor capacidad económica», asegura Moraño.
Además de una fiscalidad ambiental que incentive a las empresas a adoptar mejores prácticas y que facilite el acceso a productos sostenibles, el estudio propone también mejorar la información disponible sobre los productos, haciéndola más clara, sencilla y útil para el consumidor.