Mercedes G500, el otro 6×6
Si te hablamos de un Mercedes Clase G con 6 ruedas, inmediatamente te viene a la cabeza el 6×6 AMG. Pero no, hoy no vamos a hablar de él. Ya lo hicimos otros días. Hoy es el turno de este ‘engendro’ que ves en las imágenes. Y lo llamamos así no porque nos parezca feo, sino porque estamos ante una preparación que parte de otra.
La preparación original de 6 ruedas del Mercedes Clase G llevaba la firma de Shultz, un preparador alemán que realizó una serie de cambios en el todoterreno alemán con fines bélicos. Era uno de los vehículos con los que contaban los soldados del ejército teutón.
La transformación original se basaba en un Mercedes G500 de batalla larga, que aún se alargaba algo más, hasta casi siete metros, con el objetivo de poder introducir un nuevo eje con sus dos neumáticos. Además se elevó considerablemente la altura del techo para facilitar la maniobrabilidad en su interior, algo muy necesario para los fines que estaba destinado el vehículo.
Sin embargo, la unidad que estás viendo en las imágenes es más reciente y urbana. Parte, obviamente, de una de las transformaciones llevadas a cabo en su día por el preparador alemán, aunque se le ha dado un carácter diferente gracias a la utilización de piezas de los Clase G actuales. Además de una estética que no recuerda en nada a las artes de la guerra, se han incorporado unas nuevas llantas y neumáticos preparados para afrontar los mayores desafíos ‘off-road’, algo a lo que también ayuda una suspensión elevada.
Donde se produce un curioso contraste es en el interior del vehículo. Aquí no se han renovado muchas piezas del Clase G original del que parte, aunque sí que se ha optado por aplicar una curiosa tapicería azul y una textura tanto en la consola central como en el salpicadero que si llega a venir en color rosa, podría haber sido perfectamente firmada por Paris Hilton. Es curioso como una serie de malas decisiones pueden hacer perder totalmente el carácter a un coche que con su sola presencia debería dar miedo.
En cuanto al motor, los actuales poseedores de esta bestia de 6 ruedas no se han molestado en sustituir el bloque original, algo obsoleto en los tiempos que corren. Hablamos de un V8 de 5 litros que desarrolla una potencia de 251 CV. No tiene que ser un ejemplo de rendimiento hoy en día, por no hablar en términos de consumo y eficiencia. En fin. Así es el mundo del ‘tuning’ y de las preparaciones. ¡Todo vale!
