El 63% de los españoles prohibiría los vuelos cortos si hay alternativas en tren de alta velocidad
En España se espera un incremento del 38% de los viajes en tren de alta velocidad
Viajar en avión podría suponer unas emisiones entre 5 y 7 veces superiores a las del tren
En el territorio peninsular hay 11 rutas aéreas con alternativa ferroviaria

El tren es una de las opciones de movilidad más sostenibles, debido a que es un medio de locomoción electrificado que puede tomar su energía de fuentes renovables y bajas en emisiones. Motivo por el que cada vez son más las voces que apuestan por el transporte ferroviario en detrimento de los vuelos cortos en avión, claramente menos eficientes en términos medioambientales.
Según una encuesta realizada por un fabricante japonés de trenes, hasta un 63% de la población española apoya las leyes que proponen prohibir los vuelos de corta distancia cuando existan alternativas de alta velocidad. Cifra que es ligeramente superior a la media mundial (62%).
Este porcentaje se eleva hasta el 67% en el caso de la población europea, que también apoya mayoritariamente la financiación de nuevas infraestructuras ferroviarias con un aumento de los impuestos aéreos o de circulación, señala el citado estudio.
Más viajes en tren
La encuesta, encargada por Hitachi Rail a Savanta ComRes, fue realizada a 11.000 personas de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia, Alemania y España. También se preguntó a residentes en ciudades seleccionadas de todo el mundo (Washington D. C., Toronto, Londres, París, Berlín, Copenhague y Dubai), a fin de comprender sus actitudes hacia los desplazamientos.
Entre los datos más relevantes, se destaca que cerca de la mitad de los ciudadanos preguntados esperan aumentar los viajes de larga distancia en tren en los próximos cinco años. En el caso concreto de España, nuestra intención es incrementar hasta en un 38% los desplazamientos en trenes de alta velocidad y de larga distancia en los próximos 12 meses.
A nivel mundial, los encuestados pretenden aumentar en un 40% sus viajes en tren en el próximo lustro, mientras que se prevé un estancamiento de los viajes en avión, con sólo un 2% neto que espera volar más en este mismo periodo. Por su parte, los viajes en coche crecerán la mitad que en tren.
«Los resultados de esta investigación son sorprendentemente claros. La gente espera aumentar su uso del ferrocarril más que cualquier otro medio de transporte en los próximos cinco años. Ahora necesitan que la industria y los responsables políticos hagan realidad las rutas ferroviarias», señala el director general de Hitachi Rail, Giuseppe Marino.
Comparación
Diversos estudios y análisis se muestran de acuerdo en señalar las ventajas del tren respecto al avión en términos ambientales. Según Mabrian, compañía especializada en el análisis de datos relacionados con el sector turístico, la huella de carbono por pasajero se reduce a menos de la mitad cuando el viaje se realiza en tren de alta velocidad, en lugar de en avión.
La brecha de emisiones es mucho mayor si tomamos como referencia la calculadora de carbono de la Unión Internacional de Ferrocarriles, que indica que viajar ente Barcelona y Madrid en alta velocidad genera alrededor de 17 kilogramos de CO₂ por pasajero.
En cambio, si el mismo pasajero opta por el transporte aéreo, la huella de carbono se dispara hasta los 115 kilos en dicho trayecto, lo que supone casi multiplicarlo por siete.
Vuelos sustituibles
Ecologistas en Acción también comparte esta visión, que reafirmó en su informe Eliminación de vuelos cortos en España: Estudio de impacto y viabilidad, con resultados igualmente claros.
Según este trabajo: «Actualmente, existen en el territorio peninsular español 11 rutas aéreas con una alternativa ferroviaria con una duración de hasta 4 horas y, por tanto, serían potencialmente sustituibles por trayectos en tren».
Ahorro en emisiones
La principal razón para esta medida sería el importante ahorro neto de emisiones que podría derivarse de esta transferencia de demanda de viajes desde el avión hasta el tren.
Dicho ahorro de emisiones, en el caso de aplicarse sin restricciones de frecuencias, «supondría reducir entre un 30% y un 40% las emisiones de los vuelos domésticos peninsulares y un 9,71% las emisiones del conjunto del transporte aéreo doméstico en toda España», afirma la ONG.
Con restricción de frecuencias, el ahorro neto llegaría hasta el 24,31% de las emisiones de los vuelos peninsulares, así como al 8,23% de todos los vuelos domésticos en España, se detalla en el mismo estudio.
Por pasajero
El informe de Ecologistas en Acción también compara las emisiones por pasajero y kilómetro de trayecto. Según sus cálculos, en función de la conexión elegida, las emisiones del modo aéreo por pasajero y kilómetro recorrido resultan entre 3,5 y 10 veces mayores que las emisiones en transporte ferroviario.
Utilizando esta misma medición pasajero-kilómetro, las emisiones de carbono de los viajes en avión durante el último año prepandémico (2019) fueron 7,6 veces mayores que las de los desplazamientos equivalentes en tren, un dato muy similar al arrojado por la citada calculadora de carbono de la Unión Internacional de Ferrocarriles.