El Increíble Hulk tiene 2.500 CV

A poco que te guste el cine, sabrás quien es el Increíble Hulk, -también conocido como ‘La Masa’- ese ‘engendro’ de color verde que tiene los músculos del tamaño de la Puerta de Alcalá y que arrasa con todo lo que se pone delante. Teniendo en cuenta esta descripción, queda bastante claro que el nombre elegido por su creador es más que acertado. Te presentamos a ‘The Hulk’, un Chevrolet Nova de finales de la década de los 60 que ha llegado a desarrollar una potencia de 2.500 CV. Sí, has leído bien.

Este torrente de testosterona que recorre a la versión con cuatro ruedas de ‘Hulk’ tiene su explicación en que su dueño lo ha ido transformando con el paso del tiempo para presentarse con él a diversas carreras de aceleración. ‘Drag Racing’ se llama en concreto la disciplina, la cual tiene bastantes adeptos en Estados Unidos.

La idea de estas competiciones es enfrentar a dos coches durante una distancia predeterminada en línea recta y ver cuál de los dos acelera más. Como veis, nuestros amigos americanos siempre apuestan lo más ‘bestia’ posible.

Volviendo al coche del que te estamos hablando, verás en el vídeo con el que finaliza este artículo que poco o nada queda del Chevrolet Nova original, una berlina de tracción trasera en su tiempo. Salvo el chasis y la carrocería, ahora convenientemente decorada en un llamativo color verde, el resto del coche es totalmente nuevo. Eso sí, llama sobre todo la atención el motor, un escandaloso V8 de 10,3 litros que gracias en parte a los dos turbos que incorpora es capaz de desarrollar la potencia que os hemos comentado antes.

Otro de los puntos interesantes del coche es su peso, que supera por poco los 1.500 kilogramos. No tenemos datos de sus prestaciones, pero sabiendo esto y su potencia, nos podremos imaginar que hay que tener el cuello fuerte como una roca para aguantar semejante aceleración.

Lo más curioso del tema es que habitualmente este tipo de coches no pueden circular por la carretera, aunque eso no es algo que afecte a ‘Hulk’. Tiene que ser una experiencia curiosa atravesar las calles de cualquier gran urbe al volante de semejante aparato. 2.500 CV… ¡que animalada!