Mercedes-AMG S 65 Cabriolet, el rey de los descapotables
Hay coches que es difícil describir con palabras. El Mercedes Clase S Cabriolet es uno de ellos. Así que imaginaos lo que puede llegar a ser la versión S 65 AMG. Bueno, mejor no lo imaginéis. Simplemente seguid leyendo, porque el rey de los descapotables ya está aquí.
Bajo el capó, el nuevo Mercedes-AMG S 65 Cabriolet, que algunos afortunados disfrutarán desde marzo del año que viene, cuenta con el mismo motor que el SL 65 AMG de dos plazas. Es decir, un V12 biturbo de 6 litros con 630 CV de potencia. Palabras mayores. Y es que con esta mecánica tenemos una de las mayores demostraciones tecnológicas y de poderío de la firma de la estrella.
El motor, fabricado por AMG en las instalaciones de Mannheim, es el responsable de que este lujoso vehículo se comporte como un auténtico deportivo. No se puede catalogar de otra forma a un coche que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 4,1 segundos, rompiendo la barrera de los 300 km/h en lo que se refiere a la velocidad punta.
Además del motor, el nuevo Mercedes-AMG S 65 Cabriolet cuenta con una serie de características que lo hacen la mar de interesante. Empezamos comentando su techo, cuya lona está formada por varias capas y puede ser elegida en los colores negro, azul oscuro, rojo oscuro y gris. Podremos accionar el mecanismo que abre o cierra el techo hasta una velocidad de 50 km/h, empleando éste 17 segundos en completar cada una de las dos operaciones. Una vez plegado, el techo queda escondido en la parte superior del maletero, sin requerir una bandeja separadora como sucede en otros vehículos del mismo corte.
Conviene destacar también el confort en marcha del que presume Mercedes para este AMG S 65 Cabriolet. A pesar de ir descapotados, sistemas como el Aircap -deflector de techo móvil situado en la parte superior del parabrisas- o el Airscaf -una bufanda de aire caliente integrada en los reposacabezas- nos permiten disfrutar de la conducción casi con las mismas comodidades que en un coupé. Aquí juega un papel importante también el climatizador, preparado para reaccionar de manera diferente cuando detecta que rodamos descapotados, variando la temperatura y la intensidad del aire según las circunstancias.
A pesar del evidente cambio estructural del Mercedes-AMG S 65 Cabriolet respecto a la versión coupé, desde la marca alemana insisten en que su estructura es tan rígida y ligera como ésta. Se añaden también elementos que potencian la deportividad del modelo, como la suspensión neumática Airmatic.
En cuanto al interior, solamente un vistazo a la fotografía que te ofrecemos es necesario para darte cuenta de que la calidad y el lujo están presentes en cada centímetro. Dos características, por cierto, que no se encuentran reñidas con la deportividad, tal y como demuestra la presencia de un volante de tres radios con las levas del cambio situadas tras él para controlar de forma manual la transmisión 7G-Tronic que incorpora.
