El 40% de las granjas de carne de perro cierra en Corea del Sur ante la prohibición de su consumo
La creciente presencia de mascotas en los hogares surcoreanos ha hecho que decaiga el interés por la cinofagia
El estofado de carne de perro, llamado "boshintang", es considerado un manjar por algunos ancianos surcoreanos
![granjas carne perro](https://okdiario.com/img/2025/02/10/granjas-carne-perro.jpg)
![Antonio Quilis Sanz](https://okdiario.com/img/2023/11/06/antonio-quilis-okgreen.jpg)
Hace prácticamente un año que Corea del Sur promulgó una ley para acabar con la comercialización y las granjas de carne de perro en 2027, una norma que ya está teniendo sus efectos en el país asiático.
En concreto, a principios de 2024, el parlamento de Corea del Sur aprobó la prohibición de comercializar carne de perro, un mercado que abarcaba unas 1.150 explotaciones que crían canes para consumo humano, 34 matarifes, 219 distribuidores y aproximadamente 1.600 restaurantes que incluyen platos con carne de perro en sus menús, según los datos del Gobierno.
La matanza y venta de perros para carne será ilegal tras esta ley destinada a poner fin a esta práctica centenaria. Según la nueva ley, no será ilegal el consumo de carne de perro en sí, sino su comercialización. Sin embargo, sí que afecta a un sector que aúna a criadores de perros, carniceros y restauradores.
Cinofagia
La cinofagia, el consumo de carne de perro, o de otros animales considerados de compañía o mascotas también es una práctica habitual en países como China, Vietnam, Filipinas, Indonesia y Camboya.
El estofado de carne de perro, llamado boshintang, es considerado un manjar por algunos ancianos surcoreanos. En estos países perros y gatos siguen figurando en los menús de los restaurantes y se sirven regularmente en los platos asiáticos. En Corea, la carne de gato se hierve y también se utiliza como tónico y remedio popular contra la neuralgia y la artritis.
Cierre de granjas
Tras la sanción del parlamento de Corea del Sur de esta ley prohibiendo la comercialización de carne de perro, el 40% de las granjas de perros para consumo humano censado en Corea del Sur ha cerrado, según ha informado el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Asuntos Rurales.
De las 1.537 explotaciones que constaban en los registros del Ministerio en enero de 2024, cuando se aprobó la ley, 623 han cerrado ya sus puertas. Entre las proyecciones que se barajan se espera que para final de este año el 60% del total haya cerrado ya.
Prohibida la cría y el sacrificio
La ley prohíbe la cría y el sacrificio de perros para obtener su carne, así como la distribución y la venta de la misma, y establece un mecanismo de subvenciones para ayudar a los que trabajan en la industria a cambiar de tipo de actividad.
A partir de 2027, los infractores, aquellos que comercialicen carne de perro, podrán enfrentarse a penas de hasta dos años de cárcel o multas de hasta 30 millones de wones (unos 20.000 euros).
En concreto, los condenados por matar perros se enfrentan a hasta tres años de prisión, mientras que quienes crían perros para venderlos como carne para consumo humano pueden cumplir una pena máxima de dos años.
Sensibilidad por las mascotas
La sensibilidad de los coreanos hacia los animales de compañía ha ido en aumento, ocasionando que el tradicional consumo de carne de perro en Corea del Sur haya caído enormemente en las últimas décadas. Todo ello muestra una tendencia que se traduce en el aumento el número de hogares que poseen mascotas.
Las encuestas realizadas años atrás muestran que una gran mayoría de surcoreanos nunca ha probado la carne de perro y que no tiene intención de hacerlo.
Falta de consumo
Según una encuesta de Gallup realizada en 2023, sólo el 8% de las personas dijeron haber comido carne de perro en los últimos 12 meses, frente al 27% en 2015. Además, menos de una quinta parte de los encuestados dijeron que apoyaban el consumo de carne de perro.
Ante estas tendencias y prohibiciones, la mayoría de los grandes mercados de este tipo de carne ha cerrado ya y el Gobierno y diversas asociaciones han logrado ir clausurando muchas granjas y mataderos y ayudado a sus dueños a cambiar de negocio en la última década.
Tras la aprobación de la ley, el gobierno se comprometió a proporcionar apoyo total a los criadores de perros, carniceros y restauradores cuyos negocios se vean obligados a cerrar.